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The Evil Within 2 – Análisis PC

Una nueva pesadilla en la máquina STEM

El survival horror es un género que actualmente se encuentra plagado de títulos que tienen los jumpscares por bandera y parecen creados para que los youtubers graben videoreacciones más que para ser jugados. Realmente dichos juegos no deberían ni catalogarse como survival horror debido a que carecen totalmente de las mecánicas que caracterizan a este género.

Shinji Mikami, que ya le conocemos por Resident Evil, nos trajo allá por el 2014 un videojuego que prometía devolver el survival horror a sus raíces: The Evil Within que, si bien es un juego de notable alto, se parecía bastante a un Resident Evil 4 con unas mecánicas de sigilo poco pulidas que acaban tornando la jugabilidad en más acción que otra cosa. Sin embargo, sus escenarios de pesadilla, su variedad, su trama y su originalidad fueron factores determinantes para que The Evil Within se hiciera un hueco entre los amantes del terror.

Sin duda el juego gustó pese a sus defectos y nos quedamos con ganas de más, y en octubre de 2017 aparece la secuela que nos ocupa este análisis, esta vez con otro equipo al cargo del juego y con Shinji Mikami en el papel de productor.

El juego comienza a lo Max Payne 3, con un Sebastián Castellanos dejado al alcoholismo, atormentado por la muerte de su hija en un incendio y que además abandonó el cuerpo de policía. Por si fuera poco, el jarro de agua fría no tarda en caerle encima, y es que la misteriosa agente Kidman, que ya la conocéis de la primera entrega, aparece en el bar donde Sebastián se está poniendo de cubatas hasta arriba para soltarle sin vaselina que su hija, que creía muerta, fue secuestrada por la corporación Mobius para utilizarla de núcleo en la máquina STEM, que, para quien no lo sepa, se trata de un dispositivo que recrea una especie de “matrix”, una simulación a la que los usuarios se conectan para vivir en una realidad alternativa en la que, si mueren en STEM, mueren en la vida real.

Como en todos los juegos/películas/libros antagonizados por corporaciones malignas que hacen experimentos de dudosa ética, la cosa siempre les sale mal. Resulta gracioso porque se trata de corporaciones con dinero y recursos infinitos a su alcance con el mejor personal trabajando para ellos, pero siempre hay algo que lo fastidia todo; en este caso, es la misma hija del ex detective Castellanos la que está arruinando el plan de Mobius. La niña, llamada Lily Castellanos, se ha perdido dentro del mundo de STEM en una ciudad llamada Union, que ha quedado en estado catastrófico al desestabilizarse la simulación. Por supuesto será nuestro amigo Sebastián el encargado de entrar de nuevo en STEM y dar con ella para la satisfacción de Mobius, con lo cual la agente Kidman se lo acaba llevando por las malas al cuartel general de la corporación por que sí, Kidman trabaja para ellos.

Acabo de comentar a grandes rasgos, para evitar todo el spoiler posible, la premisa de este videojuego. Quizás puedas pensar que no da para mucho, que es predecible, que es muy típica, porque, siendo francos, la típica historia del borracho que una vez fue alguien de provecho pero que a partir de ciertos acontecimientos de su vida se deja a malvivir, que además está divorciado o directamente ha muerto su mujer y por si fuera poco ha perdido a su hija pero se le plantea de repente la posibilidad de recuperarla es un cliché bueno de los buenos.

Pero, contra todo pronóstico, lo que nos espera es una aventura con giros argumentales y sorpresas que no te vas a ver venir. La trama se desarrolla poco a poco, ya sea avanzando en la historia principal o con el recurso trilladísimo de ir explorando para encontrar información.

Además, hay que destacar los villanos del juego, que van todos como locos detrás de Lily porque conseguir el poder del núcleo es muy tentador. Me gustó especialmente un tipo llamado Stephano, un artista de lo macabro que convierte sus asesinatos en obras de arte y protagoniza uno de los mejores momentos del juego que te deja, literalmente, flipando.

Esta entrega carece, sin embargo, de la confusión y la paranoia que generaba la primera parte, ya que esta ocasión toda la historia se centra alrededor de la búsqueda de Lily Castellanos en lugar de saber qué es lo que ocurre y cómo salir de ahí. Sabemos todo lo que está pasando desde el primer momento, conocemos la máquina STEM y sabemos que Union se está viniendo abajo por culpa de la pérdida del núcleo dentro de la propia máquina; y también conocemos a la corporación Mobius y rápidamente nos podemos hacer una idea de por qué STEM es tan importante para ellos. Es decir, aquí el argumento se presenta de una forma más clara y concisa que en el primer título, esto, dependiendo de los gustos de cada uno, puede ser un puno a favor o en contra.

Lo primero que hay que alabar es que los desarrolladores no hayan tomado otra decisión tan atroz y absurda como es colocar dos franjas negras arriba y debajo de la pantalla sin opción a desactivarlas para darle una estética mas “cinematográfica”, sin embargo sí que han incluido opcionalmente la posibilidad de activar estas franjas, posiblemente a modo de broma, al terminar el juego.

El titulo utiliza una versión propia del ID Tech 5, motor gráfico diseñado por ID Software que se ha adaptado especialmente para este juego; no se trata para nada de una maravilla técnica, eso hay que tenerlo claro, se trata de un motor gráfico que tiene ya unos años y no terminará de satisfacer a los gurús de la potencia.

Digo esto porque existe una diferencia, una cosa es que los gráficos no sean lo más puntero del mundo, y otra cosa es que sean feos y dañen la vista. Como he dicho, no estamos ante una maravilla gráfica, eso sí, apartados como la iluminación resultan en todo momento impresionantes, contribuyendo junto con la música y un maravilloso doblaje a crear una atmósfera de terror única y con mucha personalidad.

Si algo tiene bonito el apartado gráfico de este videojuego es la sangre. Los enemigos sangran a borbotones y de una forma muy estilizada. Cada impacto de bala en sus feos cuerpos, o cada puñalada propinada por Castellanos crean auténticas explosiones de hemoglobina que hace muy estimulante el matar enemigos, y de alguna forma contribuye a crear una jugabilidad más satisfactoria.

El diseño de los enemigos sigue en la línea del primer juego, las criaturas grotescas salidas de la mente de un loco del primer juego ahora son los habitantes de Union transformados. No se puede decir lo mismo del diseño de escenarios y niveles, los escenarios pesadillescos, dementes y retorcidos del primer juego aquí se han perdido, y los entornos de The Evil Within 2 no resultan tan variados. Visitaremos muchos lugares distintos, sí, lo que ocurre es que no nos produce esa sensación de cambio constante y confusión que sí nos dio el primer título.

The Evil Within 2 gana a la primera entrega en el aspecto jugable, por fin parece que las mecánicas de sigilo funcionan, pero para la tranquilidad de los que quieran acribillar a tiros a los bicharracos también hay partes de acción. Digamos que el juego busca un equilibrio y lo hace muy bien.

El título se desarrolla en una serie de capítulos que alternan entre lo lineal y la exploración libre. La pequeña ciudad de Union puede ser explorada en busca de objetos importantes, información o misiones secundarias. Pero hay que puntualizar que esto solo lo podemos hacer cuando el juego nos da la oportunidad, y esto ocurre en muy pocas ocasiones. Además, no podemos explorar la ciudad entera, sino solo un fragmento de ella dependiendo del capitulo en el que nos encontremos. Y la verdad es que, con esta nueva característica, por muy limitada que parezca, da para alargar la duración del videojuego bastante si nos detenemos a explorar y completar todos los objetivos secundarios. A mí me duro unas 25 horas y eso que no me paré todo lo que debería en ciertas partes en las que se nos da esta libertad.

En los paseos por Union debemos utilizar el sigilo para evitar a las criaturas que están por ahí sueltas. Y si no queremos utilizar el sigilo, correr puede ser la otra opción, ya que la munición escasea y los enemigos nos superan en número y fuerza. También encontramos por la ciudad unos refugios que vienen a funcionar de zona segura, aquí podemos guardar partida y mejorar nuestras armas y al personaje, y sí, hay lugares designados para guardar partida en un juego que ya de por sí tiene puntos de control. Precisamente la gracia de poner un lugar específico para guardar es añadir tensión a la supervivencia, pero si luego pones una barbaridad de puntos de control, acabas restando parte de esa tensión.

Cuando el trayecto es más lineal la acción tiende a tomar más protagonismo, sin olvidar el sigilo para ahorrar munición, y además hay batallas contra jefes finales que son muy dinámicas y cada jefe tiene su propia estrategia.

Como ya he dicho, la munición escasea como en todo survival horror que se precie. Si queremos pegar tiros también podemos hacer uso del entorno para ahorrar munición, disparando a los “barriles rojos” de turno o, por ejemplo, utilizando munición eléctrica de la ballesta sobre un charco de agua lleno de enemigos.

De nuevo podemos mejorar las habilidades de Sebastián con gel verde, y para variar tenemos algo presente ya en casi todos los videojuegos y que por alguna razón aún se piensa que es una cosa innovadora: podemos fabricar objetos y munición con piezas y herramientas que vamos encontrando sobre la marcha. Por supuesto las armas también pueden mejorarse y todo ello nos sirve para empezar una nueva partida con el personaje ya mejorado y poder jugar así mas cómodamente en una mayor dificultad.

El armamento del juego es parecido al del titulo anterior, vuelve la ballesta que podemos cargar con varios tipos de munición además de las típicas pistolas y escopetas, y tenemos un brutal lanzallamas que cuesta lo suyo conseguir.

El apartado jugable en general mejora lo visto en la primera entrega, añadiendo más variedad en las situaciones que se nos plantean y creado un título realmente entretenido al que se le pueden echar largas sesiones de juego sin aburrimiento.

Estamos ante a un juego largo, con una buena trama, grandes personajes y momentos inolvidables que supera a la primera entrega mejorando las mecánicas jugables y añadiendo otras nuevas que, sin embargo, está un poco por debajo de la primera entrega en otros aspectos como la ambientación que no es tan retorcida. Pero vaya, 100% recomendado.

The Evil Within 2

Puntuación Final - 8.5

8.5

Imprescindible

Atmosfera inmersiva, criaturas grotescas y una jugabilidad de lo más entretenida, si eres fan del terror no te lo puedes perder. Un título con muy pocos fallos que reprocharle.

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Nukem

Ingeniero informático, en el mundo de los videojuegos desde que cogí la escopeta de doble cañón en DooM 2 y muy fan de los First Person Shooter clásicos. System Shock 2 es el mejor juego de la historia.
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