El siglo XXI ha supuesto un paradigma inédito en el campo de la tecnología, y con ella llegamos a un verdadero desarrollo de los videojuegos que pocos podían imaginar a finales del siglo pasado, pero, ¿qué seria un videojuego sin una banda sonora que la acompañe? ¿Cuál ha sido el papel de ésta a lo largo de las décadas? Yo os pregunto, qué sería la saga Final Fantasy sin esa exquisita banda sonora que la abraza o The Legend Of Zelda, que en cuanto escuchas su tema principal instantáneamente te emocionas y consigue convertirte en un verdadero héroe. La música en los videojuegos ha tenido una evolución tan progresiva como emocionante.
Hoy vamos hablar de la ya premiada banda sonora de Devil May Cry V (y eso que aún no había salido su último tema). Estamos hablando del ganador del “Future Division” de los Japans Game Awards. A priori, no nos parece extraño que la banda sonora haya tenido tanta repercusión tratándose de una obra compuesta por diferentes profesionales del medio pertenecientes a distintas partes del mundo, a saber: Kota Suzuki, compositor japonés colaborador de Capcom (muy reconocido por su aportación a la banda sonora de Resident Evil), Cody Matthew Johnson, productor musical conocido por sus composiciones mixtas contemporáneas con guiños tanto a la música tradicional como a la electrónica, Casey Edwards, multi-instrumentista que destaca por todos sus trabajos en los medios audiovisuales y el gran compositor de bandas sonoras de películas, Jeff Rona. La labor musical que se hace en DMCV rescata la mejor versión de la electrónica con el rock más macabro de principios de los dos mil.
El mundo cultural underground, del que bebe totalmente esta banda sonora, siempre ha sido más receptivo a los estímulos del mundo moderno, y con ello la tecnología ha sido aplicada desde el principio con los primeros sintetizadores que ya se mezclaban en los setenta con la distorsión de las guitarras eléctricas más agresivas del planeta.
La música y la estética van de la mano formando un todo
El trabajo constituido por un conjunto de 136 temas que mezclan elementos del techno, rock progresivo y deathcore nos introduce a un mundo oscuro lleno de ritmos enérgicos que no puede pasar desapercibido. En primer lugar, se trata de un trabajo que aúna características de diferentes géneros a la par que recoge la esencia más pura del metal. Según las palabras del musicólogo especialista en música urbana Franco Fabbri estaríamos ante el típico “cajón de sastre” característico de las músicas urbanas, por lo que la clasificación del género se vería empañada por la riqueza de elementos que alberga dentro.
Y también, hablaremos de la importancia y del buen cuidado que lleva detrás toda la parte de diseño de los personajes, hablando en un contexto histórico de su indumentaria y como compagina a la perfección con su música. Ya que al final, todo debe de ser un conjunto que se complemente.
Para este artículo he contado con la ayuda de Cristina Aguilera, musicóloga, y casi hermana, por lo cual hace que me estrene en este mundillo de escribir artículos de una manera más especial, ya que «It’s dangerous to go alone».
All of these thoughts runnin’ through my head
En este artículo vamos hablar de los tres temas principales y que seguro que los tendréis en vuestras cabezas si habéis jugado a este título, Devil Trigger, Crimson Cloud y la más reciente, Bury the Light. También veremos cómo al final todo se vuelve un conjunto perfectamente diseñado para lograr la perfección.
En el caso de Devil Trigger, tema principal de Nero, comienza con una entrada típica de los sonidos del subgénero acid (estilo de música de las discotecas). El sonido lisérgico en cadena modernizado con las nuevas técnicas de producción da paso a una explosión de energía propio de bandas de metalcore. En el apartado instrumental nos encontramos con sintetizadores muy distorsionados que sustituirían a la clásica guitarra eléctrica sin por ello perder el sabor a género rock que desprenden todos los temas. Llama la atención el riff ejecutado con un punteo firme a contratiempo que da paso a la parte vocal, compuesto con guitarras afinadas en re mayor al estilo trash de finales de los ochenta. Aún con todas estas referencias a tiempos pasados no pierde la frescura y es un tema que se siente actual.
Sabiendo todo esto, podemos sin ver la imagen de Nero, imaginarnos a un chico joven de la edad de salir a discotecas en vez de estar matando demonios. Su estética acompaña a todo esto, ya que encontramos un estilo de ropa más desenfadado, juvenil y más actual si los comparamos con el resto de personajes. Una estética que empezó en 2006, donde se empezaron a llevar las trincheras y los vaqueros.
Fight for your life! Fight for your life!
Crimson Cloud, el tema principal del nuevo personaje que se estrena en esta entrega, V, es un tema mucho más pesado y oscuro en el que la fuerza reside en el aspecto vocal, por lo que el acompañamiento solo se encarga de realzar el mensaje que transmite la letra. El doble bombo y los riffs de guitarra hacen que el aspecto final del tema sea mucho más orgánico y tradicional, algo propio de los subgéneros del metal. En esta pieza destacan también los elementos sonoros robóticos que parecen sacados de un moog Theremin y la reverb de caverna aplicada a las voces.
No sería descabellado hablar del industrial y el gothic, ya que V encaja perfectamente en este movimiento: un personaje oscuro, misterioso, lleno de tatuajes que viste de cuero y por si ya no nos quedaba lo suficientemente claro, con el pelo largo. Un personaje atormentado que conoce su final, y en este tema explica perfectamente su situación límite donde el tiempo está en su contra y toda la ansiedad que eso debe llevar. Tener una misión que completar y que tu tiempo se esté acabando.
Su indumentaria se debe a la moda que salieron de las calles, como forma de protesta en 1977 en adelante. Gente inconforme, que luchaba por lo que creían correcto.
El «Glamour gótico» se materializó en Londres, donde hombres y mujeres llevaban prendas de cuero ceñidas y drapeadas inspiradas en la ropa de luto victoriana y en Drácula de Bram Stoker, este movimiento se popularizó enseguida, tanto es así que en nuestro tiempo esta corriente sigue vigente y es un uso que podemos ver en muchísimos personajes de muchos juegos.
Algo que me llamo mucho la atención cuando vi a este personaje fue que pensé, «¿Lleva unas sandalias?», cuando por su estética lo que mejor le encajaría serían unas botas de cuero o un zapato más cerrado, pero creo que encontré la solución al pensarlo más detenidamente. Las sandalias se remontan desde la antiguo Egipto y a través de los años hasta en la actualidad ha ido cambiando en cuanto diseño y materiales, pero la esencia sigue siendo la misma. Y creo que la clave se encuentra en Egipto, entre ellos eran poco usadas para el día a día y eran más empleadas como metáforas para el viaje al más allá. Se las ponían a los muertos.
I am the storm that is approaching
Y el último tema, del personaje que más se ha hecho de rogar en aparecer, Vergil con su canción llamada Bury the Light. El tema más afín al metalcore: sonido saturado, guitarras distorsionadas haciendo quintas, batería potente con doble bombo y elementos progresivos. Abre el tema un violín electrónico afilado que dará paso a los sintetizadores que funcionan como ambiente y sostén al sonido de banda. La estructura de la canción responde al patrón vocal-instrumental con breakdowns que se intercalan hasta llegar al momento de lucimiento del instrumento solista que ejecuta una escala diatónica.
La calidad técnica de los instrumentistas se deja ver tanto en los punteos como en la parte rítmica repleta de amalgamas, así que con esto solo podemos afirmar que estamos ante una de las mejores bandas sonoras de la historia de los videojuegos debido a su calidad técnica, proceso compositivo y producción.
Bury the Light es una canción enriquecida, profundamente ambiciosa y que se siente perfecta, como si de un ser supremo estuviéramos hablando, un ser que viene como una tormenta, y que sin duda no va a pasar desapercibida. Y así es nuestro querido Vergil, junto a V los que más destacan en su apartado de diseño de indumentaria, «se salen» de lo establecido, y este presenta ropa que si la comparas con la de Nero podemos ver un personaje «que no es de esta época». Algo que encaja perfectamente con la sintonía de su historia.
Su estilo, está arraigado y sacado del contexto histórico del año 1854, cuando el hombre vestía con levita y chalecos bordados. Una época donde a esta corriente se les conocía como a «los nuevos Dandis» (y lo que es nuestro Vergil).
«All things end, Dante. Even us…»
Tras escribir este artículo lo que deseo es que se vea todo el trabajo que hay detrás de un videojuego, y no quedarnos con lo de siempre, hay más artes detrás que deben de tener su reconocimiento. También quiero que se vea como todo tiene un contexto y que cada idea o acción viene por algo que normalmente lleva mucho trabajo de investigación detrás, y lo que a priori nos puede parecer un simple detalle de un personaje seguramente tenga una explicación que nos sorprenderá.
Para terminar, quiero dejaros con dos estupendos análisis que han realizado otros compañeros, tanto de la versión original como la Special Edition del maravilloso Devil May Cry V.