AnálisisSwitch

Thunder Ray – Análisis Switch

Estofado de puñetazos intergalácticos

La nostalgia, independientemente de cómo se mire a estas alturas, vuelve con todas y cada una de sus fuerzas para marcarse uno de sus clásicos bailes, esta vez en un ring que nos transporta de forma inmediata a los años 80. Cuando un Mike Tyson que parecía inmortal sembró el terror más puro en el sensible corazón del jugador de Punch-Out, cuyo mando, haciendo el esfuerzo de imaginar que cobra vida, seguramente vivía aterrado ante la posibilidad de que fuese lanzado por la ventana cual misil intercontinental.

Bueno, una cosa está clara, el equipo de Purple Tree Studio, estudio independiente de Argentina, tampoco quería, digo yo, emular aquella pesadilla implacable del pasado; sin embargo, no han dejado espacio en su libreta de estudios de influencias para dar la bienvenida a su nuevo proyecto, Thunder Ray. En pocas palabras, lo que viene a ser un reverso sci-fi hiperactivo del título de Nintendo. Suena, como mínimo, tentador.

Nuestro personaje es, básicamente, el puto amo del boxeo, no hay nadie que pueda siquiera igualar su infalible técnica. La conocida como Federación Galáctica de Boxeo, consciente del alcance de su poder en el cuadrilátero, decide secuestrarle con el fin de llevarlo al mayor desafío de su vida: un torneo más allá del planeta Tierra que alcanza unas cotas de salvajismo nunca antes vistas. A través de unos vínculos narrativos entre combates surrealistas, que los hay, conoceremos los límites del protagonista y experimentaremos con ellos.

¿Cuál será su rutina de cardio?

Cuando digo que Thunder Ray es pura ciencia ficción, no miento. A ver, hasta donde llegan mis capacidades, creo que uno no se enfrenta a marcianos dopados hasta las cejas, sabios de la hechicería y demonios todos los días. Esta premisa, lo suficientemente loca en apariencia como para trazar un terreno propio dentro de las mecánicas familiares, funciona como punto de partida para adaptar algo bien conocido a los tiempos actuales, un esfuerzo más para defender la frescura y el dinamismo de los videojuegos arcade, que en el fondo siguen acechando en una industria cada vez más incierta.

El intento, además de noble y romántico, se puede catalogar como satisfactorio hasta cierto punto. Es un trabajo cumplidor en muchos aspectos, es divertido, carismático y enérgico a los mandos, aunque se pasa de caótico y peca de arrastrar los enfrentamientos a un intercambio de golpes y esquives azarosos. Unos comandos que no siempre te garantizarán responder a tiempo.

Sin dejar a un lado la jugabilidad, conviene mencionar que no hay demasiadas sorpresas en cuanto a movimientos y elementos se refiere. Ataques bajos, altos, bloqueos, golpes cargados, y una barra especial marca de la casa para habilidades especiales, las cuales iremos desbloqueando con cada enemigo derrotado. ¿Acaso hace falta más? Con esta reducida lista de ingredientes, nos queda una interpretación resultona del legado de Punch-Out, lista para heredar su atractiva sencillez y su tan icónico sentido de la acción de alto voltaje. Si añades el infalible sistema de rangos a la combinación, no tendrás excusas para librarte de una tarde monótona.

A lo Rafael Nadal, a conseguir su objetivo aunque pierda media dentadura o todas las extremidades.

Para los amantes de los desafíos, Thunder Ray será una buena oportunidad para poner a prueba sus reflejos, eso sin olvidar a aquellos que prefieran una experiencia más tranquila o acorde con los objetivos establecidos por defecto, pues posee un total de tres niveles de dificultad, novato, contendiente y bestia. Si ves que un adversario te cuesta demasiado, siempre podrás bajarle un poco los humos haciendo de su presencia algo más llevadero. Yo he elegido y mantenido la segunda opción para todos los personajes, para los curiosos.

Su principal problema, sin contar su algo errático sistema de pelea, es su alarmante falta de contenido. Se entiende que un proyecto de estas características no necesita ser demasiado grande y abrumador para su público, en eso creo que estamos todos de acuerdo; no obstante, creo que podría haber aprovechado mejor su vertiente arcade y el potencial de su colorido y desenfadado universo de sangre y músculos. ¿Alguna futura actualización en el aire? Quién sabe.

Que he pasado un rato entretenido con él, aun con sus carencias, es evidente. Ahora bien, si hablamos de su estética, de su apartado técnico, estaremos entrando en otra liga. En lo visual, se trata de un absoluto portento que fusiona las hipérboles comunes del anime con un estilo cartoon cargado de personalidad y esmero. Y lo hace con mucha gracia y naturalidad, como si fuera algo fácil.

Un día más en la oficina, te enfrentas a un buen candidato para villano de los Looney Tunes.

Las animaciones son simplemente impresionantes. Una serie de dibujos hechos a mano que dan lugar a patrones en dos dimensiones tan fluidos como los ordenadores de la NASA. Cada detalle de los escenarios o los integrantes de esta violenta competición guarda un gran rincón de placer superficial. Supongo que los fanáticos de los ASMR sentirán algo parecido.

La elección de melodías y sonidos, en cambio, no es ni de lejos tan memorable como sus gráficos, pero se funden con soltura frente a una ambientación espacial no apta para menores que huele a sudor e inflamaciones desde kilómetros.

Varias luces y algunas sombras para el nuevo hijo de Purple Tree Studios. Thunder Ray, en primera instancia, hace muy bien una cosa: ir al grano. Sabes que toma prestado conceptos de Punch-Out, sabes que es frenético, violento y que se puede complicar un poco, y lo más importante, ellos saben que te dará igual. En menos de una hora lo has acabado, pero ten por seguro que necesitarás unos cuantos respiros para que la experiencia no te sobrepase.

Si en lo jugable hubiera estado al mismo nivel que en lo estético, estaríamos seguramente ante un nuevo clásico. El caso es que, sin ser un apartado flojo ni mucho menos, pedía a gritos un combate algo más preciso y con más fondo. Eso, y que su duración no basta para mantenernos plenamente satisfechos. Es un título a tener en cuenta, ya que contemplar su potencial es realmente sugerente de cara al futuro. Aquí me quedaré esperando más virguerías visuales.

Thunder Ray

Puntuación final - 6.5

6.5

Interesante

Punch-Out en el espacio, y en vez de Mike Tyson te enfrentas unos cuantos extraterrestres amantes del gimnasio. Como homenaje, es entretenido y se ve descaradamente bien, aunque apuntaba incluso más alto.

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Antonio Marchena

"Pero ahora bailamos este macabro fandango, y cuatro años habrán de pasar para poder descansar". Bueno, llevo más de una década enamorado de un fontanero al que le chifla meterse en tuberías seguramente malolientes. No me quejo.
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