Si tuviera que destacar una anécdota importante en mi infancia sería en la que iba a los recreativos donde trabajaban mis tíos y estos me llenaban de créditos la vieja máquina de Tetris para que yo crease «casitas». Tenía 4 o 5 años, desconocía la mecánica del juego, y en mi joven mente los videojuegos debían hacer lo que yo quisiera en vez de adaptarme yo a las premisas del juego. En mi infancia, cuanto más bonita y alta era la «casita» que construía, más ganaba, así que aquellos créditos (que por suerte me salían gratis), se gastaban bastante rápido. Según fui creciendo fui entendiendo que los videojuegos tenían una serie de reglas y premisas, y que Tetris era un juego donde lo mejor era quedarse lo más abajo posible. Aún así, siempre me había quedado con la frustración de un Tetris expandido en el que mis acciones tuvieran algún tipo de recompensa más allá del recuento de puntos; hasta que por fin ha llegado Tetris: Effect.
Tetris. Solo el nombre ya evoca tardes y tardes haciendo caer los tetriminos a través de la pantalla de un viejo arcade, un pequeño Game’n’Watch o, los más suertudos, una GameBoy. Un viejo conocido que ha modificado las mentes de los más veteranos en el mundo de los videojuegos y que (literalmente) nos ha hecho soñar con sus pantallas frenéticas en las que las piezas caían cada vez más y más deprisa al ritmo de su machacona canción soviética. Seguramente, si preguntásemos a los jugadores más veteranos, podrían decirnos que sus primeros juegos fueron Pong y Tetris; un juego con una premisa tan sencilla y a su vez tan hipnótica creada por Alekséi Pázhitnov en 1984 que ahora se reinventa de forma casi revolucionaria con el nuevo Tetris: Effect.

Un viaje espacial a través de la mente
Las mecánicas de Tetris son sencillas: completar líneas haciendo encajar ciertas piezas con formas predeterminadas para que estas desaparezcan y seguir jugando mientras crece la velocidad, superando cada vez niveles más y más rápidos. En esto Tetris: Effect no se diferencia para nada en sus predecesores. El modo de juego es el mismo que llevamos jugando más de 30 años, pero la forma de organizar los retos en esta nueva entrega es innovadora ya que están divididos en dos modos de juego.
En el Modo Viaje podemos avanzar en una suerte de aventura espacial a través de un esquema similar al Supercúmulo Laniakea en el que se integra nuestra galaxia, que simboliza el viaje que emprendemos a través del Universo y la mente. Cada bloque de niveles se diferencia por su estética y música, y las velocidades se adaptan al ritmo de la banda sonora creando una conjunción de juego, música y vídeo vanguardista e inspiradora. En el juego básico se va avanzando por estos bloques de niveles, ascendiendo cada vez más en dificultad con una curva más que llevadera y con diferentes opciones de dificultad que lo hacen accesible a todo tipo de jugadores, desde el más veterano al recién llegado a Tetris.

En el Modo Effect veremos nuestro planeta, marcaremos nuestra ubicación y nos veremos flotar y orbitar a su alrededor en forma de un avatar luminoso. Estos avatares podemos desbloquearlos a través de los Rituales Semanales, retos de fin de semana en los que conseguiremos puntos, avatares y músicas que armonizarán mientras orbitamos. Además podremos acceder a pequeños desafíos y pruebas de tiempo, puntuación y partidas que podemos armonizar con nuestro estado de ánimo: partidas relajantes con objetivos variados o con velocidades demenciales para los más atrevidos y expertos.
Tetris: Effect se inspira en los diversos estudios científicos que, desde los años 90, aseguraban que tras jugar a Tetris tendemos a seguir viendo la caída de tetriminos, jugando en nuestra mente, y que nos ayuda a desarrollar mejores capacidades espaciales y organizativas. Este juego entrelaza esa premisa con un rico mundo de inspiración sinestésica que, sin ningún pudor, mezcla atractivas visualizaciones, música inspiradora y el sencillo desafío intelectual de Tetris. La recompensa no es solo superar las pantallas, sino seguir jugando, disfrutando de esa experiencia relajante y onírica en la que sencillamente fluimos en la propia continuidad del juego. A Tetris: Effect no podemos pedirle una historia, no es posible darle más trasfondo que el propio del mítico juego de los 80 que regresa para remozar su aspecto artístico hasta puntos experimentales.
Experimentación al punto de la suspensión de pensamiento, cuando juegas a Tetris el jugador se concentra absolutamente en el juego sin permitir que exista otro pensamiento. Esta es la razón por la cual al abandonar el juego experimentamos la sensación de seguir jugando en nuestra mente mientras hacemos otras cosas. Aunque en un primer momento esto pudiera parecer perjudicial, lo curioso es que los estudios suelen comentar que las personas que juegan a Tetris tienen una mejor capacidad de concentración y una mayor memoria a largo plazo. Además, en los momentos en los que te sumerges en esta edición, con su música relajante y sus colores y luces, es más cercano a lo que encontraríamos en un spa que a otro videojuego. Nos abstraemos de pensamientos intrusivos, relajándonos y alejándonos de problemas cotidianos, permitiéndonos apartarnos de cualquier malestar.

Por los modos de juego propuestos está más que claro que Tetris: Effect se acercaría más a un juego meditativo y colaborativo antes que a un videojuego competitivo o de obtención de objetivos. Ademas toda esta experiencia podemos disfrutarla en VR, de manera que la inmersión debe ser impresionante; por desgracia no nos ha sido posible jugarlo con este dispositivo, pero sin duda es una razón muy convincente para hacerse con esta tecnología.
Una experiencia sinestésica
La sinestesia es la capacidad innata de relacionar sonidos con imágenes, u olores con texturas, cosas que no deberían tener relación alguna. Tetris: Effect parece utilizar este sistema para, con la banda sonora y las visualizaciones temáticas de sus pantallas de juego, crear sensaciones completamente absorbentes al jugador.
En ocasiones sentiremos que somos nosotros mismos los que, con el movimiento de los tetriminos y su colocación, creamos la banda sonora del juego o desbloqueamos partes ocultas del entorno, causándonos una sensación de recompensa audiovisual que nos invita a seguir jugando. Tetris: Effect se diferencia de los anteriores Tetris en su falta de estrés, su desafío gratificante y su increíble apartado gráfico, lleno de luces relajantes, espacios amplios y sonidos sugerentes que nos ayudan a concentrarnos en el juego y a abstraernos de la realidad, adentrándonos en la propia experiencia del juego y convirtiéndolo en una especie de meditación guiada a través de sus múltiples pantallas de colores psicodélicos y caleidoscópicos.

Tetris: Effect ha ido más allá de la simple mejora gráfica, ha apostado por la innovación en su aspecto visual, adaptando la experiencia visual del juego a la música que nos envuelve en cada nivel y que marca el ritmo, haciendo de él un todo. Ya no es sencillamente una música que acompañe o un aspecto adaptado, es un conjunto audiovisual con el que interactuamos siguiendo las normas más que conocidas de Tetris. Es fácil sentirse bienvenido por el juego, ya que la mecánica lleva con nosotros décadas. Más allá de música contemporánea o atractivo visual, Tetris: Effect ha logrado introducirnos en un mundo onírico en el que flotamos relajadamente, creándonos el conocido efecto Tetris de una forma más que gratificante.
Arte contemporáneo con el que podemos jugar
No estamos frente a un juego al uso, Tetris: Effect es una experiencia que va más allá del videojuego. Hace uso de sus capacidades audiovisuales para transportarnos a un estado de ánimo relajado, a un ejercicio mental de desarrollo que nos abstrae completamente de cualquier problema, devolviéndonos a un estado anterior a las complicaciones en el que los juegos eran sencillos y servían para divertirse; envolviéndolo en un fantástico apartado gráfico y musical con el que, sencillamente, quedaremos más que satisfechos.
Como antigua jugadora de Tetris debo decir que la experiencia de Tetris: Effect resulta completamente evocadora y deliciosa, con una combinación inesperada que no hace más que despertar mis ganas de seguir jugando sin ningún reparo al juego que, a pesar de todos los avances en la industria, siempre es capaz de crearnos una adicción a la que es imposible resistirse.
Tetris: Effect
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
Un juego onírico y psicodélico que te atrapará y no lo querrás soltar.