El desarrollo de videojuegos puede ser una completa pesadilla. Más aún cuando te aventuras tu solo ante el diseño, el arte, la programación y luego encima publicarlo y darlo a conocer. Esta es la experiencia de Agnès Vuillaume, que tras fundar su propia desarrolladora donde es la única integradora, 2054, ha lanzado al mercado la aventura gráfica The Sundew.
Es un título corto, con una ambientación cyberpunk que bebe mucho de clásicos como Blade Runner. A través de una ciudad llena de tonos grises y luces de neón descubriremos un poco más sobre la naturaleza humana en una distopía donde los poderes políticos son manejados por empresas multimillonarias.
Tras un misterioso caso
En The Sundew encarnamos a Anna, una policía que lleva una vida de excesos constantes. Levantándose con un fuerte dolor de cabeza y rodeada de botellas de alcohol, nuestra protagonista se encuentra con una llamada de su jefa para que acuda inmediatamente a la oficina. Una vez allí, se nos asigna un caso que parece normal. Debemos acudir a un informante y neutralizar a un objetivo con nuestros dardos tranquilizantes. Pero las cosas empiezan a fallar cuando la policía arresta a una científica mientras realizamos un escáner y casi morimos en el acto.
Así, deberemos cumplir nuestro objetivo mientras intentamos descubrir qué ha ocurrido. Hay mucha información que se nos oculta y que deberemos averiguar. En este aspecto The Sundew sabe hacer que el jugador vaya tirando de un hilo y que se mantenga interesado en cuáles son los misterios que oculta su trama.
Su fallo en este aspecto son los diálogos, que aunque funcionales e interesantes, algunos caen en el pecado de ser vacíos o un poco sin sentido. Quizás estas opciones de charla más mundana tendrían más sentido en un contexto más cercano al slice of life, pero aquí se sienten un poco desaprovechadas.

Aventura gráfica modernizada
La aventura gráfica es un género que no permite innovar mucho. Cuando solo puedes moverte e interactuar con objetos y personas no hay gran cosa que hacer. Pero aún así la calidad de vida del usuario se ha mejorado mucho desde la época de LucasArt y Monkey Island.
La mayor característica que se implanta aquí es la de dos botones para resaltar elementos interactivos. Uno para diálogos y movimientos y otro para observar y recoger. También podemos usar la pantalla táctil de la Switch para navegar por el escenario cómodamente o los gatillos para saltar de un elemento a otro.
El problema con este sistema es que funciona de manera un poco imprecisa. Quizás es algo perteneciente exclusivamente a la versión de la consola de Nintendo, pero sigue siendo algo que puede llegar a incomodar mucho. A veces salen elementos con los que no se puede interactuar y otras quizás oculte alguna importante.

Respecto a sus puzles, The Sundew cae un poco en saco roto porque aunque simple e intuitivos, fallan en obligar a usar el pensamiento lateral al jugador. Todo es muy básico, la horquilla va a la cerradura, el combustible a las plantas, etc. Así que por un lado se evitan rompecabezas ridículos que necesitan abrir una guía, pero que son tan sencillos que a veces se sienten solo como los pasos obligados para llegar al siguiente punto de la historia.
Un pixelart futurista
Uno de los puntos más llamativos de The Sundew es su apartado visual. La estética pixelart, además de ser la relativamente más sencilla para un equipo de una sola persona, sienta como un guante a las aventuras gráficas y más aún con la estética cyberpunk clásica.
Los fondos llegan a ser muy detallados, con una gran cantidad de matices que apreciar. Los personajes quizás son quienes más sufren, al estar en primer plano y estar tan cerca de la cámara que a veces su estilo es algo simple.
Por otra parte, su aspecto sonoro quizás queda algo corto. Se echa de menos más música para acompañar varios de los momentos. Es comprensible teniendo en cuenta el nivel de producción del título, pero la ausencia de esta banda sonora provoca que las escenas pierdan mucho del potencial que podrían haber tenido.

Aún así, en general es una delicia los escenarios que nos ofrece The Sundew. Tomando como referencia el cyberpunk más gris y sombrío, los escenarios usan colores oscuros para ser contrastados con luces neón brillantes que llenan de color la pantalla.
Conclusiones
Respecto a sus puzles, The Sundew cae un poco en saco roto porque aunque simple e intuitivos, fallan en obligar a usar el pensamiento lateral al jugador
The Sundew es una experiencia breve pero agradable. Su corta duración se justifica debido a su baja producción y precio reducido. Su historia es interesante y su apartado artístico es llamativo y dan ganas de seguir jugando. El principal problema es la simplicidad de sus puzles y la forma de utilizar sus objetos, además de algunas asperezas en sus diálogos.
En lo referente al control, aunque sufre algunos errores, no es algo que no se pueda solucionar con un pequeño parche de cara a un futuro, por lo que no debería ser un problema a largo plazo.
En definitiva, The Sundew no reinventa la rueda ni busca hacerlo. Cumple su función de ser una obra modesta e interesante, que llamará la atención de cualquier fan del género y que merece la pena explorar.
The Sundew
Puntuación Final - 7
7
Interesante
The Sundew es una aventura gráfica interesante, aunque corta. Tiene sus asperezas, pero cumple lo que busca, que es ser una experiencia agradable e interesante