Los tráilers de Time on Frog Island dejaban ver un juego simple y con mucho encanto. Meses después, ya con el juego en mano, tengo que decir que… efectivamente. Es un juego simple y con mucho encanto. Y lo adoro.
Un feliz accidente
Son ranas porque las ranas son monas, y por lo que a mí respecta cumplen con creces su objetivo.
El juego de Half Past Yellow (y con Merge Games como publisher) comienza cuando nuestro protagonista queda barado en la orilla de una isla, con su barco completamente siniestrado. Lo primero que le pasa a nuestro marinero por la cabeza es el paradero de una planta que llevaba con él. Y después de no andar mucho alrededor, descubrimos a una curiosa rana pintando un cuadro de nuestra planta.
Al pedirle la maceta, nos mira con cara reacia. Finalmente, accede a dárnosla solo si le entregamos una botella de whisky. Afortunadamente, llevábamos una con nosotros y se la podemos dar. Y en tan solo 10 minutos, Time on Frog Island acaba de resumir toda su experiencia rápida y eficazmente.
Nuestro objetivo es arreglar el barco. Para poder irnos, necesitamos cuatro piezas, que podremos obtener investigando la isla y hablando con sus ranas residentes. Pero no nos las darán gratuitamente. Todos quieren algo a cambio, normalmente otro objeto que deberemos pedirle a otra rana a cambio de otros favores. Rápidamente, nos vemos enredados en una sucesión de trueques e intercambios.
Y no hay mucho más del juego. A partir de aquí es explorar la isla en busca de los objetos que nos piden o cumpliendo favores para contentar a los aldeanos. Muchas veces nos quedaremos pillados sin saber qué hacer o dónde ir, pero un par de vueltas serán suficientes para dar con la pieza que falta. Si sabes lo que hacer, este juego lo puedes completar fácilmente en una hora, subiendo esa cifra a cinco como mucho si vas completamente a ciegas.
Unos curiosos y extravagantes vecinos
Gran parte del encanto de Time on Frog Island viene de las titulares ranas. En esta extraña isla, todos sus residentes son ranas. Pero no hacen mucho con ello. Son ranas porque las ranas son monas, y por lo que a mí respecta cumplen con creces su objetivo.
Cada aldeano tiene su propia personalidad, siendo evidente a un primer vistazo. El artista es refinado y creativo, la diva es egoísta y bastante estúpida, el mercader es tacaño y persuasivo… Tienen rasgos de personalidad muy distintivos, que hacen que te enamores perdidamente de ellos.
La viva imagen de que menos es más.
Una de las misiones que puedes hacer, que ni siquiera sé si es obligatoria, el guarda te pide que le entreges una carta de amor al artista. Y una vez les ayudas a empezar una relación, podrás verles disfrutar mutuamente de su compañía e incluso se quedan a dormir juntitos cerca de tu lugar de acampada. Son estos pequeños detalles los que hacen que te enamores de este juego profundamente.
Menos es más
Y… no hay mucho más de lo que hablar. Cuando digo que Time on Frog Island es simple, no exagero. Es una experiencia fácil de digerir que te deja con un buen sabor de boca. Una experiencia corta y simple, pero consigue lo que quiere transmitir.
Es tan simple que ni siquiera hay diálogos. Todas las peticiones te las harán en forma de imágenes dentro de bocadillos. Incluso cuando te dicen a dónde ir, en vez de explicarte cómo llegar, la rana se gira y te apunta a la dirección por la que tienes que ir. Esto a veces causa que no te enteres muy bien de qué te están pidiendo exactamente, porque a veces tienes que resolver puzles y necesitas una explicación un poco más detallada. Pero tampoco cuesta demasiado adivinarlo como para que sea frustrante.
Incluso la historia, que sorprendentemente tiene una, es explicada por medio de imágenes en flashbacks cuando te vas a dormir. Ni siquiera creo que merezca la pena comentarla, ya que prefiero que la experimentéis por vosotros mismos. No es nada rompedor ni subversivo. Es más, pude predecir de qué iba a ir la historia nada más conseguir de vuelta la planta. Pero es simple. Y ya sé que me estoy repitiendo, pero es que así es Time on Frog Island. La viva imagen de que menos es más.
Como he dicho, en menos de cinco horas creo que te lo puedes pasar. También tiene contenido post-game si quieres adentrarte más en ese mundo, e incluso un sistema de logros que ofrece cierta rejugabilidad. Pero por ahora, eso es Time on Frog Island. Una experiencia tranquila y acogedora que la recordaré con mucho cariño.
Os recordamos que, de la mano de Tesura Games, Time on Frog Island tiene una edición física disponible para PS4, PS5, Switch y Xbox Series X / Xbox One.
Time on Frog Island
Puntuación final - 8.5
8.5
Recomendable
Una experiencia simple pero con un gran encanto, que tardarás mucho tiempo en olvidar.