Si habéis estado siguiendo la pista a Predator: Hunting Grounds, quizás hayáis podido jugar este fin de semana a una versión de prueba del título, disponible en PS4 y PC. El juego se presentó en un State of Play de hace casi un año sin hacer demasiado ruido, pero con una propuesta muy diferente al resto de juegos basados en la licencia de Predator. Hasta ahora hemos podido ver al personaje en juegos de lucha (Mortal Kombat X) o en la maravillosa IP de Aliens VS Predator de Rebellion, pero nunca en un formato como el que ofrece Predator: Hunting Grounds; un tipo de propuesta que viene precedida de grandes fracasos como el de Evolve.
¿Qué nos ha parecido en este primer contacto? Pues, si bien aún quedan algunas dudas que resolver antes de su lanzamiento, las sensaciones son muy positivas, siendo un juego muy divertido y que aporta un soplo de aire fresco a este subgénero gracias a las posibilidades que ofrece la franquicia Predator, muy bien aprovechadas.
Cazador y/o presa
Predator: Hunting Grounds es un juego de acción totalmente centrado en la experiencia multijugador con un enfoque asimétrico. Las partidas se desarrollarán siempre entre un equipo de soldados humanos (hasta un máximo de cuatro personas) y un Predator; los soldados llegan a un entorno selvático para cumplir una misión que no tiene nada que ver con la presencia del letal alienígena; deberán cumplirla y llegar al helicóptero para escapar antes de que Predator les de caza… si es que puede.
Si bien no soy un experto en el género, sí que he jugado mucho tiempo a varias propuestas parecidas, como Evolve o Friday the 13th. Cada una de ellas ofrece un enfoque muy diferente que marca la dinámica de sus partidas. Unos se centran más en la acción y otros más en la supervivencia. Predator: Hunting Grounds introduce el sigilo y la caza como una variación muy interesante a la fórmula habitual del género, algo que afecta a nivel jugable tanto a los soldados como al Depredador.
Los que jueguen desde la perspectiva de los soldados lo harán en primera persona, como cualquier otro FPS del mercado, pudiendo además personalizar nuestro arsenal y nuestras clases con las diferentes armas y objetos que podemos ir desbloqueando. Aterrizaremos en un punto del mapa que se elige antes del comienzo de la partida, y debemos cumplir un encargo que nos irá llevando por diferentes puntos del escenario. Los entornos que he visto siempre eran selváticos, aunque con diferencias en su ambientación: en uno había un poblado pesquero, otro tenía más bases militares, también había uno con antiguas ruinas… Los objetivos son muy variados, obligándonos a movernos constantemente. Por ejemplo, deberemos matar a ciertos objetivos, después piratear unos ordenadores o buscar y destruir ciertos suministros; por supuesto, esto implica que nos enfrentaremos a hordas de soldados humanos enemigos controlados por la IA.

Podemos optar por el sigilo a la hora de entrar en estas bases enemigas, ya que si nos descubren darán la voz de alarma y la base se llenará de soldados con la intención de abatirnos. Aunque estos rivales tienen una inteligencia justita y mueren bastante fácilmente, si nos pillan desprevenidos o vienen varios a la vez, pueden ponernos en un aprieto. Es una pena, pero dado que jugué yo solo a esta prueba, no pude afrontar estos objetivos de una forma que no fuera asalto directo y sin sigilo. Aún así, la consecución de la misión no es complicada.
Sin embargo, hay un elemento que siempre está presente y es la sospecha de la presencia del Predator, algo que la banda sonora y la representación gráfica del bosque apoyan a la perfección: la música, los sonidos, las hojas que caen, los ruidos del Predator… Deberemos estar pendientes a cualquier señal que lo identifique, ya que podrá atacarnos en cualquier momento. Esto nos obliga a estar constantemente pendientes de lo que hay por encima de nuestras cabezas y de la necesidad de no separarse del grupo, ya que quedaremos a merced de este formidable enemigo. Si cazamos al Predator, el resto de objetivos pierden importancia y se él se convierte en la prioridad; pueden darse dos supuestos: la máscara del Predator activa una cuenta atrás para una explosión, teniendo que escapar del área para no morir. En el otro supuesto, aseguramos la integridad del cuerpo del alienígena, teniendo que defenderlo de las hordas enemigas hasta que lleguen a evacuarnos con el cadáver. La inmersión conseguida gracias a estos pequeños detalles que te hacen sentirte una presa es una de las sensaciones más conseguidas del juego.

Sin embargo, ser cazador también es igualmente emocionante. Como Predator, jugaremos en tercera persona, contando con mucha agilidad y una gran variedad de herramientas a nuestra disposición. Nos moveremos rápidamente por los árboles y entre las ramas con una navegación sencilla y guiada, que recuerda mucho a lo visto en la saga Assassin’s Creed. Tendremos una barra de salud y otra de energía, la cual gastaremos al usar la visión térmica, los proyectiles o la invisibilidad; se recarga automáticamente a los pocos segundos, pero debemos gestionarla hábilmente.
Acechar a nuestras presas humanas no es tan fácil como pudiera parecer, ya que deberemos escuchar bien de donde proceden los disparos o las radios para poder encontrarles y, desde ahí, no perderles la pista a la vez que no nos dejamos ver. A pesar de ser muy superiores a ellos, si nos dispara más de un soldado a la vez es muy probable que muramos o salgamos muy malheridos. Es muy importante buscar el desgaste de nuestros objetivos haciendo que luchen contra los enemigos, disparándoles y buscando siempre la mejor oportunidad para bajar a por ellos. Podemos matarles, pero habrá que “reclamar la presa” rematándoles, ya que si no pueden curarles o pedir refuerzos.

Una de las estrategias más interesantes que probé parecía sacada de la película: esperé a que uno de los soldados enemigos se separara un poco del grupo y entonces bajé a derribarlo, pero no lo rematé. Así, cuando sus compañeros acudieron a su rescate, pude bajar a terminar la cacería mientras estaban intentando revivirle. Hay muchas estrategias que probar siendo Predator; se ha logrado un equilibrio muy bueno entre sentirte poderoso, pero a la vez no ser claramente superior. El equilibrio en los primeros compases del juego parece muy adecuado.
El futuro de estas propuestas siempre es incierto
Las dudas que tengo con respecto a Predator: Hunting Grounds no podrán solucionarse hasta profundizar bien en el juego una vez esté todo el contenido disponible: habrá diferentes clases de Predators, cada uno con una serie de características y más armas disponibles. Habrá que ver si el equilibrio de las partidas se mantiene una vez nos enfrentemos a Predators armados hasta los dientes y con entrenamiento. Lo mismo se puede decir del bando humano, ya que si el equipo trabaja coordinado como un comando, espalda contra espalda y con una comunicación fluida, veo difícil la tarea del cazador.
Por otro lado, está el hecho de que el juego es una experiencia totalmente enfocada al multijugador; aunque su lanzamiento sea a precio reducido, hay que ver si Predator: Hunting Grounds puede crear una comunidad sobre la que sostenerse, algo fundamental en esta clase de propuestas.
Por el momento, Predator: Hunting Grounds ofrece un soplo de aire fresco al género aprovechando adecuadamente su licencia y posee un gameplay divertido, pero ¿será suficiente con el paso de las horas? Y vosotros, ¿habéis podido jugarlo?