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Primeras impresiones de My Time at Sandrock – Vuelta a la construcción

Simulador social centrado en la albañilería, la construcción y algunas mecánicas más

Uno de mis géneros favoritos es (y será) la simulación de granjas y cualquiera que se le parezca. Da lo mismo que la mayoría compartan unas mismas mecánicas base y cambien detalles menores, son juegos donde siempre encuentro un resquicio de paz y desconexión. My Time at Portia (el predecesor) fue lanzado en 2019, desarrollado por Pathea Games y editado por Team17. Este título nos proponía un simulador, pero no de granjas, si no del oficio de la albañilería y la construcción.

My Time at Sandrock nació inicialmente orientado a desarrollarse como un DLC del primer título, sin embargo, los desarrolladores se dieron cuenta de que tenían mucho contenido entre manos, y decidieron sacar el título como una secuela. Estrenado como Early Access (EA) en distintas plataformas, el juego se encuentra en una de sus primeras versiones, por lo que aún no está del todo pulido. Sin embargo, os puedo adelantas que las sensaciones que me transmite son (en general) positivas y que ha mejorado ciertos aspectos respecto a My Time at Portia.

My Time at Sandrock se ubica, al igual que el primero, en un mundo postapocalíptico (aunque no lo parezca por su estética y colores) 300 años después de lo que se conoce como «El Día de la Calamidad«, lo cual acabó con las tecnologías modernas que conocemos hoy en día. En esta ocasión, llegaremos a Sandrock, un pueblo en mitad del desierto, para labrarnos nuestro futuro como constructores. En esta nueva etapa nos acompaña Mi-an, nuestra compañera albañil y principal competidora (algo parecido a la rivalidad que existe en Pokémon).

Logan en la cinemática inicial del juego

El juego centra su historia ya desde el inicio en el bandido Logan, un antiguo habitante de Sandrock y que, aparentemente, nadie sabe por qué se volvió en contra del pueblo. A través de las misiones principales, podremos avanzar en la trama y se desbloquearán algunas mecánicas como la agricultura o ganadería (sí, el juego tiene de todo), además de nuevas zonas. El juego también cuenta con numerosas misiones secundarias de distinta índole.

La mecánica principal, al igual que en su predecesor, será la de la construcción de distintos objetos en nuestro puesto de montaje. Gracias a la creación de diferentes máquinas (desde hornos hasta picadoras), podremos procesar las materias primas que extraemos del entorno y transformarlas en nuestra mesa de trabajo. Al igual que en los juegos de granjas, estilo Stardew Valley, centran su ganancia de dinero a través de la agricultura, aquí nos ganaremos el jornal a través de las comisiones.

En esta entrega tenemos como novedad el reciclador, muy acorde al mensaje ecologista del juego

Sandrock es un «semi» mundo abierto, ya que aunque desde el principio podremos explorar por donde queramos, muchas zonas estarán cerradas y requerirán de cierto progreso. Al igual que en el anterior, encontraremos algunas ruinas del Viejo Mundo, llenas de minerales y reliquias. Las reliquias constan de varias partes, las cuales podremos restaurar en el museo para su posterior donación al mismo.

En The Breach no cuenta cuántos enemigos mates, sino que llegues al jefe final y lo aniquiles en el menor tiempo posible

Además, también contaremos con otros emplazamientos como The Breach, un centro comercial en ruinas donde podremos luchar por obtener la mejor puntuación y conseguir así materiales relacionados con la mecánica, como motores. Una de las mejoras más obvias es que los encargos de historia ya no tienen un tiempo límite para su realización, algo que sí ocurría en el primer título y que resultaba ciertamente agobiante.

Otra de las mejoras es, para mí, la traducción y la inclusión de voces para los personajes. Si bien es cierto que aún hay términos en inglés, la mayoría de la historia y los diálogos escritos están en español (para las voces habrá que esperar a la versión final, si es que llegase a hacerse) y con varios chistes y juegos de palabras que lo hacen realmente ameno y simpático.

Cada personaje tiene su propia personalidad, y los diálogos lo denotan mucho

Teniendo en cuenta que el juego está en EA, el rendimiento es realmente pobre. Intentar combatir cuando hay varios enemigos alrededor hace que los FPS bajen de repente, siendo muy notable en pantalla el cambio. Aunque yo me terminé acostumbrando, entiendo que habrá gente a la que esto puede generarle molestias. El juego también ha heredado las eternas pantallas de carga de su predecesor.

Existen distintas armas cuerpo a cuerpo, e incluso una pistola para el combate a distancia

Esto hace que en ocasiones, cuando tienes que entregar comisiones a distintas personas o completar diferentes misiones, se vuelva muy cargante tener que estar entrando y saliendo de los sitios. Estas pantallas de carga tendrían que ser algo inmediato, pero de momento cuentan con el atenuante de pertenecer a una versión alpha del juego.

Por supuesto, al ser una versión prematura, la historia y algunas localizaciones no están terminadas. Pese a no ser una gran historia (el juego ni lo pretende ni lo necesita), el juego te deja en un cliffhanger brutal, el cual me ha hecho que me quede con ganas de mucho más. Esto no una queja, es más bien un aviso, y a pesar de todo, My Time at Sandrock me ha ofrecido contenido para alrededor de unas 40 horas.

My Time at Sandrock es un título que tiene un futuro muy prometedor por delante. Han sabido conservar y mejorar las mecánicas, haciendo que este título destaque por no ser un «juego de granjas» al uso al centrarse en la construcción. Han desarrollado una nueva historia para nuestro personaje en esta nueva localización desértica, han dado vida a los personajes al dotarles de voces y diálogos a través de los cuales se marca su personalidad y han incluido una traducción al español bastante avanzada. El juego promete un modo multijugador para finales de este año, lo cual me parece algo a recalcar.

Aunque el juego cuenta con algunos problemas de rendimiento acorde a su estado de EA, si os gustó My Time at Portia, no os podéis perder esta entrega, siempre y cuando tengáis en cuenta que no estáis comprando la versión final.

Lucía Sáez Mariscal

Graduada en Periodismo, apasionada de los videojuegos, la lectura y ver series o anime. Si no estoy procrastinando con alguna de estas cosas es porque estoy escribiendo o dándole mimos a mi perra.
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