AVISO: En este artículo habrá spoilers en abundancia de las cuatro temporadas de Mr. Robot. Ruego lean con discreción.
Mr. Robot es una serie muy peculiar. En un primer momento Sam Esmail hace que el espectador piense que está viendo una historia de hackers, cuando, en realidad, está a punto de presenciar una de las mejores historias psicológicas de la historia de la televisión, hasta tal punto que dicha historia de hackers no es más que un telón de fondo que sirve de apoyo para todo lo demás. Es complicado abordar esta serie totalmente sin vacilar en algún momento, ya que su historia es tan genial que cuesta mucho asimilarla por completo.
Elliot Alderson
Elliot Alderson es un técnico de ciberseguridad que, de noche, hace de justiciero cibernético. Sin ir más lejos, ya en el primer capítulo destapa una red de pedofilia en la que el jefe de una cafetería estaba implicado. Aquí ya Elliot nos dejaba clara una cosa: ‘me la suda el dinero’.
Así es. Elliot es un completo justiciero: no hace lo que hace por dinero o por alguna recompensa, simplemente quiere hacer justicia en este mundo enfermo. Y es por eso por lo que fija la vista en una cosa muy concreta: E Corp.
E Corp es algo así como la gran megacorporación del mundo creado por Sam Esmail. Es aquella compañía que podría comprar el mundo si quisiera. Elliot la percibe como Evil Corp, de hecho, en las escenas en las que él está presente, los personajes dicen (o parecen decir) Evil Corp en lugar de E Corp, y viceversa cuando el ciberjusticiero está fuera de escena, suponiendo una de las muchas maneras de reventarnos la cabeza que Sam Esmail tiene. Pero es que las cosas no acaban ahí.

Intentaré sintetizar la premisa de la serie de la forma más concisa posible. Elliot tiene una enorme ansiedad social, es adicto a la morfina y sus únicos apoyos son su amiga de la infancia Angela Moss, de la cual parece estar enamorado, y su psicóloga, Krista Gordon, a la cual parece no hacer mucho caso. Un día, en el metro, un hombre de mediana edad empieza a hablarle de manera algo críptica, incitando a Elliot al interés por lo que le dice. Ese hombre sabe quién es Elliot, sabe cuán alta es su capacidad en el hackeo y le quiere dentro de su proyecto: reventar E Corp mediante un hackeo masivo.
El hombre, llamado Mr. Robot, le lleva a unos recreativos abandonados, donde el grupo llamado fsociety, formado por un conjunto de hackers, opera. Dentro de la pluralidad de personas que forman fsociety, encontramos a Darlene, una chica impulsiva y peculiar que parece tener una relación distinta con el grupo respecto a los demás, especialmente con Elliot y Mr. Robot, como si fuera una ‘segunda al mando’.
Más tarde descubrimos la verdad: Darlene es la hermana de Elliot. El ciberhacker parece confundido, sin saber de dónde sale todo eso, pero pronto los recuerdos vienen de golpe: además de que Darlene es su hermana, Mr. Robot se parece muchísimo a su padre, el cual falleció por leucemia cuando Elliot tenía tan sólo 8 años.
Repito que es muy difícil hablar de la obra de Sam Esmail sin extenderse hasta el infinito, pero con lo que debéis quedaros es que Elliot había puesto una capa a su vida, de tal manera que no pudiera verla. Pero, ¿por qué?
El pasado de Elliot Alderson
Todo lo que ocurre en Mr. Robot tiene su significado, aunque sueltes (me ha pasado) un ‘¿qué coño…?’ mínimo una vez en cada capítulo, ya que las incógnitas que esta serie deja cada dos por tres son dignas de Emmy. Sin embargo, vamos a, de nuevo, intentar sintetizarlo todo.
Elliot era la última mierda en su casa, como pasa a muchxs hoy en día: su madre le pegaba, le decía que no valía para nada y su padre le empujó una vez por la ventana, haciendo que se partiera un brazo, con 8 años. Elliot nunca ha tenido el apoyo familiar, y Darlene, aunque era su hermana y le apoyaba mucho, no era suficiente para confrontar el odio de tus dos padres. Con este contexto, volvemos a los hackeos del llamado 5/9 (o 9 de mayo), la macrooperación en la que fsociety, como dije antes, estaba implicada junto al Ejército Oscuro para derrocar a E Corp. Tras estos sucesos, la primera temporada terminaba con Elliot abriendo la puerta de su piso a… no lo sabemos, pues cuando lo vamos a ver, los créditos aparecen, y hasta el año que viene.
La segunda temporada empezaba con una narración, la cual nos impactaría más adelante, pero que ahora no nos suscitaba más que una leve confusión:
“Me fui a vivir con mi madre. Todos los días desayunaba, almorzaba y cenaba con Leon, un chico al que le gustaba mucho reflexionar. Hace poco empezó con Seinfeld. Le está gustando.”
“Mr. Robot no me deja en paz. Hoy ha vuelto a dispararme, pero esta vez no he temblado.”
Las imágenes nos mostraban a Elliot comiendo con Leon, yendo a la cancha de basket con él y viviendo en casa de su madre, y siempre que le visitaba alguien hablaba con esa persona en la mesa del comedor, mientras mamá veía la tele. Mr. Robot, por otra parte, es algo que le atormenta, ya que no es algo físico. Es como si no estuviera aquí.

La realidad sale a la luz poco después: Elliot estaba en la cárcel. La cancha era la del patio, las comidas eran las de prisión, la habitación de casa de su madre era su celda y la mesa era donde se llevaban a cabo los vis a vis. Duro, ¿verdad?
Lo que no terminamos de entender es a Mr. Robot. ¿Quién es?
Elliot comienza a llevar un diario, recapitulando cada uno de los actos que hace para llevar un control sobre su vida, ya que hay veces que ha hecho cosas de las que no se acuerda. ¿Os suena?
Así es, Mr. Robot es otra personalidad de Elliot, una más violenta, impulsiva y atrevida. Mr. Robot y Elliot se pelean constantemente por el control del cuerpo de Elliot: son prácticamente enemigos. Mientras Mr. Robot quiere llevar a cabo el 5/9, Elliot quiere pararle. Pero es incontrolable.
Con todo esto, sólo podemos hacer mención a la tercera temporada, ya que, aunque es de las mejores, a nivel psicológico hay poco que decir. Sólo podemos mencionar que la existencia de Mr. Robot como una personalidad contraria a Elliot es conocida por el resto de personajes.
El futuro de Elliot Alderson
La cuarta temporada supone un paso titánico: Mr. Robot y Elliot se han puesto de acuerdo y ahora conviven en paz. Esto se debe, en parte, a una revelación que Darlene le hace a Elliot: su padre nunca le empujó, se tiró él.
Es entonces cuando llegamos al capítulo 7 de la cuarta temporada, donde Elliot descubre la razón de su miedo: el día que se tiró por la ventana, escondió a su hermana en el armario al notar que su padre venía, cogió un bate para defenderse y fue entonces cuando se lanzó al vacío.
“¿De qué tenías miedo, Elliot?”
Elliot descubre que su padre, en realidad, abusaba sexualmente de él. Todos los ‘no me toques’ que Elliot suelta durante la serie, todos esos flashbacks en los que Edward se disculpaba no era por haberle empujado, era por los abusos a los que sometía a su hijo. Una bomba emocional para el espectador con todas las letras.
En este contexto, el Ejército Oscuro lleva ya mucho tiempo queriéndose hacer con todo. Elliot los detiene, deteniendo también una máquina que puede matar a muchísima gente, la cual Whiterose, la líder del Ejército Oscuro, diseñó y planeaba usar hasta las últimas consecuencias. Elliot logra salvar el mundo, pero algo más ocurre.
Elliot despierta y ve que algo anda mal. No hay nada de la sede del Ejército Oscuro, el mundo parece una completa utopía y, en definitiva, su vida está al contrario: nunca ha tenido una hermana, su madre le trata bien y… se va a casar con Angela. Sí, Angela, la cual fue asesinada por el Ejército Oscuro poco tiempo antes.

Elliot no entiende nada, por lo que decide asaltar su propio piso para ver qué está pasando. Descubre que es una persona totalmente distinta, tanto a nivel de personalidad como a nivel de felicidad. Durante la investigación, el verdadero Elliot llega a casa. En medio de una discusión, el verdadero Elliot muere a causa de un golpe en la cabeza, por lo que Elliot decide robarle su vida: él se casará con Angela y será feliz en un mundo donde todas sus desgracias nunca han ocurrido. Pero, una vez en el altar, Mr. Robot le cuenta toda la verdad.
Todo eso no era más que, como la llama él, una pesadilla. Una proyección, una falsificación, una ilusión. Y es que el Elliot que habíamos conocido toda la serie… nunca había sido el verdadero Elliot.
Hola, Elliot
El Elliot que conocimos toda la serie era una personalidad más del propio Elliot. Durante toda la serie, fuimos viendo diversas personalidades de Elliot: Mr. Robot, el protector, que le protegía de la verdad de su vida (no quería que recordara los abusos de su padre, por ejemplo); su madre, la perseguidora, que atribuía a Elliot la culpa de los abusos, y Elliot niño, el cual hace de respuesta resiliente ante los abusos. Pero, ¿y nuestro Elliot?
Es la llamada ‘Master Mind‘, ‘el Cerebro‘, aquella personalidad que estaba creándole una realidad alternativa a Elliot para que olvidara los abusos, la que le creaba una cortina de humo que impedía a Elliot ahondar en las mierdas más grandes de su vida, para que pudiera salir adelante.
Tras estas alucinaciones, Elliot despierta en una cama de hospital, junto a Darlene. Ha despertado en la realidad. Mantiene una larga conversación con Darlene en la cual esta afirma, entre lágrimas, que el Elliot que conocemos no se parece en nada al Elliot con el que creció, confirmándonos lo que Mr. Robot le dijo.
Tras esto, vemos a las cuatro personalidades de Elliot en armonía en una sala de cine, viendo todos los momentos importantes de la vida de Elliot. Acto seguido, un ojo llorando y una Darlene vista en primera persona que, con una sonrisa en la cara, dice:
“Hola, Elliot.”
Se cierra el telón. El último mensaje que recibimos es que Elliot, al fin, ha conectado consigo mismo en su plenitud y ha vuelto a ser el Elliot que hace años era, el que Darlene y todos querían.
Muy probablemente este texto sea un burdo y cutre resumen de la serie de Sam Esmail, pero si habéis visto la serie conoceréis las sensaciones que sentimos viéndola. Elliot por fin es libre, por fin ha alcanzado la plenitud de su psique. Ya no es necesario Mr. Robot, ni Master Mind. Ahora simplemente es Elliot Alderson, aquel que superó los abusos de unos malos padres y siguió adelante frente a todas las adversidades. Creo que un texto escrito no puede transmitir la maravilla que es Mr. Robot a nivel de psicología humana, a nivel de lo que puede suponer para unx mismx, a nivel de sentirse identificadx o no con algo que Esmail ha plasmado en su obra. En cualquier caso, Mr. Robot es una aventura personal con la que todos, al menos con una mínima cosa, se sentirán identificados.