Vampire: The Masquerade – Swansong – Análisis PC

A veces escoger un gran nombre puede ser una gran idea y otras no; te aseguras de llamar la atención de los fans de dicha saga o juego, pero también se debe de ser consciente de que toda gran carga tiene una responsabilidad, y para hacerle honor a ese nombre hay que estar a la altura de las circunstancias.

Tras muchísimos problemas y rumores, por fin, tenemos Vampire: The Masquerade – Swansong, lo que podíamos intuir que iba a ser un regalo para todos los fans del juego de rol con el mismo nombre. Realizado por Big Bad Wolf Studio y distribuido por Nacon nos llega el 19 de mayo esta ansiada entrega por los fans, que estará disponible para PlayStation 4, PlayStation 5, Nintendo Switch, Xbox One, Xbox Series X/S y PC a través de la Epic Store. Nosotros hemos analizado esta última versión, y hoy os traemos nuestro análisis. ¿Habrá conseguido estar a la altura de lo que se esperaba? ¡Os lo contamos!

 Código rojo: en busca del traidor

Un nuevo Príncipe se ha alzado y Boston se encuentra en peligro. En Vampire: The Masquerade – Swansong tendremos que encarnar tres papeles diferentes, estos vampiros se encuentran bajo las órdenes del Príncipe y deberán de acatar sus deseos para resolver el enigma que se esconde tras saltar el código rojo.

¿Qué es esto? La máxima alarma dentro de la Camarilla, la secta más grande del mundo de los inmortales. Todos se encuentran en peligro y su identidad podría ser revelada, ya que hay un traidor dentro de esta organización. Caza de vampiros, negociaciones, disputas por el poder y tomar nuestras propias decisiones para así decidir nuestro futuro, serán los puntos principales de esta historia.

Emen Louis, una vampira joven que se dedica al negocio de la noche, con una amplia red de contactos que se mueven a través de las sombras y a punto de ascender entre las filas del Príncipe. Galeb Bazory, el vampiro más mayor dentro de la Camarilla, astuto y meticuloso en su trabajo, un fiel seguidor del Príncipe que no dudará en adentrarse hasta en el propio infierno para acatar sus órdenes. Y por último, Leysha, una vampira que ha pasado parte de su vida ingresada en un instituto psicológico para controlar su poder. Este poder no es otro que el don de la premonición; aunque inexacto, es un bien muy poco común entre los vampiros, lo cual la hace una pieza fundamental.

Estos tres personajes tendrán cada uno su propia historia, pero todos los cauces llevan hasta el mismo mar. En cada parte del juego podremos elegir con quién queremos jugar, aunque para avanzar en la historia será necesario jugar con los tres.

 Tira los dados: ¿victoria o fracaso?

Vampire: The Masquerade – Swansong es un juego de rol, emulando al juego de mesa en el que se basa. Tendremos que tomar decisiones, las cuales serán cruciales para un desenlace u otro, ya que sí, nuestras acciones aquí si tienen consecuencias y no pocas.

La amplia cantidad de oportunidades y de elecciones es su mayor punto fuerte

¿Cómo podemos afrontar este juego? Pues la verdad es que cuenta con muchísimas opciones y esto es su gran punto fuerte. Primero de todo, tendremos que rellenar nuestra tabla de cada uno de los protagonistas y decidir quién se centrará en una disciplina u en otra. Por ejemplo, si queremos que Emen se centre más en el dialogo y que con su palabra consiga lo que quiera tendremos que aumentar esta disciplina, o si de lo contrario, preferimos que su punto fuerte sea la exploración y que ningún ordenador le corte el paso, subiremos esta otra.

Conforme vamos completando misiones, conseguiremos experiencia, que nos servirá para ir aumentando nuestras estadísticas y formar un personaje mejor, ya que al principio estaremos muy limitados y no podremos «jugar» de verdad.

Tenemos dos maneras de abordar una conversación, normalmente tendremos diferentes opciones, algunas no necesitan nada en especial para poder usarlas, pero como es normal también son las menos interesantes. Luego tenemos las que estarán bloqueadas o no, dependiendo de nuestros puntos de habilidad. Por ejemplo, si una opción se tiene que usar la habilidad dominación y nuestro personaje no tiene los suficientes puntos, no podrá usarla.

Aun así, aunque nuestro personaje pueda usar esa opción no garantiza el éxito, ya que tendremos que tirar nuestros dados, y estos determinarán si nuestra situación es de éxito o de fracaso. No debemos de preocuparnos demasiado de esto, ya que podemos saber el % de éxito antes de usarlo y para aumentarlo podremos usar nuestros puntos de habilidad.

Algunos de estas opciones nos generaran ansiedad y nuestra sed de sangre aumentará. Deberemos de estar muy pendientes de esa barra y actuar de inmediato si está a punto de rellenarse.

La otra manera para abordar una de las muchísimas conversaciones que nos encontraremos, serán las confrontaciones. Tendremos por normal general hasta dos oportunidades para equivocarnos, si no, habremos fallado y no conseguiremos más experiencia, ni una valiosa información.

Como hemos mencionado más arriba, somos vampiros y tenemos sed de sangre, pero a su vez nadie sabe de nuestra existencia. Por lo tanto deberemos de ser precavidos y no quebrantar la Mascarada. Si necesitamos abastecernos, dependiendo del personaje y de cuan orgulloso sea, se podrá apañar con hasta animales, pero no todos son iguales y necesitan sangre humana.

En cada escenario que nos encontramos habrá habitaciones seguras, que podremos usar a nuestro antojo para nuestra cacería. A algunos personajes podremos llevarlos a estas zonas seguras y beber de su sangre, con cuidado de no matarlos, ya que esto haría que nuestra sospecha aumentara.

Cada personaje es diferente y cuenta con habilidades únicas. Emen puede moverse ágilmente por caminos difíciles de cruzar o puede rastrear pistas. Galeb puede encontrar pistas que normalmente no se pueden ver a simple vista y por último, Leysha, puede hacerse invisible y copiar la apariencia de los humanos, para así poder infiltrarse sin problemas.

 Conclusiones

En definitiva, ¿qué nos ha parecido Vampire: The Masquerade – Swansong? Pues siendo totalmente sincera, se me ha quedado corto, y se notan todos los problemas que han ido arrastrando a lo largo de su desarrollo.

Gráficamente está muy por debajo de lo esperado, los modelos 3D, y sobre todo sus expresiones faciales, son toscos y no son visualmente agradables. A su favor puedo decir que los escenarios en cambio sí están bien modelados, son llamativos y elegantes, como se espera de este universo. A nivel de estética, los personajes sí que están bien diseñados, pero llevado a la práctica, podemos ver que pierde muchos puntos debido a un modelado pobre o unas físicas malas.

La historia a mi parecer empezó floja, pero sí es cierto que conforme avanza el juego va pillando ese puntito que gusta e interesa, sobre todo cuando ya tenemos más libertad para decidir qué hacer, si queremos ser fieles a nuestra secta o ir por libre. La cantidad de opciones es muy interesante y en cada misión podremos tomar diferentes elecciones que determinarán un futuro u otro. Si os da por hacerlas todas, veréis que el juego tiene mucho contenido y que a nivel narrativo está muy trabajado.

No sé si el juego contará con un parche de salida en la versión de PC, pero me he encontrado con algún bug, e incluso he tenido que repetir alguna misión. Hay muchos objetos que necesitaremos revisar y algunos directamente no funcionan, y aunque te marquen que son importantes no te deja interactuar con ellos; con otros cuesta horrores que aparezca la opción de «examinar», lo cual hace que tengas que estar jugando con la cámara para que aparezca. También me he encontrado con algunos bugs más suaves que no te impiden avanzar, pero te sacan una risa. Por ejemplo, un NPC de una chica cuyo color de su rostro no acompañaba al color de su cuerpo.

Vampire: The Masquerade – Swansong ya se encuentra disponible, y si sois fans del juego de rol, puede que os interese a nivel narrativo, eso sí, teniendo bien claro todo lo mencionado arriba. Si estáis dispuestos a hacer la vista gorda, puede ser recomendado.