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The House of the Dead: Remake – Análisis Switch

De los infrarrojos de la arcade al giroscopio de los Joy-Con

El matazombis por excelencia y una de las máquinas mas recordadas de los salones recreativos de los años 90. The House of the Dead es uno de los shooters sobre railes más reconocidos en todo el mundo (si bien se nos suele venir antes a la mente los niveles de The House of the Dead 2), con cuatro entregas numeradas, varios spin-offs como franquicia, e incluso dos adaptaciones cinematográficas. Esta saga de Sega ha sido, sin duda, fructífera.

Tras 26 años de su primer estreno mundial, ahora tenemos The House of the Dead: Remake en Switch, cuyo subtítulo explica casi todo. En lugar de apuntar con un modelo de pistola en una arcade, podremos disparar a los muertos vivientes usando la palanca o, como se planteó premeditadamente, dirigiendo el puntero gracias al giroscopio del Joy-Con derecho.

Aunque sea un remake, el núcleo del juego es exactamente igual al original. Controlaremos al agente Thomas o al agente «G» a lo largo de cuatro capítulos para frenar los planes de Curien, que tienen que ver con muertos revividos mejorados cibernéticamente. Cada nivel plantea diferentes momentos de tiroteo casi podríamos decir a contrarreloj, en el que matamos al zombi antes de que este nos hiera. Y como toda buena peli de serie B, los diálogos son tan escasos como clichés, y los adoro precisamente por eso.

El cambio más visible de The House of the Dead: Remake es el visual, en donde MegaPixel directamente ha creado modelos de zombi nuevos en la mayoría de casos, pero que a su vez mantienen la esencia y los patrones de ataque de los enemigos del original. Los modelos de los personajes y escenarios no son sorprendentes si los comparamos a los estándares actuales, pero sí acompañan lo suficiente para un juego arcade en el que el plato principal son los disparos.

Si morimos, podremos ver un croquis de la ruta que hemos tomado y las disponibles, para picarnos la curiosidad

En Nintendo Switch, podremos dirigir la mira de la pistola de dos formas: Una es con el joystick, que responde bien en caso de no tener drifting, y la otra, la claramente forma intencionada de juego, es aprovechando el giroscopio del Joy-Con. Que el control sea así trae consigo, al menos a mi parecer, dos problemas:

El primero, es que, de base, el giroscopio no es demasiado preciso. Puede que no tenga pulso de cirujano, pero con algunos cambios de cámara o al poco de disparar, tenía que darle con frecuencia al botón Y para reajustar el puntero al centro. Al final te llegas a acostumbrar, pero me parece un paso atrás en relación a la máquina original de Sega y a la versión de PC, que el apuntado se hace mucho más preciso con el ratón. Al menos sí le doy a favor que apuntar con el Joy-Con es un poco más «realista» en cuanto sensación de dirigir una pistola, uno de los rasgos que siempre ha perseguido The House of the Dead.

Los efectos sonoros y visuales contribuyen a sumergirnos todavía más en la masacre

El segundo va ligado no al apuntar, sino al disparo y recargar, que se asocian a los botones ZR y ZL, respectivamente. Al poco tiempo de moverte por la inmediaciones, te das cuenta que la jugada más provechosa es estar continuamente disparando y recargando. Dicho de otra manera, estaremos machacando ZR y ZL como posesos. En las arcade al menos para recargar debías mover a un lado la pistola y volver a apuntar, consiguiendo crear un poco más de tensión; una tensión que el sistema de los Joy-Con no termina de capturar, por desgracia.

The House of the Dead: Remake trae consigo un nuevo modo Horda, que se resume en pasarse los capítulos pero con mucho más zombis en pantalla. También tiene tres niveles de dificultad para amoldarse a cada jugador, dos tipos de puntuación, y un multijugador diferenciando entre cooperativo y competitivo. También viene con una galería con más información de todos los enemigos, con los logros y más de un secreto para los más entusiastas. Sin embargo, incluso con estos complementos, debemos tener en mente que es un juego muy corto.

Cuánto repitas los niveles dependerá de cuánto te vicie el explorar las diferentes rutas e interacciones de entorno que ofrecen los tres primeros capítulos, las ganas de superar tus marcas personales o globales, y desentrañar toda la historia a través de cada personaje. Por supuesto, el mejor modo para alargar la vida del título será el multijugador local de a dos. Tanto si es en cooperativo como en competitivo, con que el segundo jugador traiga su mando, se pueden pasar unos 45 minutos muy ricos de matar zombis mutantes.

El multijugador local es una delicia para una tarde con un/a compañero/a en armas

Una vez más, Nintendo recoge uno de los testigos de Sega en su última consola. Este Remake conserva mucho de su encanto arcade, como las puntuaciones, la sencillez, aprendizaje a través de la repetición, y un remix de su música que sigue siendo igual de cañera. El feeling de jugar a la Casa de la Muerte sigue presente. Además, los añadidos, aunque no sean rebuscados, dan horas extra de juego, y el arte nuevo encaja muy bien con estilo slasher que transmite la saga desde sus orígenes.

Saca provecho del giroscopio, pero también es uno de los pocos juegos de Switch que no saca partido al portátil, ya que dependes de tener la pantalla sujeta… A no ser que quieras jugar a un shooter en railes con la palanca, claro. Por eso se juega mucho mejor con el deck, en pantalla grande para poder controlar mejor el puntero de la pistola.

The House of the Dead: Remake

Puntuación Final - 6.5

6.5

Interesante

Más remaster que remake, saca buen provecho del giroscopio del Joy-Con para jugar. La sensación de juego se mantiene sobre las mismas líneas que el original, pero sigue sufriendo de otros problemas relativos a la precisión y disparo. Aún así sigue siendo un juego breve y disfrutable con suficientes "parches" a estos problemas

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Daniel "Fullbull" Rubio

No me pidas mucho para los textos, que solo hice el bachiller de ciencias. En esta vida me gustan tres cosas: cerebro, videojuegos y carlinos.
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