Esta semana hemos acudido al Guerrilla Game Festival, donde pudimos asistir a la charla de «La verdad detrás de American Arcadia, el reality show más grande del planeta» impartida por Tatiana Delgado, cofundadora y directora creativa de Out of The Blue Games, así como tener una entrevista con ella.
American Arcadia es el segundo juego del estudio creador del maravilloso Call of the Sea. Ambientado en los años 70, narra las aventuras de Trevor, que debe escapar del enorme reality show en el que está participando sin ser hasta ahora consciente de ello. Estará disponible en PC en Steam el 15 de noviembre.
Detrás del reality show más grande del planeta
Hacer un juego a la altura de Call of the Sea es complicado y las expectativas con American Arcadia están muy altas, algo de lo que Tatiana Delgado confiesa ser consciente. Llevaron la demo de American Arcadia al festival de cine de Tribeca y a la Gamescom y el feedback que obtuvieron fue extremadamente positivo.
«Impone. Dices, ¿seremos capaces de hacer algo que esté tan bien? Creo que sí que lo hemos conseguido. Nos quedamos tranquilos porque lo hemos hecho lo mejor que hemos podido», nos explica.
Con American Arcadia querían centrarse en una narrativa que favoreciera el desarrollo de los personajes. Tenían claro varias cosas: tendría lugar en una distopía, sería un juego 2.5D (desplazamiento lateral) y ambientado en los años 70. Con películas de referencia como El Show de Truman y La Fuga de Logan y un gameplay inspirado en Inside y Observation, así nació American Arcadia.
El concepto base es sencillo: American Arcadia es un reality show que lleva emitiéndose muchos años. Los protagonistas viven en Arcadia, una ciudad del futuro y utopía feliz. Por supuesto no saben que están siendo grabados y que los televidentes pueden seguirles con cámaras en cada momento de su vida. La audiencia en cambio vive en un mundo gris, una sociedad inspirada en Black Mirror tremendamente deshumanizada.
Los participantes menos populares, a quien nadie sigue, no interesa que sigan allí así que suelen «desaparecer misteriosamente». Este es el destino que tiene Trevor, hasta que Angela, una mujer que trabaja para el programa, decide intervenir y ayudarle a escapar. Y ojo, porque hay escena poscréditos.
Out of the Blue Games quería hablar con esto sobre cómo llevar una vida sencilla en la que no se necesita aprobación o likes es algo perfectamente aceptable. Trata también asuntos como el derecho a la privacidad y la manipulación en los programas de televisión y por supuesto, algo fundamental para el estudio y que va en sus genes que es que trabajar en equipo es siempre una victoria asegurada.
Recorriendo Arcadia y el mundo real
En este juego prima más la observación y la capacidad de análisis antes que la habilidad. Querían hacer un juego donde la historia es lo importante y fuera accesible para todos los jugadores independientemente de su nivel de pericia con el teclado. Los puzles tampoco son demasiado enrevesados para dejar que la historia continúe.
Hay dos tipos de vista, desplazamiento lateral con fondo 3D y primera persona. Arcadia, el mundo de Trevor, es el que recorreremos con esta nueva vista que el estudio ha probado por primera vez y que a juzgar por los trailers y la demo, pinta muy bien. La primera persona es cosa de Angela, quien tiene las vistas de las cámaras de seguridad y puzles en primera persona.
Respecto a la animación de personajes, han tenido que partir de cero ya que su anterior proyecto, Call of the Sea, se ahorraba todo esto al ser primera persona. Uno de los momentos donde esto se hizo muy visible fue a la hora de animar a Trevor, un tipo corriente que le cuesta correr y saltar. Es algo que quisieron reflejar en las animaciones, aunque tuvieron que adaptarlas de forma adecuada para que no fueran demasiado exageradas y se resintiera la jugabilidad por lentitud.
Puesto que querían centrarse en el desarrollo de los personajes, tener dos protagonistas que interactúan entre sí favorece más respecto a Call of the Sea, donde su protagonista solo hablaba consigo misma. Además, la historia se cuenta como un documental, donde a veces podremos ver entrevistas con los personajes sobre lo que está ocurriendo.
Cómo se hizo American Arcadia
El juego ha tardado casi tres años en estar terminado y ha necesitado un equipo de 25 personas. Si bien no pueden hablarnos de presupuesto, sí que especifican que tienen una financiación más alta que un juego indie promedio.
En cuanto a la estética, el look de American Arcadia no es casual. Sus desarrolladores decidieron que los años 70 serían una buena idea por multitud de motivos, entre ellos que no es un estilo demasiado usado y esto les ayudaría para diferenciarse de otros juegos de cara al marketing en Steam y otros sitios.
Dentro del poco juego, quisieron diferenciar bien Arcadia, con una paleta de colores cálidos, y el mundo real, en colores fríos. A su vez, la ropa y peinados dentro de Arcadia son de los años 70 clásicos mientras que en el mundo real van más modernos en el sentido de hoy en día.
Para que un título resulte más inmersivo y eleve la experiencia del jugador las voces son fundamentales. Para American Arcadia contaron con actores de doblaje con las que ya habían trabajado en Call of the Sea. En cuanto a la música, Eduardo de la Iglesia es el encargado de la composición, con temás setenteros en el caso de Arcadia y música electrónica actual para el mundo real. Nos cuentan que hay un jingle con gran importancia durante el juego pero no quieren hacer spoilers.
El mercado de los juegos narrativos con puzles
En la entrevista con Tatiana nos explicó que el motivo por el cuál las voces están directamente en inglés, al igual que en Call of the Sea, es por un tema de marketing. Por desgracia, España no es uno de los grandes mercados para este tipo de juegos, donde países como Estados Unidos, Alemania y Reino Unido encabezan la lista.
«Cuando nuestro guionista escribe, siempre lo hace en una mezcla entre español e inglés y luego lo pasa a inglés. Tenemos un proofreader que es estadounidense que es el que lo revisa y añade alguna expresión más de la época», nos cuenta.
