Devolver Digital suele tener muy buen ojo con lo que publica, distribuyendo indies de todo tipo y sin presiones a los desarrolladores. Siempre se puede ver alguna propuesta original, y para promocionar el siguiente juego, lo han hecho excelente: “¿Serías capaces de adivinar el gameplay de este juego?” Refiriéndose, por supuesto, a Phantom Abyss, que era nada y nada menos que el primer título de Team WIBY, su primer tanteo en el mercado. El misterio empezó a girar por redes, e incluso después del tráiler, el estudio se paró a comentar y responder todas las dudas de su obra a todo aquel que quisiera. Yo fui uno de ellos, y ahora, tras haber explorando bien el Early Access, puedo entender mucho mejor qué buscaban Devolver y WIBY cuando publicitaban el videojuego, y es que Phantom Abyss será un magnífico material de streaming.
Aprendizaje sencillo y diversión automática
Ante nosotros se abre un plataformas-runner en primera persona con toques rogue-lite. Estamos encerrados en un templo maldito bajo tierra junto a una antigua deidad que nos dice que la única manera de escapar es consiguiendo una serie de reliquias. Por suerte, no será la única compañía, porque lo que hace destacar a Phantom Abyss de otros es su multijugador asincrónico. Si habéis jugado Death Stranding os sonará la vaina, pero para los que no, consiste en un multijugador que nos junta con otros jugadores, pero no en tiempo real.
Accediendo a un portal, se nos lanza a un templo generado procedimentalmente en donde se cargarán y mezclarán con gracia distintos caminos, trampas, cofres y secretos. Si fuera solo esto, el poder superar el desafío y conseguir la reliquia, sería bastante soso, y aquí entran los jugadores. Cada templo es único y solo hay un intento de superarlo; si mueres, no puedes regresar (a no ser que ingreses un código en el portal). Esto es así con todo el mundo. Nosotros no sacamos beneficio de morir, claro está, pero sí lo harán otros, porque podrán ver nuestro fantasma replicando exactamente los mismos movimientos, y viceversa.
Estos fantasmas dan, irónicamente, bastante vida a las partidas, porque pueden ser de gran ayuda o nuestra perdición. Imagina seguir a uno y ver que de repente va al techo, miramos arriba y, ¡sorpresa, un rincón secreto con un cofre! Nos apegamos más. Vemos que usa otros trucos que no sabíamos, como romper jarrones porque dejan monedas, las cuales se pueden usar en puntos de control para adquirir diferentes habilidades. Y aunque sea asincrónico, su interacción repercuta también en nuestro mundo. Tanto que, sin caer en la cuenta, le seguimos tanto que pasa corriendo por encima de una trampa y, al activarla, nos la comemos nostros. Ale, un corazón menos. Es una lección que nos lanza Phantom Abyss y sería algo así como que, a fin de cuentas, confíemos en nuestras habilidades sin depender en exceso de los otros, porque, recordemos, estos fantasmas son gente que murió en este templo, no querrías acabar como ellos, ¿verdad?
Al final, las partidas pueden empezar durando unos 30 minutos, pero como ocurre con otros tantos rogue-lite divididos por runs y perma-death, uno se acaba haciendo a las trampas, se conoce los trucos para avanzar rápido, sabe qué mejoras le vendrá mejor… En definitva, gana seguridad y cada exploración se acorta a 10 minutos. Cada partida se separa en hasta cuatro templos, a cada cual más profundos y complicados, que a su vez se subdividen en cuatro partes. Al final de cada templo debemos elegir si hacernos con la reliquia sencilla, o seguir yendo abajo a por un premio más gordo. Al prinicpio estaremos anclado en la primera area porque avanzar al siguiente templo requiere de una llave rara, que se puede conseguir en ciertos cofres o de forma asegurada en la sala final de la reliquia. Son un peaje extra para regular a los jugadores, aunque es tan fácil hacerse con varias con solo dos veces pasando por un sitio que ni se nota.
El Indiana Jones-like
Los templos malditos, arte azteca, mecanismos mortales y reliquias que pertenecen a un museo son un claro tributo a nuestro arqueólogo favorito de la gran pantalla. Tanto es así que nuestra herramienta predilecta es el látigo, solo que en Phantom Abyss se puede encantar con sellos. Lejos de poder usarse como arma, es un perfecto aliado para interaccionar con trampas y, sobre todo, llegar a sitios incalcanzables si solo saltaramos. Manteniendo el clic derecho del ratón, podremos apuntar a sitios que alcanzará el látigo con un solo golpe de clic izquierdo. Ahora, la pregunta del millón: ¿cómo se siente usarlo? Me temo que algo limitado.
Por un lado, superar un templo con un látigo puede resultar en que le quiten su lado negativo, por otro, morir es sinónimo de perder ese látigo hasta que un amigo o desconocido pase por ese lugar y lo recupere (o paguemos cierta cantidad de llaves raras para volver a tenerlo)
En cada partida se puede gastar las monedas que recogemos para poner sellos, pudiendo curar salud, frenar a las máscaras malditas que nos persiguen o conceder habilidades directas como sobre salto, descenso sueva, látigo rápido, látigo de más alcance, etc. Hay unos que son claramente mejor que otros y, quitando pocas excepciones, la sinergia es inexistente. Incluso podemos hacernos con látigos especiales que vendrán de serie con una bendición y una maldición, pero ni con esas consigue que el uso del látigo se especial. O sea, funciona muy bien cuando se usa en salientes, pero es porque nos lanza en una vertical enorme y prácticamente incontrolable, como si la física durante ese segundo dejara de existir. Adoro el uso del látigo en el entorno, pero como herramienta para avanzar, creo que podría tener un mejor trabajo para que se sienta más variado.
Objetivo: el streaming
Creo que esta sencillez mecánica, unido al progreso de aprendizaje tan bueno que tiene y la aleatoriedad medida de los templos procedimentales, son un gran atractivo para los streamers. De hecho, la campaña de publicidad de Devolver Digital giró mucho en torno a los influencers, una apuesta que cada vez más compañías se suman. Es un juego ágil al que no tienes que meter muchas horas para entender lo que te está pidiendo el juego, y aunque haya algunas muertes injustas, se sienten graciosas porque son por haber sido muy precipitado o no haber entendido la trampa que hay al otro lado.
Uno de los pies que más cojea Phantom Abyss, aunque por otra parte entiendo porque está en Early Access, es su poco incentivo para seguir jugando varias horas. Como decía antes, te puedes hacer al juego bastante bien y la verdad es que tiene mecánicas que se guarda muy bien como las bendiciones del látigo, pero eso no quita que la falta de variedad, pocas sinergias y casi nula motivación de seguir jugando pese a tener elementos de rogue-lite, me hace pensar que el juego necesita urgentemente más contenido.
Aunque me esté lanzando a la piscina sin mirar, no me extrañaría que metieran retos diarios o semanales, o incluso que metieran una función integrada en Twitch para que los espectadores de un streamer sean capaces de meter mano a los templos que se topará su streamer favorito.
Una idea original a tiempo de exprimir mucho más
Phantom Abyss puede ser buen material de streaming o bien un videjuego de esos que puedes jugar con la mente en blanco gracias a que su progresión de aprendizaje, mecáncias medidas y fluidez de movimiento son fáciles de asimilar. Puede llevar más tiempo el dominarlas totalmente como un experto, pero como tampoco es un juego competitivo, no es un gran problema. De hecho, me parece muy curioso que sea más bien un multijugador coopartivo “inintencionado“; No porque lo desarrolladores no lo quisieran así, sino por los propios jugadores, que de sus muertes se pueden sacar información útil.
No hay otro juego que se le compare. Es un título personal y único en su especie, por eso mismo parece que con el acceso anticipado en Steam quiere tantear el terreno, ver si es firme, aunque eso le suponga una primera toma de contacto poco impactante a pesar de las ideas que trae. Espero con ganas el día que saquen la versión completa porque de verdad pienso que aquí hay potencial. Por desgracia, me baso en mi instinto, algo que un crítico precisamente debería evitar, pero a veces es necesario compartir. Con esto intento decir que Phantom Abyss no es una apuesta segura, como muchos otros Early Access, pero me quedo más con esos momentos de muertes tontas o reliquias sacadas a uno de vida que con el escaso contenido o variedad de las pruebas, porque esto último, al menos, Team WIBY lo puede subsanar con el tiempo. Es justo eso, tiempo al tiempo…
