El género metroidvania está un poco quemado. Al menos esa es la sensación que recibo cada vez que veo los indies más destacados en Steam o leo los lanzamientos mas esperados. Zapling Bygone podría haber sido un metroidvania más entre todos los juegos que beben de Hollow Knight y Ori. Pero el desarrollado 9FingerGames ha apostado por algo diferente, aunque de misma base.
Zapling Bygone fue publicado originalmente el pasado agosto de 2022, y es ahora cuando ha llegado a consolas, incluyendo Switch, la plataforma elegida para este análisis.
Eres mi última esperanza, Zapling Bygone
Una de las características más llamativas de Zapling Bygone es que no controlamos a un ser con rasgos humanoides. De hecho somos parte de una mente colmena, y estamos formados por moco con unos cuantos tentáculos y una calavera enganchada a modo de núcleo.
Nuestra misión es de vital importancia: parar la infección que amenaza acabar con nuestra colmena en este extraño nuevo planeta.
Aunque está premisa suena muy simple, Zapling Bygone cuenta una historia de individualización, fuerza de voluntad y sacrificio. Lo que al principio parece una excusa vaga para justificar un metroidvania va evolucionando en una trama completa y que consigue más que algunos juegos puramente narrativos.

El 99% del dialogo es opcional y muchas de las historias nos serán contadas por coleccionables, pero no deja de ser una historia que intriga y hasta emociona. No quiero entrar en muchos detalles, porque considero que lo mejor es explorarla por uno mismo, pero si por algún motivo esto no te interesa, Zapling Bygone se deja jugar igual de bien ignorando su argumento.
Adaptarse. Evolucionar. Sobrevivir
Zapling Bygone cuenta con todos los elementos básicos de un metroidvania. Deberemos explorar zonas, con rutas secundarias para conseguir coleccionables, derrotar a jefes y desbloquear nuevas zonas gracias a habilidades que conseguiremos según avancemos.
La gracia de esto está en que, para conseguir las habilidades necesarias para avanzar, deberemos asimilar a nuestros enemigos. Cada vez que acabemos con un jefe absorberemos su calavera, integrándola a nuestra mente colmena. Eso no solo desbloquea su habilidad, como por el ejemplo del doble salto, sino que también nos permite equiparnos la susodicha calavera.

¿En qué afecta esto? En nuestras “runas”. Desbloqueamos estos accesorios mientras exploramos el mapa. Los hay circulares, triangulares y cuadrados, y cada uno aplica diferentes efectos: aumentar nuestra vida máxima, cambiar nuestro ataque por otro diferente, aumentar nuestro “mana” para activar más ataques secundarios, etc. Cada calavera tiene un número de espacios para cada tipo de runa, así que según la build necesitaremos una u otra.
Los jefes que derrotaremos recuerdan mucho a los que encontramos en los títulos de Megaman. No por sus características debilidades, si no por como funcionan. Normalmente alternan entre 3 o 4 ataques, que se mezclan al azar y que tendremos que esquivar mientras intentamos encajar diferentes golpes en los pocos momentos que se nos presentan.

En cuestión de dificultad, Zapling Bygone también va servido. Los primeros jefes no nos costarán mucho trabajo, pero los últimos 4-5 son realmente un desafío que requerirán buenos reflejos.
Lo mejor viene en pequeños frascos
Lo que al principio parece una excusa vaga para justificar un metroidvania va evolucionando en una trama completa y que consigue más que algunos juegos puramente narrativos
Zapling Bygone no solo cuenta con una ambientación bastante única. También tiene otra características que no cumplen los metroidvania: el juego tiene una duración en torno a las 3 horas.
A primera vista esto podría parecer un punto negativo, pero nada más lejos de la realidad. A Zapling Bygone le sienta genial limitarse a una experiencia tan corta. Su historia y progresión son fluidas y no se sienten estiradas de forma innecesaria. Siempre estás apuntando al siguiente objetivo. En todo momento sabes al menos porque zona deberías explorar, y no hay ningún punto donde sientas que una sección existe únicamente para agregar horas al juego.
Sé que mucha gente, en especial cuando se cuenta con un poder adquisitivo limitado, no busca estas experiencias cortas. Pero en un mercado donde cada vez más juegos y cada vez más largos, Zapling Bygone es un soplo de aire fresco con una duración perfecta para contar su historia.

Aún así, si lo que buscas es una experiencia más completa, siempre puedes intentar completar el juego al 100%. Si buscas completar cada posible detalle de Zapling Bygone, podrás expandir la duración del juego a unas 8-9 horas, además de acceder a algunas secciones realmente complicadas que ocultan estas recompensas.
Conclusiones
En definitiva, Zapling Bygone es un metroidvania que sabe mezclar muy bien los elementos característicos del género junto con una ambientación única para crear una experiencia muy divertida y amena.
Tanto su historia como jugabilidad funcionan muy bien, y aunque tampoco apuesta por romper las bases del género creando algo completamente nuevo, sabe centrarse en sus cualidades únicas.
Si buscas un metroidvania de fácil acceso y con una duración bastante asequible, Zapling Bygone podría ser una compra muy recomendada.
Zapline Bygone
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Zapline Bygone es un metroidvania sencillo, con una atmósfera única y historia interesante. El resultado es una corta experiencia, pero muy gratificante