Probé Fabledom en una de las recientes Steam Next Fest. Los eventos organizados por Valve donde muchísimas desarrolladoras permiten al público jugar diferentes demos de sus próximos juegos, para obtener tanto el feedback como la atención de los jugadores de la plataforma. El juego de Grenaa Games propone un setting bastante familiar: crear un reino a base de la gestión de los recursos y sus habitantes. Pero con la mentalidad de que este es un juego de chill, es decir, para relajarse y no pensar mucho. Hemos podido probar su versión actual en Early Access, justo tras recibir su primera gran actualización, para contaros si Fabledom ha logrado dar con este efecto.
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El poblado de tus sueños
Como he mencionado, Fabledom es un juego de gestión donde tenemos que construir un poblado con ambientación medieval. Pero antes de empezar, tenemos que elegir en qué reino construiremos nuestro imperio. Para ello contamos con un mapa generado de forma procedural, con varias regiones, cada una con diferentes características (zonas con mucho bosque, con poco agua, etc). Una vez elegido nuestro lugar, comenzaremos a jugar.
Empezaremos desde cero, con tres campesinos y un carro con algo de madera y piedra. Hay que construirles un hogar, un pozo de agua y, claro, una granja para tener comida. Cuando cumplamos sus necesidades básicas más campesinos se irán incorporando. Así, podremos asignarlos a cada vez más trabajos, como talar árboles, picar piedras, llevar los almacenes, dirigir el hogar y muchas otras tareas.
Los hitos de hecho se consiguen cuando llegan cierta cantidad de habitantes a nuestro reino. Según avancemos conseguiremos nuestras estructuras e incluso diferentes tipos de aldeanos, como burgueses, que requieren otro tipo de estructuras y pueden llevar a cabo trabajos más refinados, aunque actualmente la versión en la que se encuentra Fabledom solo hace énfasis en dos de los tres existentes.
Un trono no muy solitario
Esta experiencia hace que Fabledom sea una experiencia recomendada incluso en su estado de early access, con contenido aún por publicar
Pero Fabledom tiene una mecánica bastante única dentro del género, propia sobre todo de aquellos títulos que buscan ofrecer un gran realismo y un sistema de dinastías: la oportunidad de cortejar a otros gobernantes.
¿Cuál es la mejor forma de asegurar que la región de al lado, cuya líder es apodada «La reina del combate», no ataque nuestro reino? La respuesta es obvia, cortejando para caerla en gracia.
Está mecánica entrará en juego una vez ya tengamos un asentamiento bien abastecido, permitiendo al jugador descubrirla una vez ya haya dominado las bases jugables del modo gestión. Para llevarla a cabo, deberemos enviar mensajeros para contactar con el resto de reinos, hablando con sus mandamases. Una vez establezcamos el primer contacto podremos mejorar (o empeorar) nuestra relación e incluso enviar regalos. Si conseguimos subir nuestro nivel de amistad hasta un punto elevado podremos empezar el proceso de cortejo, que requerirá de algunas misiones y regalos específicos para completarse con éxito.
De momento este sistema en Fabledom está implementado, pero no desarrollado al completo. Se puede llegar a experimentar gran parte del proceso, pero a decir verdad, faltan las consecuencias de estas acciones y las opciones que puede llegar a tener.
Enseñando con la práctica
De momento Fabledom cuenta con una entretenida jugabilidad y un sistema bastante original de cortejo, pero de nada sirve esto si el juego no es capaz de guiar al jugador a través de todas sus mecánicas. Es por eso que el equipo de desarrollo de Grenaa Games ha tenido en cuenta cómo guiar al jugador durante los primeros compases del juego.
Realizar un tutorial puede ser algo que echa para atrás a muchas personas. A nadie le apetece dedicar una o más horas a leer cuadros de texto para comprender todas las opciones del juego. Es por eso que Fabledom toma otro enfoque en su tutorial: el orgánico.
Todo se nos enseñará directamente en la propia partida a modo de misiones. Desde mover la cámara a hacer nuestra primera casa, todo nos dará recompensa en forma de oro para poder construir más cosas. Así, siempre tenemos un objetivo en mente y sabemos qué podemos intentar de cara a un futuro. Normalmente en un juego de gestión es fácil perderse y perder la motivación para llegar a un nuevo objetivo, pero este sistema de misiones (junto al de ir subiendo de rango nuestro reino) nos hace tener siempre un plan de futuro a corto plazo, algo que pocos juegos de este género.
Relajación como meta
Hasta aquí Fabledom podría ser el típico juego de gestión que pasa sin pena de gloria. Con buenas ideas y ejecutadas de forma correcta, pero con la falta de contenido que impide poder evaluarlo como un juego completo a día de hoy. Pero Fabledom tiene una característica que ha formado parte de su propio marketing: ser un juego de gestión que transmite relajación cuando lo juegas.
Esto es muy difícil de valorar de una forma remotamente parecida a la objetividad. Pero en mi experiencia Fabledom ha sido una experiencia bastante relajante. El único objetivo a cumplir para que la partida siga es tener comida durante el invierno, que se consigue de forma sencilla en cuanto tengamos unos campos de cultivos suficientemente grandes. Podemos dejar de acoger a nuevos ciudadanos en el momento que queramos, no hay ninguna fecha límite. Todo ocurre al ritmo que creamos. Podemos ahorrar todo el dinero que queramos si tenemos paciencia para que pase el tiempo y dedicar horas a decorar sin tener miedo a perder toda nuestra partida.
Esta experiencia hace que Fabledom sea una experiencia recomendada incluso en su estado de Early Access, con contenido aún por publicar. Es cierto que hasta que no veamos el juego completo al 100% no podemos decir si Fabledom será un juego destacado u otro juego más, pero de momento apunta en la buena dirección. Si termina integrando todos sus sistemas a medias (como la capacidad de crear un héroe y ejército para explorar el mapa y pelear contra enemigos) podremos encontrar en Fabledom uno de los juegos más prometedores del género.
