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Total War: Warhammer 3 – Análisis PC

Creative Assembly culmina la trilogía con un juego redondo

Hace ya seis años que llegaba a nuestras vidas Total War: Warhammer, un juego ciertamente revolucionario para la saga. Por primera vez Total War abandonaba la realidad histórica y se sumergía en un universo de fantasía como era Warhammer Fantasy. Durante estos seis años el contenido ha sido constante, DLC’s que expandían el juego y una segunda entrega a la altura de las expectativas. El pasado 17 de febrero llegaba por fin el final de este viaje, Total War: Warhammer 3. Te habíamos contado todo lo necesario si llegabas nuevo a la saga en este artículo, ahora te contaremos el resultado final.

El inicio y el final de un viaje. Total War: Warhammer 3 tiene ese sabor de probar algo nuevo y que te recuerde a algo conocido. Para muchos será el inicio de su historia con esta saga y para otros el final; lo curioso es que para ambos jugadores será el mejor juego.

Con los juegos de este tipo suele haber ciertos problemas con las secuelas. Si pecas de conservador, como Age of Empires IV, la comunidad apenas notará diferencia real y preferirán entregas anteriores. Si, por el contrario, te pasas de novedoso, muchas veces te enfrentas al rechazo directo de tu comunidad. Entonces ¿existe decisión correcta? Pues parece que sí y que Creative Assembly la conoce.

Total War: Warhammer 3 no es una revolución, pero tampoco es más de lo mismo. No es vanguardia pero tampoco es conservador. Ha sabido mantener el tono y elegir el camino correcto, expandiendo y ampliando los horizontes de Total War: Warhammer y Total War: Warhammer II. Un montón de novedades pero manteniendo la esencia, lo que hace que los viejos jugadores no se encuentren con un título completamente desconocido y se genere esa pequeña ilusión de «a ver qué hay nuevo».

Por primera vez Total War: Warhammer 3 incluye un extenso tutorial que te guía enseñándote lo más básico. Anteriormente en todos los Total War encontrábamos ayudas en forma de consejos, pero francamente resultaban un incordio para jugadores expertos y poca ayuda para los novatos. En esta ocasión, se ha creado una campaña expresamente para ser jugada como tutorial.

Esta campaña sirve como tutorial/prólogo, pues a la vez que enseña a los nuevos jugadores, incluye bastante cinemáticas y lore de cara a la campaña principal del juego. Enmarcando la acción y los eventos que veremos en nuestras partidas.

En este tutorial veremos como el dios oso de Kislev ha sido apresado y el príncipe Yuri, junto con su hermano Gerik, emprende un viaje para rescatar a su Dios. Este viaje acabará siendo un descenso a los infiernos (literalmente) para ambos hermanos y su final marca el punto de inicio de la Gran Campaña. No es una campaña muy larga, en unas 2 horas se puede completar sin problema y sirve tanto de tutorial como de introducción de Kislev, una de las dos facciones humanas del juego.

Es interesante ver cómo los jugadores de Total War veteranos tenemos ciertas mecánicas tan asumidas que ni nos planteamos que hay gente que puede no conocerlas. En esta campaña te explicarán realmente lo más básico, desde gestionar tus asentamientos a colocar tus unidades en el modo batalla o lanzar hechizos y habilidades. Esta campaña también sirve para que el jugador nuevo no quede abrumado en la Gran Campaña, aprenderás a controlar a Kislev y algunas de sus mecánicas y tendrás una facción en la que apoyarte al dar el salto a la campaña principal.

Las batallas de Kislev tendrán lugar en el frío y largo invierno

Si esta entrega te ha llamado la atención, pero tenías dudas porque nunca has jugado a un título de la franquicia, sin duda alguna Total War: Warhammer 3 es tu mejor punto de entrada.

Fueron muchos los que criticaron que en Total War: Warhammer el principal enemigo del juego fuera incluido como DLC. La única manera de ser los «malos» era pasar por caja. Este problema se subsanó en cierta medida en la segunda entrega, haciendo que más facciones tradicionalmente asociadas a las fuerzas del mal fueran jugables de base. En esta ocasión todo el peso del juego se centra en los dioses del caos y las hordas de Khorne, Nurgle, Slaanesh y Tzeentch, además de la facción del Príncipe Demonio, un misterioso demonio que tiene acceso a tropas de cualquiera de los cuatro dioses.

Los ejércitos del Príncipe Demonio serán los más versátiles al incluir unidades de 4 facciones

La mayoría de las unidades de estas cuatro facciones son totalmente nuevas, a excepción de contadas tropas que ya vimos en Total War: Warhammer. Quizá lo más interesante de jugar con estas facciones sean las mecánicas únicas que incluyen y es que, jugar con cualquiera de ellas es una experiencia diferente a lo que habíamos visto en la saga.

Me gustaría destacar de entre ellas a Khorne y Nurgle por lo opuesto que representan. Khorne, el dios de los cráneos representa la ira y la lucha constante. Dentro del lore es el dios más poderoso y esto está perfectamente trasladado a la campaña. Su jugabilidad recuerda un poco a Taurox, el minotauro, que pudimos ver en el último DLC de Total War: Warhammer 2, The Silence & The Fury. Las tropas de Khorne son una máquina de guerra bien engrasada, que arrasa con todo lo que encuentra a su paso en búsqueda de cráneos para su señor. De las cinco facciones del caos es probablemente la más sencilla de jugar, sus unidades son rocosas y su Lord Legendario es prácticamente imparable. Muestra una superioridad total en el campo de batalla y cierta sencillez en el mapa de gestión, con edificios clásicos y sin muchas cosas que tener en cuenta, más allá de planear nuestro siguiente ataque.

Por el contrario, Nurgle representa un estilo totalmente opuesto. El dios Nurgle, Gran Señor de la Podredumbre y sus hijos, están fascinados por las plagas y las enfermedades y al igual que ocurre con Khorne han sabido captar su esencia. Si Khorne es una facción centrada en el combate y la superioridad físca, Nurgle tiene su fuerte en el mapa de gestión. Su mecánica principal se basa en el crecimiento automático de las ciudades. Nuestros edificios crecerán y subirán de nivel solos, hasta llegar a su máximo y volver al inicio en un ciclo sin fin. Esto hará que no tengamos un control directo sobre la cantidad de tropas que tengamos y su número dependa del momento del ciclo en el que nos encontremos, por lo que hay que gestionar cuidadosamente cada asentamiento. Pensando en un todo y calculando meticulosamente si es el momento ideal para construir o para atacar. El juego subterráneo es otro punto fuerte de Nurgle. La creación de plagas y pestes que diezmen a nuestros vecinos y nos faciliten su destrucción es una mecánica básica que dominar con esta facción.

Nuestro caldero donde crearemos las peligrosas plagas que asolarán a nuestros enemigos

Todas las facciones del caos disponen de mecánicas únicas como estas, haciendo que cada facción sea muy diferente a la hora de jugarse, tanto sobre el mapa, como sobre el campo de batalla. De hecho, deberás adaptar tu estilo de juego a cada una o es muy posible que no llegues a completar la campaña.

Sabíamos que una de las facciones humanas que llegaría a Total War: Warhammer 3 sería Catai (o Cathay), un reino fuertemente inspirado en el Imperio Chino y su cultura. Esta facción era conocida dentro del canon de Warhammer Fantasy, pero nunca había sido lanzada en miniaturas, por lo que es la primera vez que podemos ver diseños de unidades y tropas. Posiblemente, estos diseños se hayan hecho de cara al relanzamiento de una esperada nueva edición de Warhammer Fantasy.

Gran Catai incorpora mecánicas inspiradas en China, prueba de ello es la Ruta de Marfil, una especie de Ruta de la Seda que conecta Catai con el lejano viejo mundo y que aporta una mecánica de riesgo-recompensa. Podremos enviar caravanas que nos reportarán grandes beneficios, pero que también deberán enfrentarse a multitud de problemas y que suma una capa extra de profundidad.

Pero la principal mecánica será la armonía. Cada acción tiene su reacción y nuestro principal trabajo será mantener el equilibrio del yin y el yang. Construir o reclutar unidades inclinará la balanza a uno u otro lado. Tener este medidor equilibrado es básico de cara a poder optar a las mejoras y bonificaciones que nos aporta, por lo que no podremos construir asentamientos ni ejércitos desbalanceados.

Asedio de un asentamiento menor de una de las facciones de Catai

Realmente es una mecánica curiosa que obliga al jugador a adoptar un estilo de juego muy marcado, pero que a la vez dificulta el spam, una «táctica» muy poco honorable, por la que ciertos jugadores abusan de unidades que no han sido pensadas para ese uso, desbalanceando la experiencia de juego, sobre todo, en el multijugador.

Hemos hablado un poco de las facciones que existen en este Total War: Warhammer 3, pero ¿cuál es el objetivo de todas ellas? En Total War: Warhammer debíamos prepararnos para la llegada del Caos, en Total War: Warhammer II luchar por controlar el Gran Vórtice y ahora directamente lucharemos por hacernos con los poderes de un Dios.

Las facciones disponibles en esta entrega, más los Reinos Ogros como DLC

Como contábamos en la parte del tutorial, el Gran Dios Oso Ursun de Kislev ha sido capturado por Be’lakor, el gran príncipe demonio caído en desgracia que busca ganarse de nuevo el favor de los Dioses del Caos. Cada Lord Legendario querrá hacerse con el Dios Oso por un motivo, algunos para liberarles, otros para utilizar su gran poder.

Por ello, en ciertos momentos de la partida, los portales que dan acceso a los reinos del Caos se abrirán y podremos enfrentarnos a las huestes de cada Dios. Estos desafíos supondrán una especie de jefes finales en nuestra partida y deberemos derrotar a cada uno si queremos llegar a la Batalla Final que decidirá el destino de Ursun y del mundo.

La idea no es 100% nueva, pues ya en Total War: Warhammer 2 la campaña se desarrollaba en una especie de contrarreloj entre facciones por alcanzar un objetivo que culminaba con una gran batalla. Quizá sean las nuevas facciones y su jugabilidad lo que hace que esta campaña se note tan fresca y diferente. De hecho, no es raro que nada más acabar con una facción queramos comenzar de nuevo con otra para ver cómo se completa con ese nuevo personaje.

La única pega que se le encuentra a esta Gran Campaña es relativa a la historia en sí. Durante el prólogo y todas las campañas veremos cinemáticas en las que un misterioso personaje convence a los Lores Legendarios de ir a la guerra para hacerse con el control de Ursun a cambio de una gota de su sangre. Probablemente sea el juego con más historia y trasfondo de la trilogía, pero al no existir una manera lineal de jugarlo, es posible perderse partes de la historia o no acabar de entender del todo algunas ramificaciones de la misma.

Total War: Warhammer 3 ha cumplido las expectativas. Creative Assembly ha escuchado a la comunidad y ha implementado una serie de mejoras jugables que venían tiempo demandándose. El contacto con creadores de contenido y beta-testers ha sido continuo, lo que ha hecho que Total War: Warhammer 3 haya llegado a nuestras casas mucho más pulido y refinado que entregas anteriores. Incluso en temas de rendimiento da la sensación de funcionar mejor que sus antecesores, la única recomendación en este sentido es instalar el juego en un SSD si es posible, porque los tiempos de carga al iniciar partida en un HDD son bastante elevados.

A Total War: Warhammer 3 aún le queda mucho camino por recorrer y esta no es su forma final. Ya sabemos que al igual que sucedió con Total War: Warhammer 1 y 2, en algún momento se lanzará una campaña conjunta, que unificará los tres mapas y dará acceso al todo el contenido de juegos anteriores. Este parche sin duda alguna convertirá a Total War: Warhammer 3 en el mejor Total War hasta la fecha y uno de los mejores juegos de estrategia de la historia, al menos en cuanto a contenido se refiere.

Total War: Warhammer 3

Puntuación Final - 9

9

Imprescindible

La culminación de la trilogía que todos esperábamos. Cuando se lance el parche que unifique los tres juegos será un 10 absoluto.

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Eric Fernández

Historiador y jugador. Apasionado de la gran estrategia y los juegos de gestión. Pentacampeón del Nuclear Throne retirado.
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