EntretenimientoSeries

‘Cortar por la línea de puntos’, una vida de Zerocalcare (y de todxs)

Algo que necesitamos escuchar

Cortar por la línea de puntos es, muy probablemente, de las mejores series de Netflix. Sí que es cierto que es de esas series en las cuales la duración es más propia de una película que de una serie, pero opino que su mensaje no sería el mismo si entendiéramos la obra como una película de dos horas y no como una serie con capítulos de contenido muy delimitado. Y es ahí donde entran las intenciones de Cortar por la línea de puntos, las cuales han sido libremente interpretadas por cada persona, y creo que eso está bien, ya que enriquece mucho la obra.

AVISO: A partir de aquí habrá spoilers en cantidad de Cortar por la línea de puntos. Ruego lean con discreción.


Zero es el protagonista de la historia. Todo le va mal. No encuentra el amor correspondido, se siente fuera de onda, la situación laboral es un desastre, su conciencia en forma de armadillo no para de reprenderle… Y, además, tiene que coger un tren en un rato y va mal de tiempo. Todo genial.

Zero es dibujante, pero no logra poder dedicarse a ello, y eso le frustra, ya que es una persona pesimista frente al futuro, frente a la situación laboral, frente a las expectativas, las posibilidades… ¿Os va sonando?

Zero es el claro reflejo de la juventud actual. Ya tengas 20 o 35 años, por regla general, estás jodidx lo mires por donde lo mires. Si a ello le sumamos la situación sentimental de Zero, es prácticamente una descripción de aquellas personas poco resilientes con las inclemencias del mundo laboral y de la sociedad como algo interactivo y relacional.

Zero recuerda con cierto resquemor su relación con Alice, una amiga que conoció cuando tenía 17 años a raíz de Sarah, una amiga común. Zero quería mucho a Alice, de hecho, era su primer amor de verdad. Sin embargo, nunca se atrevía a dar el paso de decirle nada ni ella tampoco se quería tirar a la piscina viendo que la cosa no fluía. Porque sí, a ella le gustaba Zero.

Ya de entrada tenemos aquí la primera crítica de la serie: Zero se consideraba un fracasado, un nadie, alguien de bajo nivel, y al sentirse así Alice era para él sencillamente inalcanzable: era guapa, era lista, era agradable, era todo lo que todxs buscamos en una relación de pareja cuando nos hemos pillado bastísimo de alguien. Y al ser Alice así, Zero simplemente daba la cosa por imposible.

La situación de Zero con Alice es la de muchas otras personas al día, cuando tienen una falsa conciencia de clase que, sencillamente, no tendría que estar ahí y que, más que por imposición social, es culpa de nuestra propia mente.

Si tuviéramos que hablar de todo lo que abarca Cortar por la línea de puntos en seis capítulos nos podríamos morir y no habríamos acabado. Sin embargo, me gustaría hacer una aportación personal sobre el caso aquí expuesto, ya que muy probablemente en un mundo post-pandemia donde sólo sobreviven los más avispados muchxs se hayan llevado una buena hostia de realidad al ver la resiliencia de unxs y el conformismo y la frustración de otrxs.

Cada día la condición por edad es más patente. Si a los 16 años no has conseguido alguna pareja, ya sea seria o no, mal. Si a los 18 no has follado aún, peor. Si a los 20 no tienes una estabilidad sexual lo suficientemente patente como para no decir con vergüenza que llevas 3 meses sin hacerlo, el mundo se te cae encima, y no precisamente por la sociedad.

Lo digo siempre, la mente es una auténtica hija de puta. Como nos encasillemos en un cuadrado y no podamos ver el resto de la geometría lo vamos a pasar realmente mal si verdaderamente queremos ver ese resto. Sin embargo, es la mente la que nos cohíbe mediante miedos e inseguridades, ya sea ser más flexible dando likes en Tinder, ya sea pidiendo el Instagram a esa persona a la que conoces de hace un rato y que es parte de tu grupo, ya sea apuntarte a cualquier plan independientemente de si va a ser un coñazo volver a casa después… Evidentemente, hay casos en los que hay que tener algo de cabeza y pensar en el futuro, pero, por lo general, todo ello se resume en una mente nada arriesgada que quiere que todas las novedades se desarrollen en nuestras zonas de confort. ¿Y sabéis qué? Que muchas veces ni con esas.

Es en el sexto y último capítulo donde nos enteramos que ese viaje en tren tenía como destino el funeral de Alice. Se ha suicidado.

El golpe para el espectador es mayúsculo, pues Zero siempre nos había narrado su historia con Alice de una manera en la que parecía que simplemente se autocompadecía de no haber dado el paso, no por nada concreto, sino por simple autocrítica. Pero cuando nos enteramos de que Alice ya no estaba entre nosotros todo nos cuadra.

Por si esto no fuera poco, Sarah le comenta a Zero que Alice siempre esperó a que él diera el paso. A ella le gustaba y Zero nunca se había dado cuenta, sumido en su negatividad y en su cabeza cuadrada. El sentimiento de culpabilidad de Zero resulta ser otra lección más de la serie, ya que, aunque podría haber sido un punto en contra, de seguro que Alice ni de coña se suicidó única y exclusivamente por la situación complicada con Zero.

Cortar por la línea de puntos se encarga de desarrollar esta idea dando a entender y explicando en numerosas ocasiones y de distintas maneras que una persona recurre al suicidio cuando muchas cosas de su vida se están desmoronando. Alice tenía ambiciones, disfrutaba el boxeo, era alegre, positiva… hasta que su intimidad llegó al punto crítico.

A estas alturas huelga decir que, aunque una persona aparente estar bien, no quiere decir ni por asomo que lo esté. El suicidio, en muchas ocasiones, es la explosión del vaso cuando llevas mucho tiempo llenándolo por encima de sus límites y no puede rebosar más. ¿Que la inacción de Zero puede haberle creado dudas y, sobre todo, inseguridades a Alice? Por supuesto. Pero ni de lejos ha sido el motivo de una decisión tan dura como lo es el suicidio.

Aprovecho para decir que, por si alguien se lo perdió, la serie, en los créditos del último capítulo, pone a disposición del espectador el siguiente enlace: https://www.wannatalkaboutit.com/es/

Es una página de la propia Netflix donde puedes encontrar ayuda sobre maltrato en pareja, salud mental y suicidio, entre otros. Desconozco lo verdaderamente eficaz que puede ser esta página, pero la dejo por aquí por si alguien necesitara ayuda. No soy psicólogo ni profesional de nada, pero sí persona, por lo que toda la ayuda que pueda prestar, buena es.

La línea de puntos es el camino que supuestamente debemos seguir: x estudios, x trabajo, x relaciones personales, x actos… Pero cuando estamos tan pendientes de ver a dónde lleva la línea de puntos y nos frustramos al ver cuánto nos alejamos de ella no logramos ver el camino que verdaderamente estamos recorriendo y que, también, puede ser precioso.

En ciertos casos hay que dejar la culpabilidad a un lado para acudir a la realidad, al verdadero fenómeno causa-efecto de algo. Las lamentaciones no sirven para nada; si has hecho algo irreparable, tienes que tragártelo con madurez y aceptar tu error para no cometerlo de nuevo. Pero recuerda: nosotros siempre podremos manejar nuestra vida, pero nunca las de los demás.

Manuel Hernandez

Puede que ahora sólo esté buscando ese juego que me devuelva a lo que sentí con Twilight Princess cuando sólo era un enano. De mientras me entretengo llevándole la contraria a la gente sobre Breath of the Wild.
Botón volver arriba