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Nos adentramos en las tripas de un mundo de muerte y metal. Death Trash llega en acceso anticipado

Un RPG clásico que da una vuelta de tuerca al género sin dejar de tener su propia esencia

Lo más importante a la hora de crear un buen videojuego es la pasión, tener buenas ideas y ser constantes con el trabajo. A veces si tienes la suficiente imaginación y talento no es necesario recurrir a un gran número de personas y un estudio de decenas de desarrolladores. Con que una sola persona tenga la motivación suficiente se pueden crear obras que quitan el hipo. En este caso, Death Trash es un juego desarrollado exclusivamente por una sola persona bajo el nombre de estudio Crafting Legends. Un juego que enamora desde el principio por sus mecánicas y jugabilidad mundo abierto y RPG. La parte negativa es que lleva cinco años en desarrollo y mínimo le queda un año más.

Hemos tenido la oportunidad de jugar al acceso anticipado del que promete ser un juego absorbente y memorable. Decir antes de comentar lo jugado que Death Trash no está completo en este acceso anticipado. Se puede intuir más o menos que este acceso abarca entre una cuarta parte y la mitad del juego. Para mi sorpresa el ver que en el momento más álgido de la trama aparece el mensaje de final del juego. Le queda mucho trabajo por delante para añadir esa variedad que casi necesita de armas, misiones e interacciones de un mundo interactivo que promete ser.

El juego te adentra en Noxus, una región postapocalíptica donde se mezclan seres monstruosos, carne y tecnología muy avanzada, estilo ciberpunk. Y es que, por todos lados de Noxus, han aparecido toneladas de carne que supura del suelo. Tanto es así que tiene sus propios monstruos y ecosistema, como por ejemplo el kraken que aparece al principio del juego, un ser abismal sin mucha inteligencia que lo único que pide es amistad y compañía. Por otro lado, que aparezca tanta carne soluciona uno de los problemas habituales del apocalipsis: el hambre. La carne se considera una bendición tan grande que muchos habitantes se preguntan si es saludable y hasta incluso moralmente aceptado el hecho de consumirla.

Además de la aparición de toda esa asquerosidad de tripas y sangre están las personas que crean una adoración hacia dichas apariciones. Se construye alrededor de la carne una religión que protege y hasta mantiene en secreto los misterios que esconde. Y en medio de todo ese caos aparecéis tú y tu personaje, alguien que no sabe quién es en medio de la nada, en un refugio administrado por robots. Lo único que sabes es que estás enfermo debido a los vómitos continuos que padeces. Tu única misión es saber qué te pasa mientras sobrevives en un mundo destrozado y digerido. Pero durante el camino vas conociendo magistralmente pequeños detalles que dan una razón de ser a tu existencia.

Su estilo, como ya hemos dicho, se basa en un mundo Mad Max desértico y apocalíptico. Mezclando la carne y el metal de manera coherente y en simbiosis. Su pixelart, aunque al principio un poco molesto, le da un toque retro que recuerda a los orígenes del género. Muy inteligente el uso repetitivo de sprites sin que sea una molestia visual. La cámara se sitúa en una perspectiva isométrica, de ahí que este juego se asocie mucho con el primer Fallout; de hecho, en cuanto a entornos y mundo, se asemeja mucho, demasiado incluso.

En cuanto a mecánicas jugables también es muy parecido al clásico RPG. Toda la acción transcurre en tiempo real, lo que implica una reacción y reflejos adecuada a cada situación que propone el título. No llega al punto de ser tan rápido y complicado como Hotline Miami, pero sí que bebe de su jugabilidad. La necesidad de asestar asesinatos rápidos es vital para que tu personaje no sufra una muerte prematura, debido a que, con cada daño que recibamos, será necesaria una cura. Y estas curas son principalmente a base de carne y órganos difíciles de gestionar en un inventario tan reducido de capacidad. Hasta el dichoso dinero ocupa una preciada casilla en la mochila.

En cuanto al personaje y sus habilidades tiene un potencial que aún no ha sido desarrollado completamente. A pesar de ello, algunas funciones como el sigilo te dan una ventaja casi desequilibrada. Al principio puede saturar, pero poco a poco descubres que todas las características tienen un por qué y forman un todo consistente y divertido de gestionar. Estadísticas, habilidades, un aparente buen sistema de crafteo, consumibles, gadgets, implantes y un apartado llamado mente. En este último se almacenan los recuerdos útiles que modifican los diálogos y permiten avanzar la historia con distintos personajes. Un sistema con un gran margen de mejora, pero de momento escueto en posibilidades.

En general un título muy interesante para los amantes de los RPG de mundo abierto clásicos. Sin embargo, si vas a hacerte con el acceso anticipado debes tener en cuenta que el juego tiene una duración de unas 5 a 10 horas, está inacabado y le faltan muchos elementos por incluir. Pero recomendamos que si tenéis la oportunidad de probarlo lo hagáis. Es un mundo absorbente muy bien construido, la trama es realmente interesante, siempre quieres saber más y estarás apoyando al creador para completar este título, que más o menos le queda un año según sus palabras.

Mindjellyfish

Apasionado a los videojuegos desde la más tierna infancia y adicto a canales de cocina desde la más tierna madurez.
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