AnálisisPC

Tower Princess – Análisis PC

Rescatar princesas está de moda

Desde los cuentos de hadas europeos, llegando a sagas más recientes como Super Mario o The Legend of Zelda, la épica de rescatar princesas ha ido pasando por distintas manos. Después de tantos lustros, es normal que se haya ido moldeando a merced de tantos creadores.

Uno de los casos más curiosos debe ser el experimento de Dragon’s Lair, una película interactiva estrenada en 1983 gracias a la alta tecnología de los laserdiscs. Cuando los videojuegos sucedáneos de la época estaban en 8 bits, este título estaba completamente animado a color. Por aquel entonces rompió más de un esquema, pero ya no solo por lo bien que se veía, sino por su accidentada jugabilidad y su buen humor.

Tower Princess, el roguelike 3D del estudio español AweKteaM, apunta en esta dirección, y de hecho creo que da en el clavo con muchos de sus aspectos, sobre todo a nivel artístico, pero cojea en el gameplay. Tan similar al caso de Dragon’s Lair que no podía resistir la comparación.

«… Entonces el caballero mató al dragón, salvó a la princesa y vivieron felices por siempre jamás«. Este es uno de los finales que más veces los padres han contado por la noches a sus hijos, a veces incorporando lo de que comieron perdices. Se trata de uno de los clichés más conocidos de la historia, y por tanto, también de los más manidos y de los que más giros se le han dado. Entre estos giros, la parodia ha sido un clásico entre diversas obras de fantasía. Y de aquí parte precisamente Tower Princess, lanzándonos la premisa de que en un solo castillo hay muchas princesas y una, hay quien dice infinita, cantidad de caballeros dispuestos a jugarse el pellejo.

Con una premisa más que directa, este juego plantea un total de tres niveles, más una plaza de inicio, en los que tendremos que superar trampas y derrotar enemigos hasta escapar con la amada. Pero como esto es demasiado básico, la gente del pueblo decidió convertir el castillo maldito en una especie de atracción turística para caballeros «princessless«.

Como buen roguelike que es, en cada nuevo ciclo empezaremos eligiendo a un guerrero, que puede ser hombre o mujer, pesado o equilibrado, y lo más importante, que use espada o mosquete. La primera decisión de estilo de juego recae en el arma, ya que es decantarse por el cuerpo a cuerpo o ir a distancia. Después de esto podemos dar un garbeo por la zona de inicio, intercambiar fichas por múltiples mejoras, y finalmente escoger a una princesa o príncipe en auxilio.

Princesa Zombi de Tower Princess

Cortejando con la Princesa Humana en Tower Princess

Iremos conociendo a las princesas poco a poco, habiendo un total de 10 (al menos de momento)

Con todo preparado, salimos de la zona de inicio a los alrededores del castillo del dragón, compuesto de tres niveles con un jefe final. Pero solo los dos primeros se componen de salas en las que ir explorando y superando retos. Pero ya que es un castillo encantado, cada nuevo ciclo tendrá una distribución distinta. La aleatorización funciona como si cada sala de un nivel fuera una pieza de un puzle, y van rotando sus posiciones, surgiendo combinaciones nuevas. Por desgracia, las salas en sí no cambian, así que la sensación de novedad se desvanece. Cada nueva partida pasaremos por salas conocidas hasta que, a lo mejor, salte por sorpresa una sala muy poco común.

El otro componente aleatorizado son los objetos, pudiendo llevar hasta un total de cuatro. No hay de muchos tipos, y considero que es un problema importante que no puedas tirar objetos que ya llevas por otros nuevos. Digamos que estás sin vida y te topas con una poción de salud. Pues si tienes los cuatro bolsillos ocupados, no puedes hacer nada. Podría dejar siempre un hueco libre para las pociones, pero eso reduciría aún más las opciones de llevar objetos con pasivas (las que no son de un solo uso), ni me anima especialmente a probar combinaciones de items.

Al final de lo que más dependeremos en el combate será de nuestra espada o mosquete, y del poder único de la princesa que elegimos. Las peleas contra enemigos son aceptables, entretenidas al principio, pero repetitivas al poco tiempo, sobre todo porque sus puntos de reaparición siempre son los mismos en las mismas salas. Tampoco ayuda que apenas tengamos combos o que no haya sinergias con la habilidad especial de las princesas. Sinceramente, esperaba un poco más de dinámica entre caballeres y princesos. Lo rescatable (je) del combate son los dos primeros jefes, con diseños originales, retos muy bien planteados y mucha química jugable. El jefe final es para darle de comer aparte.

Los jefes de los alrededores del castillos y los jardines juegan mucho con su terreno de combate

El punto anterior destacaba las peores partes de Tower Princess, pero ahora toca hablar en notas más positivas, porque a nivel artístico es una auténtica fantasía. Este título va todo lo lejos que puede en parodiar las pelis de dibujos animados de los años 80, poniendo un filtro suavizado y tono cálido como si se tratara de una cinta VHS. El estilo de los personajes, escenarios, y en general la ambientación tienen un rollo cartoon espectacular, y que sacan provecho a todos los assets que tuviera el estudio indie.

Adoro especialmente los delineados gruesos alrededor de los personajes, el cómo todas armas se bambolean como si fueran de goma, el sonido de recarga del mosquete que parece que estás disparando tapones de champán, y sobre todo las parodias de otros lados. Me atrevo a decir que debe ser la parte en la que el equipo de tres colegas reunidos en Valencia se lo pasó mejor. Porque esto es otra cosa, el proyecto que empezó por tres amigos sabe transmitir un humor simpático, súperocurrente y con más detalles de los que uno esperaría.

Ghosts ‘n Goblins, Kingdom Hearts, Berserk, Hora de Aventuras y hasta la maldita letrina de la casa de Shrek. Los desarrolladores referencian a toda obra que implique «rescatar a una princesa»

La música, por desgracia, es otro cantar. No hay realmente ningún tema interesante y sirven de acompañamiento sin más.

En Tower Princess se muere mucho, y todo radica en cómo plantea su dificultad, más allá de que puedas elegir entre Fácil, Normal y Difícil, o que en medio de la partida haya la opción de bajar un nivel siempre. No hay muchas maneras de hacer daño. Desbloquear hasta dos habilidades más que se recargan después de unos segundos, además de algunas habilidades de princesa. Tampoco hay combos especiales. El combate es muy simple, pero es igualmente importante porque los caballeros solo suben niveles combatiendo.

La otra forma es explorando para reunir fichas o con suerte que un drop sea un regalo y se lo demos a la princesa correcta, pero de todas formas, el escalado de mejora es demasiado lento para lo que podría ser un roguelike más corto. Si a esto se suma que el plataformeo requiere precisión, pero es bastante simple, Tower Princess no termina de destacar en nada a nivel mecánico.

Sala especial de Tower Princess
En ocasiones también surgen salas con algún puzle, pero una vez descibierto, es siempre igual

¡Pero visualmente es excelente! No hay un solo diseño o animación que no parezca sacada de una película de la era dorada de Disney. Desde los nombres ocurrentes de cada caballero noble, pasando por cuadros que parecen sacados del mundo real y otros con personas del equipo, AkeKteaM se ha volcado con este roguelike para sacar a la palestra un título divertido. Por todo esto, si recordamos lo que dije en la introducción, se parece a Dragon’s Lair. Pienso que su propuesta, o envoltorio, es lo suficientemente atractivo, pero al probarlo, es como un caramelo de menta; No está nada mal, es refrescante, pero hay sabores mejores.

Tower Princess

Puntuación Final - 6

6

Interesante

Acción, aventura y plataformeo 3D simple, que no destaca especialmente a nivel mecánico, pero sí por una selección visual que imita a las películas en VHS de dragones, princesas y mazmorras con mucho estilo.

User Rating: Be the first one !

Daniel "Fullbull" Rubio

No me pidas mucho para los textos, que solo hice el bachiller de ciencias. En esta vida me gustan tres cosas: cerebro, videojuegos y carlinos.
Botón volver arriba