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Cyberpunk: Edgerunners y la esencia del género

Cuando el mensaje es tan sutil como una patada en la cara

Hoy en día, creo que el cyberpunk es más importante que nunca, y cada vez más vivimos en el estereotipo del mundo que representa. Un mundo controlado por corporaciones y empresas, con muy poca visión de lo que es ético. Una sociedad que «funciona» gracias a un capitalismo llevado a extremo, donde las barreras sociales son gigantescas y todo está pensado para favorecer a quien ya tiene recursos. De hecho, esta definición ya se adapta demasiado bien a algunas de las naciones más capitalistas y liberales que existen.

Sin embargo creo que a veces este tipo de obras se puede ir demasiado por las ramas. Esto no es algo negativo y, aunque personalmente hace que me cueste entrar más en ella, en realidad lo considero algo necesario. Plantearse preguntas sobre la humanidad, la moral, la identidad propia y la consciencia me parece muy interesante, aunque el tratamiento de estos temas puede hacer que se deje de lado el mundo donde se construyen. Y precisamente por ignorar más estos aspectos, Cyberpunk: Edgerunners me ha gustado tanto.

[ALERTA DE SPOILERS: Este artículo contiene spoilers de la serie de anime de Cyberpunk: Edgerunners, incluyendo su final. Avisado quedas.]

cyberpunk: Egderunners captura. David andando por la calle

Empecemos hablando del primer episodio de Cyberpunk: Edgerunners. Un episodio que expresa perfectamente como es esta sociedad.

Desde la primera escena ya vemos indicios de esto. David Martínez, el protagonista, disfruta de una simulación VR que le hace vivir los últimos minutos de vida de un asesino que se ha vuelto loco, debido a un exceso de implantes robóticos. Un baño de sangre y violencia que no para hasta que el ciberpsicópata es abatido. Una insensibilización de la violencia más gore que usa un adolescente de 17 años como entretenimiento.

El estado del mundo, en especial en lo relativo a las clases sociales más bajas, lo descubrimos en los próximos minutos. David no pertenece a un hogar adinerado, su madre tiene problemas para los gastos del hogar y de la academia de su hijo. Le vemos pasear mientras cruza barrios llenos de personas sin techo, gente vomitando a plena luz del día y demás espectáculos demasiados grotescos para realizarse en horas demasiado tempranas.

A nivel social también observamos esta diferenciación. Gracias a que David va a una academia de corpos, los pertenecientes a la alta sociedad, vemos como es marginado por activa y por pasiva. Nada más llegar a clase es recibido con burlas por uno de los estudiantes de mejor familia. Incluso el holograma que simula un profesor ignora las mofas y las provocaciones con el fin de «seguir la clase».

cyberpunk: Egderunners captura. Gloria y David
Desde el primer momento queda claro que Gloria es lo más importante para David en este mundo

Pero todo esto se lleva al límite cuando vemos como el capitalismo ve la vida de una persona como un recurso. Vemos como la madre de David es ignorada por los servicios médicos de emergencia por no tener seguro, lo que la lleva a una muerte prematura.

Aquí es cuando Cyberpunk: Edgerunners nos grita a la cara como este mundo está corrupto. Un lugar que valora el dinero ante el derecho más universal, viéndolo como una acción mundana y sin importancia.

Con un primer episodio que muestra perfectamente los engranajes de una sociedad cyberpunk y un protagonista que ha perdido todo, Cyberpunk: Edgerunners ya se puede permitir centrar el resto de su atención en David y su evolución, que cumple paso por paso la teoría de la profecía autocumplida.

Puede parecer cuando vemos la serie que el joven Martínez tenía más opciones cuando decide instalarse un implante militar. Pero, expulsado de la academia, sin ingresos y con su única familia muerta, David se ve empujado a esto, aunque solo sea para expresar su rabia.

Así termina en una banda criminal, la que estaba relacionada con su fallecida madre. Ahora, la decisión es clara: Morir o trabajar para ellos intentando compensar su deuda. Así, al menos, no solo sobrevive, sino que logra ingresos para poder vivir decentemente, además de poder comprar inmunobloqueadores para controlar los efectos secundarios del implante.

cyberpunk: Egderunners captura de la pandilla de Cyberpunks compuesto por David, Lucy y el resto.
David encuentra una nueva familia, pero debido a ella cae en un espiral de violencia y caos

Aun así, el joven aún se controla, y decide no instalarse ningún artefacto más, ni siquiera a cometer un solo asesinato. Se integra en el grupo, aprende nuevas habilidades, pero se niega a usar cualquier arma mortal.

Todo cambia cuando la realidad le vuelve a golpear: Un miembro de la banda muere a manos de un ciberpsicópata. En esta situación de shock, justo cuando la vida de Lucy esta en riesgo, David decide que la prioridad es defender a quienes les importa, y mata por primera vez, usando una pistola.

Esto marca un antes y un después. Una señal que le recuerda no solo que ya no podrá volver atrás, sino que la vida en este mundo es muy volátil.

Aunque David no tuviera una verdadera elección a la hora de introducirse en el mundo criminal, hay algo que le influye incluso más: Como todo personaje con el que interactúa le recuerda constantemente que o bien es un genio increíblemente resistente a los implantes, o bien que si sigue por este camino acabará convertido en un loco que pierde todo uso de la razón.

Esto solo se refuerza con la muerte de Maine, el que ha sido su mentor. David veía a Maine como una aspiración, alguien que lidera a un equipo que confié en el. Pero le ve sucumbir a la locura y sacrificar su vida para intentar salvar a quienes sigue apreciando. Un sacrificio que le recuerda al evento con su madre, ya que es la segunda vez que ve a alguien cercano morir sin que él pueda hacer nada para impedirlo.

cyberpunk: Egderunners captura de Maine
Maine se hace responsable de David después de que Gloria fallezca, haciendo de figura paterna

Después de un tiempo, vemos a un nuevo David. Tiene una cantidad incontable de implantes y matar a todo un pelotón de gente le parece una actividad de lo más mundana. Se convierte en el reflejo de Maine, incluso sabiendo cual fue su final.

Pero entonces la otra parte de su profecía autocumplida se empieza a mostrar. David empieza a tener temblor de manos, su cabeza se desvanece durante segundos o minutos. Incluso llega a provocar lo que más miedo tenía de hacer: Mata a una madre inocente, parecida a la suya, que también tenía un hijo que acudía a la academia. Él mismo ha provocado su tragedia a otra familia. Ya no es diferente de esos pandilleros que arruinaron su vida.

Aquí es cuando Cyberpunk: Edgerunners sigue siendo consciente que la esencia del género es la sociedad y quienes la dirigen. Todos estos acontecimientos ocurren por el deseo de las empresas de gobernar el mundo. Casaway, quien les otorga sus trabajos, no es más que un peón de estas compañías que solo busca influencia y dinero.

Esta historia no termina aquí. David se ve arrastrado a tomar una decisión: Dejar los implantes, aunque sea una temporada, o seguir para dar un último golpe que permitirá cumplir el sueño de su pareja y liberar a todos sus amigos de Night City.

Tras decidir lo último, se embarca en una misión suicida. Acepta usar un exoesqueleto que acabará con la poca sanidad que le queda para poder rescatar a Lucy. En los últimos minutos se nos presenta una pelea final, pero no tiene un ápice de épico. El soldado veterano arrasa con David, debido a su numero superior de implantes y experiencia. En ningún momento se muestra que nuestro protagonista pueda ganar esta batalla, pero este no es el objetivo.

El objetivo es salvar a Lucy y a sus amigos. Aunque eso signifique, al final, sacrificar su vida.

cyberpunk: Egderunners captura de Lucy

Porque esto no es una historia con final feliz. No hay una reconstrucción de esta sociedad. Todo seguirá igual al final del día. Los corpos seguirán oprimiendo al pobre. La gente seguirá muriendo de hambre. Pero, al menos, David ha conseguido, por fin, salvar a alguien importante en su vida. Y ese sentimiento es uno de los elementales del cyberpunk: La esperanza de que, aunque no puedas cambiar nada, puedes ayudar a los que tienes cerca.

Regas

Educador infantil, redactor de videojuegos, estudiante de pedagogía, speedrunner amateur y Dungeon Master vocacional. Luego me pregunto por qué apenas duermo.
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