Últimamente las compañías han puesto de moda el utilizar este tipo de betas como formas de probar el funcionamiento de los servidores. Call of Duty: Vanguard es el nuevo título de la legendaria saga de disparos y hemos podido probar su modo multijugador durante los dos períodos de beta que ha tenido.
La propuesta de Sledgehammer Games es algo que nos resulta muy familiar, un juego basado en la Segunda Guerra Mundial. De este conflicto bélico ya hay poco que contar y pocos elementos en los que innovar. También hay que decir que, si quieres mantener el realismo histórico en el título, la cantidad de armas que tienes disponible para el título se reduce mucho.
Ritmo intenso en enfrentamientos multitudinarios
A lo largo de la beta hemos podido probar modos de juego clásicos como Domino, Buscar y Destruir o Baja Confirmada, además de nuevos modos como la Colina del Campeón. Los modos clásicos permiten que haya partidas con diferentes configuraciones de equipos, desde el más clásico seis contra seis, hasta grandes batallas 20 contra 20. Las batallas multitudinarias se conocen también como ritmo intenso, y la verdad que el nombre no engaña.
El modo Patrulla es una de las grandes novedades de esta entrega. Este modo nos obliga a conquistar un objetivo que se va moviendo a lo largo de todo el mapa. Esto hace que las partidas sean más dinámicas y fomenta la movilidad y la búsqueda del objetivo.

Es normal pensar en un inicio que un juego sobre la Segunda Guerra Mundial puede tener una jugabilidad algo lenta, comparándolo con juegos de guerra moderna a los que nos tiene acostumbrados la saga Call of Duty. Sin embargo Call of Duty: Vanguard para nada es lento: aboga por una jugabilidad rápida y el movimiento constante. Los mapas tienen muchos pasillos y bifurcaciones que hacen que sea complicado acampar en un spot determinado.
Incluye muchos elementos destruibles que sirven como acceso o atajo a diferentes zonas y caminos. El gunplay es muy satisfactorio, cada arma se siente completamente diferente y te obliga a jugar de una determinada manera. Los disparos a la cabeza son muy satisfactorios también y resultan letales en la mayoría de las veces.
Se mantiene el sistema tradicional de clases, con la opción de tener un arma principal, una secundaria, granadas de fragmentación y aturdidoras y tres ventajas que nos ofrecerán beneficios en combate.
Las asistencias se han quedado atrás; una vez dañes a un enemigo, si otro compañero lo mata, te contará como una baja. Te contará como una baja en las estadísticas, pero no a la hora de enlazar una racha de bajas. Las rachas de bajas mantienen un esquema bastante clásico dentro de la saga. Los perros siguen siendo un elemento desequilibrante, dándote una ventaja determinante una vez los consigues sacar.

La personalización es un elemento clave
Quizás el elemento innovador principal es la personalización de las armas, que se ha llevado a un nivel superior añadiendo la posibilidad incluso de cambiar el calibre de la munición de cada arma. Para acceder a todos estos desbloqueables tendremos que subir el nivel del arma, que se consigue matando enemigos con ella.
Todos estos accesorios que puedes añadir a tu arma, te darán una serie de beneficios y en algunos casos disminuirán alguna otra estadística de la misma. Es esencial encontrar el equilibrio correcto entre cada uno de los accesorios para sacar el máximo partido a tu arma favorita.
Las diferentes modificaciones que realices en el arma afectarán a su potencia, cadencia o el retroceso. Esta personalización hará que cambie la forma de utilizar tu arma o incluso cómo rinde en enfrentamientos cercanos o lejanos.

A pesar de no haber podido probar todas las armas disponibles en la beta, ya que se desbloquean por nivel, hay una variedad suficiente y además están recreadas de manera muy fiel a la realidad.
Los servidores han dado algunos problemas de estabilidad
Los servidores funcionaron bien durante los primeros días de beta cerrada. En los últimos días de beta abierta hemos sufrido algún que otro problema de conexión durante las partidas. Lo normal es que esto se solucione casi por completo de cara al lanzamiento final.
A nivel gráfico el título cumple con lo esperable. No supone una gran evolución con respecto a los recientes lanzamientos de la saga, pero mantiene una calidad digna de los shooters actuales. Seguramente estemos ante el último Call of Duty intergeneracional y ese salto gráfico lo veremos en el siguiente título de la saga.

Los fps se mantienen muy estables sin sacrificar calidad gráfica. Estos 60 fps son clave en este tipo de títulos, habrá que esperar a la versión final para saber si habrá otras configuraciones en consola.
El sonido es muy bueno, cuidando mucho los detalles de las explosiones y de los disparos de cada una de las armas. Los personajes a los que encarnamos en el modo online sueltan sus propios comentarios que dejan entrever la personalidad propia de los mismos.
Call of Duty: Vanguard parece ser una apuesta segura para los veteranos de la saga. Aún falta por conocer ciertos elementos como la campaña, el resto del contenido multijugador o cómo va a funcionar el título en su versión final para poder emitir una valoración final. Por lo que hemos podido probar se trata de un shooter sólido que no dejará insatisfechos a los seguidores de este género de videojuegos.
Esperamos poder contaros más acerca de este título a partir del próximo 5 de noviembre.