Una de las propuestas que más ganas tenía de probar en PS VR2 era Dyschronia: Chronos Alternate, y el motivo es muy sencillo: amo el manganime, por lo que, de base, cualquier juego que presente una estética de este tipo ya cuenta con mi curiosidad. Si además promete sumergirnos de una forma inédita gracias a la tecnología VR, mi interés se multiplica. Otra propuesta del catálogo de PS VR2 que utiliza este estilo es The Tale of Onogoro, del equipo de AMATA Games; una interesante aventura de acción y puzles en primera persona que aprovecha al máximo los recursos, tanto estéticos como narrativos, que ofrece su apartado artístico.
Un cuento de estética manganime
La historia de The Tale of Onogoro comienza siendo mucho más siniestra de lo que pudiera parecer en un principio; el juego empieza con una impresionante cinemática en la que, como una deidad desconocida, somos invocados junto a Haru, una sacerdotisa que se encuentra presa por culpa del malvado Masatake, que incluso ha utilizado partes de su cuerpo para sellar su enorme poder. Tendremos que ayudar a Haru a recuperar su cuerpo (un toque muy a lo Full Metal Alchemist) a la vez que desbaratamos los planes de Masatake y descubrimos por qué hemos acabado ahí.
The Tale of Onogoro es una aventura totalmente lineal en primera persona (y con desplazamiento libre) que combina constantemente narración, combate y puzles. La narración es quizás su elemento más reconocible, aunque también uno de sus puntos débiles; utilizando el lenguaje y los ritmos del manganime, nos veremos inmersos en largas escenas de excesivas explicaciones de la mano de Haru. Podremos saltarlas, pero entonces la experiencia perdería parte de la gracia. Además, encariñarse de Haru es parte del viaje. Es un personaje deliciosamente diseñado a todos los niveles, que introduce características jugables muy inteligentes para aumentar la inmersión.
Haru está encadenada a una roca, por lo que puede moverse con muy poca libertad. Seremos nosotros los que tendremos que desplazar la roca, a la cual se subirá Haru, para indicarla dónde necesitamos ayuda y así avanzar. Para ello tendremos unas pistolas capaces de elevar elementos en el aire, cargar energía de distintos elementos y dispararla, ya sea para avanzar en el escenario o eliminar enemigos.
Compartiremos la misma vida, al ser algo invocado por la propia Haru; tanto para abrir ciertas puertas como para recuperar vida, tendremos que acercarnos a Haru y agarrarla de las manos. La implementación de esta característica, usando los mandos de PS VR2, es maravillosa, algo que se ve potenciado por la expresividad del personaje y su estupendo apartado gráfico.
Los niveles se dividen en pequeños segmentos lineales en los que avanzar, cada uno de ellos delimitado por una puerta o una barrera que quitamos o bien eliminando a los enemigos de la zona o resolviendo el puzle correspondiente. Los puzles de The Tale of Onogoro, sin ser especialmente complejos, tienen el grado justo de dificultad para resultar siempre satisfactorios, a lo que ayudan sus intuitivos controles y lo bien que responde Haru a los comandos que introducimos para que accione ciertos mecanismos. Habrá puertas que abrir, barreras que romper usando ciertas balas de energía, mecanismos que activar… poco a poco, el juego irá ganando en complejidad, pero siempre manteniendo una dificultad extremadamente cómoda.
Aunque contamos con pistolas, no penséis que estamos ante un shooter: cada pistola tiene capacidad para una bala cargada de energía, por lo que tendremos que gestionar bien nuestras recargas y disparos, teniendo siempre a mano una fuente de energía, pero procurando también proteger a Haru del fuego enemigo. The Tale of Onogoro alcanza sus máximas cotas de diversión en dos momentos: cuando decide combinar todas sus características jugables y con los jefes finales.
En una gran cantidad de ocasiones, para avanzar nos encontraremos secciones en las que estaremos rodeados de enemigos; sin embargo, para poder dispararles necesitaremos una fuente de energía, que normalmente estará oculta tras algún sencillo acertijo. El cómo gestionar la resolución del puzle, la seguridad de Haru, nuestra propia seguridad y, posteriormente, los disparos, dan momentos muy emocionantes y plenos a nivel jugable; The Tale of Onogoro está compuesto por mecánicas muy sencillas, pero que combinan a la perfección entre sí. Además, a nivel kinestético es un juego que se siente tremendamente bien en todas sus acciones; los disparos se sienten potentes, los objetos que hacemos levitar parecen tener su propio peso… todo está muy bien ajustado para elevar la inmersión.
Los jefes finales, por su parte, son gigantescas criaturas que suponen un puzle en sí mismo: la misma combinación de elementos que vemos a lo largo de las fases se aplican contra estos rivales, siendo éstos además tremendamente impresionantes de presenciar en VR. Realmente estamos ante uno de los juegos que mejor aprovechan las características de PS VR2, aunque estén acotadas a los tropos del manganime, con todo lo que ello implica. Los extendidos momentos de diálogos, además de afectar al ritmo, no sientan especialmente bien tampoco teniendo en cuenta la breve duración de la experiencia, que podremos completar en alrededor de cinco horas.
Conclusiones
The Tale of Onogoro es una estupenda aventura que se nutre de la estética manganime para exprimirla al máximo a nivel estético y narrativo, aunque ello implique cierta sobreexposición de la trama que puede perjudicar al ritmo del juego en su conjunto.
Si sois amantes de las ediciones físicas, estad atentos, porque ya se ha anunciado que en nuestro país será Meridiem quien la publique.
The Tale of Onogoro
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
The Tale of Onogoro es una estupenda aventura de puzles y acción que se nutre de la estética manganime para exprimirla al máximo a nivel estético y narrativo