Sons of the Forest es la secuela directa del popular The Forest, un juego de supervivencia y terror en primera persona. Su antecesor, al igual que éste, salió en acceso anticipado, y poco a poco fue mejorando gracias a los comentarios de la comunidad. Cuando el juego salió completo, dejó muy buen sabor de boca entre los jugadores. Como fan del primer juego, tenía muchas ganas de jugar esta secuela, aunque no sé si este acceso anticipado está a la altura de las expectativas que teníamos con él.
El título ha sido desarrollado por Endnight Games y editado por Newnight, y aunque aún no tiene subtítulos, está medianamente traducido al español, lo justo para que cualquiera pueda acceder a él.
Hijos del bosque
Sons of the Forest comienza de manera un tanto abrupta: nos encontramos en un helicóptero y a través de un portátil podemos acceder a tres fichas de tres personas desaparecidas. Supuestamente, nuestro equipo ha sido enviado a la isla a encontrar a estas personas, aunque de repente nos lloverán disparos y el helicóptero terminará cayendo. Una corta cinemática nos mostrará a una mujer vestida de plateado, que intentará matarnos pero terminará dejándonos con vida.

Aquí es donde comienza nuestra aventura. El juego tiene tres lugares de spawn para nuestro personaje: playa, bosque o montaña. Además, tendremos una novedad respecto al primero, nuestro querido compañero Kelvin, una IA que nos acompañará durante todo el juego. Kelvin (o Sordín para los amigos) se ha quedado sordo y mudo por el accidente con el helicóptero, por lo que nos comunicaremos con él a través de notas escritas. Podrá ayudarnos a recolectar materias primas, como palos o piedras, e incluso nos podrá pescar peces (el perro hace trampa y los saca de la nada, pero no vamos a quejarnos).
Eso sí, no le pidáis que os consiga troncos si estáis construyendo una casa en el árbol. No va a acabar bien. Eventualmente, también podremos hacernos amigos de una mujer rubia ciertamente peculiar, aunque en mi caso no fue así ya que la ataque desde un inicio. En mi defensa diré que me asustó y no le sentó bien. Pero si conseguís su amistad, podéis darle armas y tendrá munición infinita, lo cual os vendrá de perlas.

Sons of the Forest ha heredado el sistema de construcción y creación de su antecesor, para alegría de todos. Sin embargo, también ha heredado sus problemas, ya que realmente no tienes ningún motivo para construir una base más allá de por simple placer. Sin embargo, y a pesar de que aún no tiene tantas recetas como me gustaría, sigue siendo un sistema entretenido en el que eché bastantes horas para construir una base rodeada de estacas por el puro placer de ver como los enemigos se trinchaban como pinchitos morunos.
Más grande no quiere decir mejor
Esto es algo que ya arrastramos en distintos juegos. Ya lo dije con Elden Ring en su momento, tener un mapa gigante no equivale a calidad ni a que sea todo mejor. El mapa es grande, sí, pero carece de localizaciones icónicas como podría ser el agujero del primer título. Hay multitud de campamentos de caníbales, cuevas con botín y algunas casetas sueltas, pero nada de relevancia. Sé que es un título que aún está en desarrollo, pero viajar por todo el mapa sin notar mucho cambio se hace repetitivo y pesado.
En general, se nota que Sons of the Forest aún está incompleto. El ejemplo más claro es la historia, o más bien, la falta de. Las pocas cinemáticas que aparecen en el juego son cortas y inconexas, nunca sabemos que está pasando ni quién es nadie. La poca información está repartida en correos electrónicos impresos, pero todo es un poco vago. El juego no posee un final como tal, ni siquiera un jefe final contra el que luchar, lo cual aunque podría ser esperable de un acceso anticipado pero me apenó un poco.
Esto mismo sucede con las cuevas. En el primero, las cuevas eran laberínticas y presentaban un reto, en este caso, la mayoría son un pasillo en línea recta con algunas desviaciones y llenas de los mismos tres tipos de enemigos, muchas veces puedes pasar corriendo y no matar a ninguno y no repercute. Otra cosa que no me ha terminado de convencer es el hecho de que necesitas hacer las cuevas en cierto orden, pues te encuentras bloqueos por backtracking ya que necesitas ciertas herramientas para atravesar unas u otras.

La falta de supervivencia y la abundancia de glitches
Como buen survival horror, el elemento de la supervivencia es esencial en el juego. Las primeras horas en la isla puede que lo pasemos más o menos regular, ya que solo tendremos el hacha para defendernos. Sin embargo, tener a Kelvin nos asegura una fuente de comida inagotable, y nos faltan elementos que nos compliquen la vida. Por ejemplo, no es necesario hervir el agua antes de beberla, ni tampoco enfermaremos por estar cubiertos de sangre. Son pequeños toques que nos hacían la vida más difícil en The Forest, y que se echan de menos aquí.

Otro cambio es el hecho de que nunca moriremos del todo ni necesitaremos cargar la partida. Cada vez que nos maten (o muramos por otras causas, como una caída de gran altura), reapareceremos atados en una localización aleatoria con nuestro equipo a los pies. Sin duda, es un cambio que yo agradezco, pero a la vez le quita la tensión constante que le añadía algo de chispa al primer título. Aunque existe cierta variedad entre los enemigos, es cierto que en el juego se abusa de los mutantes, y los veremos tantas veces repetidos que ya ni siquiera nos impondrán respeto.
Por otro lado, contamos con una gran cantidad de glitches. Sons of the Forest no está especialmente pulido, pero cosas tan básicas como cadáveres que atraviesan suelos o paredes y que si despellejamos en mal momento, nos arrastrarán con ellos (sí, me caí desde dentro de una cueva y me tocó nadar hasta una playa y volver a hacer todo el camino) o troncos que rebotan en el agua. Todo el suelo debajo de la isla es agua, por lo que muchas veces veremos si los enemigos, troncos o piedras atraviesan el suelo, se oyen chapoteos. Es posible no solo duplicar de forma infinita troncos, también objetos comunes, ya que cada vez que salimos y entramos del juego han vuelto a cargar. En definitiva, se nota que aún le faltan por pulir muchos aspectos.
Conclusiones
Sons of the Forest es un título prometedor, pero actualmente es el esqueleto de un juego por terminar, y se nota mucho. Se han mantenido ciertos elementos de The Forest, como podría ser la ambientación, los mutantes o el sistema de construcción, lo cual es todo un acierto. Se ha mejorado el aspecto gráfico, aunque el juego aún necesita pulirse ya que está plagado de glitches. La historia es un placeholder total, lo cual es bastante decepcionante para un juego con un acceso anticipado estimado en 8 meses. A pesar de todas sus carencias, es un título que he disfrutado en parte, aunque si queréis jugarlo mi recomendación es que le deis unos meses a que esté completo.