Cuando un juego sale primero en PC y luego en consolas, sueles acabar analizándolo dos veces, tres en algunos casos. En esas circunstancias habitualmente intentas no repetirte en el análisis y a ello ayuda el hecho de que se suele incluir contenido nuevo, gracias al cual puedes darle otros enfoques al texto con mucha más facilidad.
Por desgracia con el juego que traigo hoy no ha sido el caso, ya que estamos hablando de Zengeon. Un buen juego que por desgracia no solo no aporta cosas nuevas en consola, sino que al menos en Nintendo Switch adolece de problemas de optimización bastante serios.
La excusa del argumento
Como ya comenté en el análisis de la versión de PC, el argumento en este juego es una mera excusa para justificar el gameplay y la ambientación de Zengeon. Desde su salida hace algo más de un año no ha cambiado nada en ninguno de los sentidos, por lo que prácticamente podríamos coger mi anterior análisis y aplicarlo en este.

En resumidas cuentas, estamos ante una historia estudiantil que lleva a un grupo de jóvenes a enfrentarse a un poder maligno que estaba sellado. A partir de ahí es puro gameplay hasta llegar al final, pasarnos el juego y vuelta a empezar. Algo que para nada es negativo: la intención de Zengeon es que juguemos a él continuamente y nos lo pasemos varias veces, ya que además así desbloqueamos al resto de personajes.
No hay mucho que decir sobre la narrativa, ya que en Zengeon, como he comentado, van al grano. Pese a ello si nos fijamos en los escenarios y detalles, podemos sacar algo de contexto, con lo que podemos entender que sí, hay trabajo en la ambientación y una gran historia detrás, aunque puede que nunca la conozcamos.
Acción entorpecida
Donde de verdad se luce Zengeon es en su gameplay, es el núcleo y gran parte de la base de lo que es en sí como juego. Los propios creadores lo definen como un RPG con toques de roguelite, por eso de la continua repetición y porque esencialmente en cada partida cambia la distribución de los mapas, aunque no su orden. Lo mismo ocurre con sus enemigos, los cuales aparecen en diferentes proporciones según la partida, pero siempre respetando el tipo de enemigo según mapa y lógicamente los jefes finales de zona.

Pero el elemento que hace de verdad divertido Zengeon, como ya comenté en mi anterior análisis, son las diferencias entre los personajes y el uso de objetos. Por un lado, el ir desbloqueando personajes a medida que superamos el juego nos da un incentivo muy interesante, ya que de verdad el cambio de distribución de mapas y enemigos consigue su finalidad de crear variedad, y el hecho de que el manejo sea distinto en cada personaje hace que nos enfrentemos al entorno y sus retos de manera completamente distinta. Por otro lado, los objetos varían en cada partida y la mayoría de casos tendremos que decidir cuáles usar de los que nos aparezcan, haciendo que nuestras capacidades varíen notablemente. Este elemento sin duda crea dinámicas de juego completamente distintas, un toque de genialidad que ya destaqué en su día y del que no reniego en absoluto.
De todas formas, este análisis tiene un punto sombrío, ya que yo venía con la intención de ver si habían añadido novedades al juego, o por lo menos poder disfrutar de este muy buen juego en consola. Pero primero, que yo haya podido apreciar, la única novedad es que posiblemente han hecho algunos ajustes a la dificultad. Y segundo, al menos en Nintendo Switch, Zengeon tiene serios problemas de rendimiento, con unos personajes más que con otros. Es una pena porque el juego es bastante bueno y su dificultad, si bien se suele equilibrar según consigues objetos, requiere de cierta inmediatez en los comandos y en nuestras reacciones. A mí no me ha sido posible, llegando al punto casi de entorpecerme el juego en exceso, algo que es incluso más sangrante en el Guard mode, donde el número de enemigos puede llegar a ser muy alto o en el modo cooperativo.

Interesante, aunque no destaca
En cuanto al apartado visual, poco tengo que añadir que no dijera ya la otra vez. Hace un uso de los colores algo simple y con poca profundidad, pero de una forma muy efectiva y bonita, permitiendo además facilitar la percepción de los enemigos, algo muy útil a la hora de jugar con cierta velocidad. Los trajes que podemos desbloquear de los personajes son elementos curiosos, lo cual los convierte en una excusa perfecta para seguir jugando y desbloquearlos. La pena es que, sumado al bajo rendimiento del juego, ciertos trajes y su pomposidad hacen que este error se incremente llegando a hacer del juego algo bastante incómodo de jugar.

Ir desbloqueando personajes a medida que superamos el juego nos da un incentivo muy interesante.
La música tres cuartas partes de lo mismo: sigue siendo la misma, y como tal tiene una función completamente ambiental. Al principio de hecho puede parecer extremadamente sencilla, pero en su defensa hay que decir que no cansa, y aporta mucho al hecho de que la concentración, la velocidad y la repetición son la clave de este juego. Posiblemente sea una decisión autoconsciente el hecho de no invertir recursos en esta parte.
Nunca es tarde
Me apena mucho la conclusión de este análisis porque en términos generales Zengeon es un buen juego. Su mayor problema es que no está bien optimizado, al menos para Nintendo Switch, y eso estropea completamente la sensación de juego, es decir, que básicamente se carga su propio elemento principal.
Tengo fe en que a base de actualizaciones este problema se solucione y creo que el juego merece el voto de confianza, por eso le voy a dejar la misma nota que tenía en PC, un 7. Una nota que, si bien no es muy alta, es muy adecuada y no por ello desmerece al juego que la tiene. Ya que Zengeon es un juego con mucho margen de mejora para un futuro, donde incluso una posible segunda parte podría arriesgar más y llegar mucho más lejos.
Zengeon
Puntuación Final - 7
7
Interesante
Un buen juego, rápido y dinámico en su base, pero con unos problemas técnicos que lo entorpecen en exceso.