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¿Has visto este juego? Stick to the Plan

Todo conforme al palo, digo al plan

Roberto es un perro menudo, negro y de ojos saltones cuya misión será recoger el palo de mejor calidad y llegar a la meta. Esta adorable bola de pelo es la protagonista de la historia de Stick to the Plan, un título, que además de ser un juego de palabras muy mono, es un juego de rompecabezas. Con una premisa simple y mecánicas que pillas al vuelo, el equipo de Dead Pixel Tales ha creado una experiencia corta y satisfactoria para cualquier amante de los puzles.

Los rompecabezas de Stick to the Plan consisten en mover a Roberto de punto A a punto B. Cada nivel se divide en casillas por las que avanzar, y aunque en un principio la cosa es fácil, a partir de cierto punto la dificultad va aumentando bastante porque hay que sumar a la ecuación el palo. Obviamente Roberto lleva el palo en la boca, y en lugar de una casilla, en conjunto ocuparán dos o hasta tres casillas. Esto significa tener en cuenta la posición y la orientación del protagonista canino. Por una parte, nos movemos por las casillas en las cuatro direcciones, y por otra, podemos girar al perrito. Como ya dije, la premisa es fácil, pero este videojuego tiene su intringulis; basta con ver el tráiler para hacerse una buena idea:

Con este vídeo también se puede notar el aura relajante entre la música y los escenarios, entre lo real y lo fantástico. La verdad es que suaviza cuando no paraba de chocarme contra el mismo obstáculo una y otra vez hasta que tomaba algo de perspectiva. Stick to the Plan tira mucho de la orientación visoespacial, a veces del ensayo y error, pero sobre todo de nuestra capacidad de localizar e identificar la dirección de un cuerpo en movimiento.

Viñetas de como Roberto llega a la perrera en Stick to the Plan
Veremos la historia de Roberto en cómodas viñetas como esta, sin texto

Dónde cogemos el palo, dónde lo dejamos, cuándo lo recogemos… con cada nueva prueba nos irán surgiendo más preguntas como esta gracias a un ingenioso diseño de niveles dividido en cuatro mundos, y un quinto algo más especial. En fin, va tocando ahondar más en la experiencia de juego.

Con un total de 70 niveles, Stick to the Plan sigue la filosofía de introducir nuevas mecánicas al inicio con unas señales legibles y las pone a prueba; Mecánicas que irán desapareciendo y añadiendo otras en cada mundo. Estos mundos son:

  • El barrio (13 niveles). El más sencillo, que sirve de tutorial para los controles estándar y aprender a dominar los espacios cuando llevamos el palo.
  • La perrera (16 niveles). Mete dos obstáculos nuevos: las cloacas, para cambiar de casilla, y las verjas, que impiden el paso a no ser que cueles tu palo por el hueco. Casualmente dos métodos que van directos a la posición y orientación de Roberto, respectivamente.
  • El vertedero (16 niveles). Hay tres mecánicas nuevas, dos de ellas centradas en el ritmo de unas trampas que impiden el paso, y una tercera con crear nuevos pasos usando palancas. Aquí no se mira tanto al perro, sino a todo el entorno en conjunto.
  • El bosque de las luciérnagas (15 niveles). El más difícil de todos y en donde más hay que abusar de los botones de rehacer pasos y rehacer el nivel desde cero. En este mundo las decisiones son más importantes e incluso puedo llegar a decir que penalizan el haber tomado una serie de movimientos mal. Plataformas móviles por palancas, puentes quebradizos y el hecho de que no basta con llegar a la meta con el palo a no ser que tenga fuego.
  • ¿¿¿??? (10 niveles). No quiero ni mencionar el nombre para dejar la sorpresa. Aquí veremos por pura narrativa visual qué es lo que motiva al perro a hacerse con el mejor palo que encuentra, y es muy emotivo. A pesar de ser el último, diría que es el segundo mundo más sencillo, y si bien se pone a prueba todas las mecánicas anteriores con el paso de los niveles, no hay una escalada de dificultad. Creo que el equipo podría haber hecho unos niveles que sean emotivos y que siguieran con el escalado gradual, no son una antítesis. Puede que algún elemento externo, como falta de tiempo o recursos, les jugara una mala pasada en el desarrollo.
El vertedero, nivel de Stick to the Plan
El barrio, nivel de Stick to the Plan
El bosque de luciérnagas, nivel de Stick to the Plan

Al contrario del, a primera vista, aspecto tontorrón del protagonista, la historia es enternecedora y toda una muestra de que los perros son un amor de compañeros en nuestro día a día. Seguir todas las desventuras de Roberto hasta conseguir un palo bueno me llegó a la patata.

Stick to the Plan es el primer título de Dead Pixel Tales, y aunque la propuesta de juego da para unas pocas horas, que solo tres personas hayan sacado adelante el proyecto es impresionante: Julia Cajigal “Rocket Raw”, Raúl Arenas “Naburo” y Javier Camacho “Delunado”. En cosas como el diseño de niveles, los escenarios vibrantes de vida o la banda sonora acierta de pleno, pero en cuestiones técnicas como los modelos 3D o que no haya apenas animaciones les faltan más pulido.

Si os ha llamado la atención, se puede comprar en Steam por 9,99 €, y con un 20% de descuento hasta el 19 de septiembre. Además, sabemos que una versión para Nintendo Switch están en camino.

Daniel "Fullbull" Rubio

No me pidas mucho para los textos, que solo hice el bachiller de ciencias. En esta vida me gustan tres cosas: cerebro, videojuegos y carlinos.
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