Empezamos duro. No he querido maquillar nada la pregunta: ¿verdaderamente son necesarios o justos los HD Remasters?
Por si pillo a alguien fuera de juego, los HD Remasters consisten en, básicamente, un lavado de cara principalmente gráfico a títulos que salieron hace algún tiempo, con el fin de ‘adaptarlos’ a los ‘estándares actuales’ gráficos. Ahora, para los que sabían de antemano lo que eran los HD Remasters, hacedme el favor de dejar de reíros, que esto es serio.
Bromas aparte, esto ha sido una referencia a la cultura del remaster, ya que en muchos casos ni son buenos lavados de cara ni son de juegos de hace años. Pero eso ya lo desarrollaremos más adelante. Ahora vamos a dedicarnos a hacer un pequeño estudio sobre este formato del videojuego porque, por el bien de la industria, falta le hace.
Accesibilidad, el génesis de todo (o eso parecía)
Todos sabemos que el mercado del videojuego da asco. Videojuegos de pequeña tirada son comprados más por lo que podrán valer dentro de unos años que por el juego en sí. Y si no, que se lo digan a Babylon’s Fall, uno de los mayores fracasos de este año.
No hace falta irse a un juego muy rebuscado para ver que, a poco que sea uno no tan conocido o de tirada limitada (13 Sentinels para PS4 en su momento se quedó sin stock durante un tiempo), los especuladores tienen el ojo puesto desde el minuto uno. Sin ir más lejos, no encontraréis Berserk and the Band of the Hawk (2017) físico en PS4 por menos de 100 euros. Y estoy siendo generoso.
Todo esto viene a que, a día de hoy, es bastante complicado encontrar juegos en buenas condiciones, y no me refiero solo a su estado físico. Si quieres un Rule of Rose, debes contar con una PS2 funcional y 200 pavos, y eso si lo encuentras. Y así con todos los juegos raros posibles, con precios más altos y más bajos.
Seamos honestos, los HD Remasters no son una mala idea: hacen más accesibles obras pasadas con una adaptación gráfica y en sistemas actuales (recordemos la popular colección de ICO y Shadow of the Colossus o la infame duología Silent Hill HD Collection). Sí, algunos tuvieron sus fallos, pero es indiscutible que nos dieron una segunda oportunidad para poder disfrutarlos.
Como podéis ver, hay una nota característica con los HD Remasters de hace algunos años: eran colecciones. Incluían más de un juego porque ya no eran novedad, no era un negocio, nadie quería pagar por un juego antiguo y manido el precio de uno novedoso y fresco. Pero las cosas, por suerte o por desgracia, han cambiado.
Las polémicas más actuales
Los ejemplos que aquí voy a desarrollar han sido polémicas recientes y, aunque una más que la otra, muy sonadas. Y, para la desgracia de sus fans, ambas las capitaneó Nintendo. Así es, hablo de Super Mario 3D: All Stars y The Legend of Zelda: Skyward Sword HD.
Voy a empezar con la más tranquilita. Skyward Sword fue el autoregalo de la saga por su 25 aniversario. Un nuevo título que empleaba el novedoso Motion Plus, un periférico para el WiiMote que nos proporcionaba unos movimientos mucho más precisos, cosa que, eso sí, fue necesaria para jugar, por lo que si no lo teníamos, no podíamos jugar. Una jugada un poco fea en mi opinión, pero bueno, al menos nos dio un muy buen juego cuyas mecánicas con el mando no eran malas.
En verano del año pasado 2021, el año del 35 aniversario de la franquicia, Nintendo decidió relanzar el videojuego, en forma de port a Nintendo Switch, aprovechando que la consola, con sus Joy-Cons separables, daba una sensación jugable idéntica a la que tuvimos en Wii. Pero claro, en esta ocasión la cosa chirrió. ¿Razones? Por una parte, repetir juego en un aniversario (irónico, ya que muchos, entre los que me incluyo, esperábamos un bundle de Wind Waker HD + Twilight Princess HD, ya lanzados por separado hace tiempo en Wii U. Perdón por mi hipocresía) y, por otra, el amiibo de Zelda.
Para quien no lo sepa, este amiibo fue uno de la Zelda del juego con su pelícaro, que fue lanzado a precio aumentado (más de 25 euros) y que daba ventajas dentro del juego (menos mal que no era un multiplayer…), entre las que se encontraba el viaje rápido. Claro, precio aumentado más ventajas dentro del juego más coleccionismo incipiente igual a ventas. Desconozco si el amiibo fue rentable o no, pero lo que sí sé es que la polémica fue grande.
Sumamos que, además, salió a precio completo (oscilando los clásicos 60 euros) y tenemos polémica gorda, y a ver, razones no faltaban. Punto a favor para los fans.
Ahora viene la madre de todas las polémicas, la colección que a más jugadores revolucionó: Super Mario 3D: All Stars.
Esta colección consistía en reunir tres de los más grandes Mario de la Historia: Super Mario 64, Super Mario Sunshine y Super Mario Galaxy. A priori, suena bien. Pero cuando lo desmenuzamos, vemos el horrible interior.
Para empezar, estos juegos no fueron tocados prácticamente nada respecto a los títulos originales para meterlos en esta colección especial (porque sí, fue conmemorativa del 35 aniversario del fontanero, a 60 euros y con límite en el espacio y en el tiempo. Copias limitadas y disponibilidad finita en la eShop por período de aproximadamente siete meses. Ole, Nintendo). Si eso, la inclusión de las BSO de los títulos (algo a agradecer, al menos), y que hicieron que pudiéramos controlar la cámara en Super Mario 64, aunque no era algo preciso y seguía siendo incómodo. Pero eso es sólo una parte.
La falta de Super Mario Galaxy 2 fue dolorosísima. La saga Galaxy casi que se entiende como una unidad, como si ambos juegos compusieran uno solo. Personalmente jugué a la segunda entrega en Wii tras maravillarme con la primera y comparto esa idea, por lo que no entiendo la ausencia de esta en la colección. Pero el caso es que la omitieron y no parece que a estas alturas podamos ver su implementación en la colección vía DLC o similares. Una pena.
Esta colección, a pesar del hate que recibió, salió bien parada en ventas y tenía incluso defensores. Yo mismo adquirí la colección por Sunshine, ya que jugarlo en GameCube no me compensaba, pero la gente que se quejaba de la calidad de la colección tiene mi apoyo, porque la verdad es que el tema es para echarse a llorar. Un copypaste de los juegos originales de 64, GameCube y Wii para seguir viviendo de las rentas. Okay.
Una cuestión personal
Esta última parte consiste en un asunto del que jamás escuché hablar a nadie y que desarrollé por mi cuenta: ¿a nadie le llamó la atención The Last of Us Remastered?
Recordemos que la obra maestra de Naughty Dog fue lanzada durante los últimos coletazos de PlayStation 3, en 2013. Ese mismo año salió al mercado PlayStation 4, la nueva consola de Sony. ¿Qué sucedió? En 2014, un solo año después del lanzamiento del original, salió al mercado The Last of Us Remastered para PS4, con todas las comodidades: multijugador online funcional a día de hoy, DLC Left Behind incluido y 60 fps. Sí, es una buena versión, pero, ¿era necesaria tan pronto?
Puedo llegar a entender el fenómeno de las ‘ediciones definitivas’ en los casos en los que los DLCs son de calidad y cuya existencia no tiene como único fundamento sacarle los riñones al jugador con contenido esencial que le faltaba a la versión base: The Witcher III: Wild Hunt tiene dos expansiones magistrales y tuvo su correspondiente versión GOTY pasado un tiempo, y es algo que comprendo. Pero el caso de The Last of Us es distinto.
Sí, es una buena versión, pero, ¿era necesaria tan pronto?
Quiero decir, hablamos de un año de diferencia. Es cierto que el cambio de hardware puede tener algo de culpa, ya que la popularidad del juego fue asombrosa y, en casos como el mío, ayudó a mucha gente a poder disfrutar de la historia de Joel y Ellie, ya que yo nunca tuve una PS3. Pero, viéndolo en perspectiva, extraña mucho que lances el mismo videojuego un solo año después del original y teniendo la palabra Remastered como reclamo de ventas.
Siempre digo que gustos hay como personas en el mundo y cada uno pensará que esto está bien o está mal, pero es un asunto que siempre me había causado cierto resquemor tanto por las circunstancias del propio juego como por los que fueron después, ya que esta moda de los HD Remasters al poco tiempo de salir los originales es algo que se está convirtiendo en habitual. En mi caso personal me sirvió, pero aún así el concepto no me terminó de gustar.
En resumen… ¿bien o mal?
Igual me repito muchísimo, pero esta es otra ocasión en la que llamo al criterio individual. Afortunadamente, estos productos son elecciones, unx mismx elige si lo que le aporta ese juego compensa el gasto de dinero que se hará en él. Yo mismo adquirí dos de los ejemplos puestos en este texto porque la balanza se decantaba a favor de la compra.
Parece que estos asuntos son así de fáciles de cerrar y que el resto del texto no es más que rimbombancia escrita, pero la cosa va mucho más allá. Con estas palabras intento dar a conocer una situación objetiva, que dé un mejor punto de vista de todo este asunto y de sus circunstancias y que, al final, ayude al consumidor final a decidir mejor respecto a sus necesidades. Así de claro.