A finales de los 90, Looking Glass Studios, ya conocidos por las obras maestras System Shock y System Shock 2, sorprendió a todo el mundo con Thief: The Dark Project. Un juego en primera persona que se fundamentaba en unas mecánicas de sigilo sencillas pero efectivas, y llevaba la acción a un oscuro mundo de estética steampunk con algunos toques de terror.
A aquel juego le sucedieron algunas secuelas, Thief: The Metal Age y Thief: Deadly Shadows, junto con un reboot que apareció en 2014 llamado simplemente Thief. Unos juegos que resultaron realmente innovadores en su tiempo y que además, siguieron sentando las bases del género immersive sim, pero que, sin embargo, debido a su carácter de nicho, hoy día están tristemente olvidados.
¿Olvidados? Bueno, no para las mentes de Dillon Rogers y David Szymanski (este último conocido por el brutal FPS retro DUSK), quienes se han puesto manos a la obra para traernos este maravilloso Gloomwood. Una obra que, aun estando en estado de acceso anticipado, demuestra un tremendo cariño por la saga Thief y todo lo que significó para aquellos que lo vivimos en su momento.
Un viaje a la oscuridad
En Gloomwood encarnaremos a un médico atrapado en una ciudad victoriana donde es más que evidente que ha pasado algo chungo. Y es que no es muy normal que haya tipos armados con hachas, antorchas y rifles por ahí intentando darte caza. Así que comenzaremos nuestra aventura arrumbados en una fosa de cadáveres donde, presuntamente, han dado por muerto a nuestro personaje. Pero una misteriosa voz nos habla desde la oscuridad y nos libera encomendándonos «la misión».
Así comenzaremos una verdadera lucha por la supervivencia donde lo más importante es que no nos detecten. Y de hecho, a diferencia de lo que podemos pensar al ver un juego en primera persona con estética retro, Gloomwood contará una historia al jugador. Una historia de estas que se revelan a base de encontrar documentos que la gente ha dejado tirados por ahí, escuchando a los enemigos desde las sombras y ese tipo de cosas.

No voy a extenderme mucho hablando de qué va el juego, y es que la falta de traducción al castellano y de subtítulos ha hecho bastante difícil comprender según qué puntos. Por ahora solo podemos disfrutar de un doblaje al inglés más que decente. Sin embargo hay que recalcar que la narrativa del juego acierta en su forma de desarrollarse, ya que además, tampoco tendremos cinemáticas ni nada que interrumpa la acción, todo sucede a tiempo real y en nuestra cara. Por algo esto no es un FPS al uso, sino un immersive sim.
Con respecto a la ambientación se puede afirmar que, efectivamente, el juego hace honor al «Gloom» que lleva en su nombre. Porque vamos a encontrar sobre todo eso, Gloom, o sea, oscuridad para parar dar y regalar, de hecho se puede notar perfectamente en las capturas de pantalla que os muestro por aquí, y además ha sido una tarea bastante difícil hacerlas, vaya.

Pero tampoco os preocupéis porque nadie se va a quedar ciego jugando. La ambientación es oscura, sí, pero también se combina con cierta iluminación para crear una de las mejores atmósferas de terror que se pueden ver en un juego de este tipo. Este apartado, junto con el sonido, convierten a Gloomwood en una experiencia de lo más inmersiva. ¡Obligatorio jugar con cascos y el volumen a tope!
El homenaje a Thief no termina con lo oscuro y lo terrorífico, también hay que hablar de la «localización», por decirlo de alguna manera, donde sucede la acción. Y es que la ciudad de Gloomwood está repleta de elementos de la época victoriana que se fusionan con cosillas steampunk por aquí y por allá, y combinan de lujo con toda esa oscuridad predominante en el juego.

Que no te cojan
Lo principal en Gloomwood es el sigilo, un sigilo que funciona de una forma muy parecida a Thief, pero añadiendo algunos elementos de cosecha propia.
Al principio del juego nos darán un anillo que brilla según el cante que estemos dando, y que nos será de bastante utilidad a la hora de acechar a los enemigos, ya que la mejor y más segura forma de matar en este juego es apuñalando por la espalda a todo lo que se mueva.

Para evitar ser detectados no habrá necesidad de esconderse en armarios, ni debajo de mesas ni nada parecido. Bastará con utilizar la misma oscuridad de la que hace gala la ambientación del título, ya que en las zonas oscuras, los enemigos no darán con nosotros ni siquiera pasando a su lado. No obstante, también existe la posibilidad de lanzar objetos para distraer a los enemigos, o hacer que vayan al punto que nos interese. ¡Y mucho cuidado con dónde pisáis! Según la superficie haremos más o menos ruido.
Aparte de dar puñaladas traperas también tendremos una pequeña selección de armas de fuego, concretamente tres en estado actual del título. Sin embargo conviene solo utilizarlas en situaciones extremas ya que la munición escasea y los recursos para curarnos también. De hecho, un enfrentamiento directo con más de un enemigo puede significar una muerte segura, así que tened cuidado con lo que hacéis.

Porque Gloomwood es difícil y no suele perdonar fallos. Si nos matan, volveremos al último punto de guardado (el juego utiliza unos gramófonos distribuidos por los niveles para guardar) y tendremos que hacerlo todo otra vez. Este punto es fundamental ya que contribuye a crear mucha tensión al tener que superar grandes tramos de una sentada e ir casi siempre al límite. Sin duda alguna, la sensación de supervivencia y agobio en Gloomwood es fantástica.
El diseño de niveles
Para un immersive sim, el diseño de niveles lo es todo. Estamos ante juegos que deben permitir niveles abiertos, muy pero que muy explorables y sobre todo, que nos permitan abordar los enfrentamientos de diferentes maneras. Gloomwood cumple todo esto de manera sobresaliente.
De hecho, me han hecho falta tres vueltas a este acceso anticipado de dos horas de duración para descubrir todo (o casi todo) lo que hay oculto por ahí. Porque el diseño de niveles, sin ser algo que nos vaya a mantener perdidos durante horas, es bastante intrincado. Además, lo más seguro es que en una segunda vuelta al juego, descubramos mejores formas de abordar los enfrentamientos, así que os recomiendo que la primera partida no sea en la dificultad más alta.

El juego presenta varios caminos posibles para avanzar, y a veces es incluso posible que nos saltemos una buena sección del nivel. No obstante, la exploración recompensa no solo con recursos, sino también con el lore que nos puede dar el encontrar más pistas o escuchar alguna conversación. También se nos da la libertad de volver atrás por si creemos que nos hemos dejado algo, cosa que pasará al 100% en la primera partida.
Hasta este momento hemos disfrutado de unos pocos niveles, la decadente fábrica de pescado donde comenzamos, las minas, y el camino hacia el faro. Todos ellos mantienen la misma calidad y están muy bien planificados para ofrecer, de nuevo, una experiencia de lo más inmersiva.

Conclusiones
Lo peor de este acceso anticipado es que termina demasiado pronto, y probablemente, lo peor del juego completo sea justamente eso mismo, que tiene un final.
Estamos posiblemente ante un título de 10 si la cosa sigue por el mismo camino, ya que Gloomwood cumple a la perfección con todas sus pretensiones. Un sistema de sigilo sencillo pero efectivo y satisfactorio, una ambientación cojonuda y una impecable atmósfera de terror se unen en lo que es el heredero perfecto de Thief.
Recomendado no ¡Lo siguiente! Sobre todo a quien le gusten los Thief clásicos y los immersive sim como System Shock, Deus Ex, Arx Fatalis y todas esas cosas. Pero tened en cuenta que es un juego de nicho que además, intenta simular los gráficos de finales de los 90, así que algunos tendréis que abrir un poco la mente.