Hablemos del terror. Es uno de los géneros en los que más alta estima se tiene y que cosecha muchos fans entre sagas históricas del videojuego como F.E.A.R., Project Zero (Fatal Frame si eres del otro lado del charco) o Resident Evil. Y en esta línea está Bloober Team, que ha brindado verdaderos títulos escalofriantes entre Observer, Blair Witch y las entregas de Layers of Fear, todos ellos escalofriantes en mayor o menor medida. Su nuevo título, The Medium, fue una de las comidillas con las que poder estrenar en condiciones la Xbox Series X, y su aparatado gráfico e implementación del ray tracing lo elevan como tal, pero, ¿qué queda del juego en sí?
Muchos se entusiasmaron al saber que para el desarrollo se unieron algunos miembros del Team Silent, famoso por los primeros Silent Hill, la que quizás sea la obra de culto al terror más preciada entre los videojuegos. El hype fue creciendo y creciendo, y acabó afectando cuando el resultado fue un thriller de horror. Pero, incluso así, el terror es terror.
El oscuro misterio de Marianne
Detalles medidos al dedillo para dar pequeñas pistas del transcurso de la historia
Siendo francos, The Medium es uno de esos juegos tan, tan, pero tan bien llevados que se disfruta más la historia en la segunda sesión. Sin embargo, yo solo me lo he pasado una vez, y eso es porque si bien la historia se saborea mejor cuando conoces el secreto, a nivel jugable no invita en absoluto. ¡Pero que no cunda el pánico! Con haberlo jugado una vez, y sobre todo habiendo leído las notas que están esparcidas por Niwa, es suficiente para que te enteres de todo. No es una trama especialmente enrevesada y con prestar un mínimo de atención a según qué detalles, y más tarde confirmar con las interacciones entre Marianne, la protagonista, y los espíritus, cada duda se resuelve tarde o temprano.
Quitando su buen uso cinematográfico, no soy especial fan de las cámaras fijas cuando soy yo quien tiene que mover al personaje cuando hay transiciones
El guión es muy grato de seguir, y sin dar un gran vuelco a la figura más “mediática” del medium, logra un suspense sobrecogedor. El principio y el final son gran apertura y broche final, pero hay partes del propio desarrollo del misterio que cuesta tragar. Una vez nos colamos en el Hotel Niwa, donde transcurre más de la mitad del juego, la historia empieza a darnos los nudos sin ton ni son. Esto de por sí no es malo, pero es un problema si se suma que la exploración y algunos rompecabezas son algo aburridos. Llega un punto en que simplemente quieres que avance la historia, que de verdad te lancen la gran pregunta a la cara, antes de seguir con pequeñas migajas de información.
Eso sí, eso no quita las últimas dos horas de The Medium son catárticas a más no poder. La historia llega al clímax, te dan a probar algunos rompecabezas cortos y realmente ingeniosos, y aunque el gameplay no cambia mucho, ese final abierto a las siete horas que dura aproximadamente el título son suficientes para recomendarlo al menos.
Entre dos tierras está
El principal encanto del juego, y con el que se promocionó principalmente, eran los cambios de mundo entre el real y el espiritual. A decir verdad, esperaba que explotaran un poco más este aspecto, pero se llega a utilizar en un par de ocasiones para hacer puzles ingeniosos. En donde sí dan con el clavo es usándolo en los planos de las cinemáticas, mostrando el doble de información en la misma cantidad de tiempo. Puede parecer una tontería, pero tener dos ángulos diferentes, por ejemplo, uno en picado y otro en primera plana, añaden más libertad para que el jugador se sienta un pelín más integrado pese a que en la cinemática sea un sujeto pasivo. Me recuerda a cuando los cómics se aprovechan de que están en viñetas para crear sensación de movimiento o profundidad poniendo varios cuadros pequeños sucesivos o poniendo al personaje rodeado en un gran vacío en blanco.

Son verdaderamente dos mundos diferentes, cada uno reconstruido de cero, pero teniéndose en cuenta el uno al otro. Los puzles se aprovechan del cambio entre planos, su interconexión y los poderes de medium de Marianne, que incluyen una percepción o sexto sentido para encontrar objetos ocultos, descargas de electricidad y barreras para avanzar, y una proyección astral. Esto último es que puedes abandonar tu cuerpo físico y navegar solo por el mundo espiritual durante solo un rato. Aunque, de nuevo, todas estas partes se usan solo para rompecabezas. El juego también tiene secciones de supuesto sigilo, pero no crean mucha tensión que digamos.
No tengo problemas con los puzles como tal. Están bastante bien, son variados, te hacen moverte por los escenarios para enseñarte el mimo que le han puesto en los detalles y no son especialmente complicados ni fáciles. Sin embargo, encontrar las pistas es a veces un suplicio, incluso con la percepción activada, cuyo rol es básicamente mostrarte el contorno de los ítems necesarios para avanzar de fase. Entre una paleta de colores apagada, que la iluminación no sea suficiente y que la pantalla divida hace que, obviamente, la pantalla del mundo real se achate, solo dificultan una tarea que no debería ser la parte desafiante. Podrían haber metido una mejor ayuda.
Se me quitaban un poco las ganas de explorar precisamente por eso; No los puzles, sino el hecho de mirar cada recoveco varias veces. Pero era algo inevitable si quería, al menos en mi caso, enterarme del máximo trasfondo posible, que se cuentan a través de varias notas esparcidas. Los mensajes son lo suficientemente crípticos para no saber qué ocurren hasta que no haber conseguido suficientes y, aunque a nivel narrativo sea una salida fácil, la verdad es que fue muy efectiva. Sobre todo al ver cómo la letra de cada persona cambiaba. Cómo su tono cambiaba. Cómo su vida cambiaba en los años que estuvieron en Niwa.

El paso del tiempo, y sobre todo el desgaste como concepto, son otros pilares centrales en The Medium, más allá de espíritus y simbología. Vamos mirando de tercera e incluso primera mano los sucesos paranormales que llevaron a pique Niwa y qué conexión tiene en todo esto Marianne cuando nunca ha estado aquí. Con sus poderes también puede revivir momentos del pasado, y la mayoría, aunque agradables, contrastan con el resultado de Niwa y las notas escritas. Pero este desgaste no afecta solo a los muertos, también a la protagonista. Su voz se apaga con más frecuencia. El tanto correr de los monstruos la dejan hecha un desastre. Cada vez la vemos más agotada, física y mentalmente, y se nota más en los dos últimos tramos, cuando la propia cámara está más desenfocada y los laterales se vuelven blanquecinos, simulando todo el cansancio acumulado de Marianne. Y es que The Medium se vuelve más orgánico a través de los detalles como este.
Esto es, recordemos, la versión para PC
Para haceros una idea, compas de la Master Race, tengo un ordenador de gama media-alta con una gráfica GTX 1070. Vamos, que aguanta más o menos el tipo, pero no tuve la oportunidad de comprobar de primera mano la implementación del ray tracing, otro de los añadidos next-gen (aunque debería llamarlo ya current-gen o algo así) en versiones de consola. Pero igualmente puedo decir que The Medium es una maldita barbaridad gráfica. Se sigue notando el gran cuidado en las luces y sombras, que juegan entre ellas para dar una ambientación realmente lúgubre en el mundo físico y psicodélico en el espiritual. Tiene un detalle casi milimétrico con el entorno y respeta su espacio cuando se cambia entre tercera y primera persona (cambia cuando miramos un objeto).
Manteniéndolo en calidad alta general, solo tuve problemas de cargas de textura de unos tres segundos y un par de cinemáticas se congelaran momentáneamente. Bueno, y ya depende de los gustos, la pantalla de carga inicial es dolorosamente larga, pero una vez pasado eso cualquier carga se hace rápida. Incluso al morir, la reaparición no tarda mucho.
Conclusiones
Ahora, retomemos lo del terror. Podrás haber notado que no he mencionado en ni un solo momento si me ha dado miedo o no The Medium. Soy muy cagueta, e incluso con esas solo me ha asustado en dos o tres ocasiones contadas. ¿Significa eso que el juego falla en su terreno? Pues… no. El terror no se limita al arte de causar taquicardias, ni al mero susto ni al gore más enfermizo, o a profanar nuestra psique a base de trucos e ingenio. El terror ni siquiera tiene por qué dar miedo para que sea terror. Puede bastar el tener una ambientación tensa que nos haga sentir inseguros, impotentes, que nos sumerjamos en los mundos y nos cueste diferenciar el mundo material del espiritual. Creo que este es el terror al que aspiraban Bloober Team desde un principio, no por eso es menos que sus hermanos de género, pero igualmente cojea más de lo que me gustaría.
Tras habérmelo pasado, me quedo sin duda con su historia, con cómo va dejando continuamente migajas de pan pequeñitas, dignas de un artesano, hasta dar con el desenlace. Se cuece muy lentamente y la jugabilidad es de todo menos dinámica, una pareja mortal para quien busque emociones algo más fuertes, ya sea por tensión o por drama, pero ese es el enfoque que toman, y no es mejor ni peor, es simplemente eso, pausado.
Lo dije antes y lo digo ahora, porque me da hasta algo de rabia: Puedo recomendar The Medium solo por el clímax final, concretamente sus últimas dos horas. Es un final abierto, aunque del que puedes imaginar el resultado, y también deja posibilidad de un posible The Medium 2. Y lo esperaré. Quizás no con muchísimas ganas, pero como mínimo Bloober Team ha conseguido captar mi interés, y seguramente el tuyo también si le das un tiento, sea comprándolo o a través de Xbox Game Pass.
The Medium
Puntuación Final - 7
7
Interesante
Una misterio que solo va 'in crescendo' de principio hasta fin, donde culmina en un final abierto satisfactorio. También son satisfactorios los graficazos que tiene, la mayoría de puzles y el terror, más bien ligero, pero no por ello menos presente, pero arrastra algunos elementos del survival horror que se deberían haber quedado en su época, o que se deberían haber implementado mejor.