AnálisisPS5

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins – Análisis PS5

Voy a matar a Caos... ¡Wiii!

Cómo decirlo, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins es un juego… caótico (badumtss), así como Alargado su nombre, pero en el mejor sentido posible de la palabra. Lo último que esperaría un fan Obcecado de Final Fantasy al encarar una reimaginación del primer título de la mítica franquicia es una Salvaje obra que abrace de forma tan consciente el meme y al que le importe tan poco las opiniones de ese mismo fan. Lo que al principio podía parecer un re-skin de Nioh por parte del Team Ninja rápidamente se revela como una frenética y adictiva mezcla de hack and slash con Action RPG, y además una que no está en absoluto exenta de cariño hacia la marca, aunque le guste jugar al límite de la tolerancia del fandom.

Comencemos. En Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins manejaremos siempre a Jack, un violento y Amnésico protagonista con la obsesión de encontrar y destruir a Caos. De alguna forma, consigue Oportunamente juntarse con otras cuatro personas que comparten esas mismas ansias de hacer el Sinfónico medievo con la cara de la esquiva entidad. Junto, se embarcan en una aventura llena de sangre y destrucción en pos de convertirse en los Guerreros de la Luz que dicta la profecía. La trama de Stranger of Paradise, más que misteriosa es tramposa.

Contaremos con un grupo de protagonistas amnésicos, conversaciones con NPC’s total y completamente Absurdas e irrelevantes (e insertadas en un menú con tiempo de carga asociado a cada una de ella), y las Obviables únicas pistas que obtendremos de lo que está pasando (más allá de sus escuetas cinemáticas) Serán en forma de coleccionable: explorando mucho los niveles, encontraremos textos de la civilización de los luferanos, con crípticas anotaciones que nos orientarán un poco. Aunque al final la historia se vuelve bastante más interesante con todas las cartas desplegadas sobre la mesa, el juego ha pasado demasiado tiempo mareando al jugador como para que suponga una revelación sorprendente. La narrativa sigue siendo un problema en Team Ninja, aunque lo que se nos cuenta tenía buenas intenciones para ser algo diferente; mejor llevado este apartado que en la serie Nioh, eso sí.

La traducción es espectacular

El apartado técnico de Stranger of Paradise tampoco diría que es una fortaleza, ya que una ambientación así pedía una dirección artística mucho menos genérica. Si bien los diseños de los personajes, equipaciones y enemigos, así como algunos escenarios (tanto a nivel estético como de diseño del propio nivel), rayan a muy buen nivel, las tasa de fps puede llegar a ser bastante caprichosa; además, efectos como la magia podrían haberse trabajado para lucir más impresionantes en su ejecución. Aún así, es un juego que cuenta con algunas escenas muy potentes en forma de cinemáticas, y las animaciones son variadas e impactantes, sobre todo con las salvajes ejecuciones de Jack.

Aún con todos estos problemas de base, e incluso sumándolos a algunas asperezas jugables que veremos más adelante, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins es uno de los juegos que más he disfrutado en lo que va de año. Y con el primer trimestre que llevamos, no es un halago menor.

A pesar de lo que pudiera parecer en sus primeros materiales, puede que Stranger of Paradise no respete al fan hardcore del legado de la franquicia, pero eso no quiere decir que no sea un juego que destila cariño por la marca. La ambientación de los niveles está basada en localizaciones de otros juegos de la serie, así como las historias que nos los introducen y el contexto de las misiones secundarias; además, los enemigos que pueblan los escenarios son en su gran mayoría viejos conocidos. La banda sonora, un factor para mí esencial en la serie, también me parece que nos deja temas muy potentes, acompañando a la perfección al frenético sistema de combate.

Sin ser impresionantes a nivel visual, los escenarios son variados en cuanto a ambientación

El desarrollo de Stranger of Paradise es a través de niveles cerrados a los que accedemos desde un mapa. Estos niveles tienen una estructura muy lineal pero con diferentes caminos que se entrelazan, dando lugar a una estructura laberíntica, con cierta verticalidad incluso en algunas ocasiones. Como otros aspectos del juego, el reparto de puntos de control y el tipo de atajos que encontraremos son típicos del souls-like. Por supuesto, el sistema de combate no es una excepción. Y es que vendrás por los memes, y te quedarás por la acción.

El sistema de combate de Stranger of Paradise es fabuloso. También es cierto que os tiene que gustar la kinestética de Nioh, que es muy particular. Usa el típico set de ataque suave, fuerte, bloqueo, esquiva, pero prescinde del sistema de posturas de Nioh. A cambio, tenemos una enorme variedad de armas y hasta 28 trabajos que combinar entre sí. Podemos llevar equipados dos trabajos para cambiar entre ellos en tiempo real, incluso en mitad de un combo. Cada trabajo llevará asociado una habilidad especial, un arquetipo de ropa-arma diferente, y habrá trabajos que lleven asociados tipos concretos de armas. Nuestra party estará compuesta por otros dos miembros, cada uno con sus propios trabajos disponibles; podremos decidir su equipación y trabajo, pero no controlarlos directamente.

Dentro del combate hay varias mecánicas importantes: tendremos una barra de magia que podemos aumentar de tamaño gracias, entre otras cosas, a las ejecuciones de enemigos. La magia será fundamental para realizar cualquier tipo de habilidad, ya sea asociada al arma, de nuestro personaje o del trabajo que llevemos equipado. Tanto nosotros como los enemigos tendremos una barra de resistencia, un aspecto que será fundamental de cara al combate, ya que si la agotamos podremos ejecutar directamente a nuestros enemigos. Incluso es posible que la onda expansiva active una ejecución espontánea de los enemigos de alrededor si también estaban agotados.

Jack tiene un estilazo ejecutando a seres que no son Caos

Cada arma tiene sus propios combos y movimientos, que podremos configurar a placer. Así mismo, cada trabajo de los 28 disponibles tendrá su propio árbol de habilidades. El juego nos obliga a experimentar con todos de una forma muy hábil: al final de cada árbol de habilidades, se esconde la puerta de acceso a otra clase. Y creedme cuando os digo que las particularidades de cada clase cambian mucho el combate. Hay muchas sinergias posibles que descubrir, y el juego no te lo cuenta en ningún momento; es una maravilla ir probando diferentes sets. Además, los combates contra los jefes admiten bastante estrategia a este respecto. Habrá algunos jefes que nos obligarán a dominar una clase que no teníamos pensado utilizar. Por ejemplo, mi clase favorita es Berserker; sacrificas la capacidad de curarte con pociones durante una potenciación temporal enorme de tu ataque. Es algo que te deja muy expuesto… a no ser que previamente con un mago rojo hayas casteado en tu personaje coraza, barrera y revitalia (o prisa, si quieres acabar rápido).

La magia también es un tema interesante en Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins. Hay varias clases dependientes de la magia, y pueden incluso tener efectos ambientales. Se invocan, cargan y castean en tiempo real; si usas hechizos eléctricos en un charco, la electricidad se extenderá por el agua dañando a todos los enemigos. Incluso habrá escenarios que nos obliguen a utilizar hechizos sobre ciertas estructuras para avanzar; nada especialmente rebuscado ni innovador, pero sorprende ver estos sistemas de magia mezclados en una dinámica de hack and slash. Como curiosidad, contamos también con una capacidad llamada Corazánima, una suerte de habilidad de absorción que, de usarla en el momento adecuado, podrá protegernos y robar los ataques enemigos para poder usarlos nosotros.

Como hack and slash, Stranger of Paradise es ágil y apoteósico. El componente RPG viene determinado Adicionalmente sobre todo por las stats de las equipaciones, armas y armaduras, y la forma de Organizarlas, combinarlas entre sí para exprimir el sistema de habilidades pasivas que llevan los trabajos. Sin duda es un juego que sabe lo divertido que puede llegar a ser su sistema de combate, y por ello apenas castiga la muerte. No perdemos experiencia, ni equipación, nada. Carga (muy) rápido la partida y vuelve para vengarte de los que te han matado. Hay varios aspectos que pulir, como el uso de la cámara, el excesivo loot y lo incómodo que resulta gestionar una cantidad tan desmesurada del mismo. No puedes encariñarte con ninguna prenda ni arma, cambiarás muchas veces incluso en un mismo nivel. Por ello también pierde toda la relevancia posible el sistema para mejorar las armas, al menos hasta el final del juego.

Hay un modo cooperativo a tres, pero no he visto necesario usarlo. El juego empieza muy sencillito, pero se complica rápido. Es capaz de mantener durante todo el nivel un delicioso equilibrio entre sentirte una fuerza de la naturaleza y poder morir de dos magias mal encajadas si te confías. Los jefes también pueden ponernos las cosas complicadas, pero normalmente con una estrategia adecuada, nuestros compañeros hacen gran parte del trabajo. Creo que su dificultad está perfectamente medida para ser divertido y no frustrar, aunque con puntuales picos de dificultad que se agradecen mucho.

Y, por supuesto, no podía dejar de mencionar el tono tan extraño del juego. Por supuesto que choca ver unos personajes tan unidimensionales y despreocupados envueltos en la sobriedad de un Final Fantasy clásico. Pero ver a Jack preguntar a todo el mundo si es Caos o cortar un discurso grandilocuente de un puñetazo sigue siendo igual de divertido todas y cada una de las veces. Todo lo relacionado con las interacciones entre personajes es, simplemente, bizarro. Y eso que en la estupenda localización de los textos al castellano se han cortado muchas de las menciones a Caos en la traducción. Eso sí, el resto de componentes de la party son un absoluto cero en carisma. Solo recordaremos a Jack Garland, pero desde luego no me importaría que pasara a la historia de la serie con alguna aparición en una secuela de Dissidia. Por cierto, en PS5 sorprende lo bien que está implementado el DualSense, sobre todo en las cinemáticas.

Al final, Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins es tan extraño y, en ocasiones, desconcertante como Osado, divertido y adictivo. Un auténtico placer culpable que hay que encarar con una actitud de Seriedad inversamente proporcional a la que Jack emplea en buscar a Caos. La satisfacción que no encontrarás en su historia y personajes la hallarás en su maravilloso sistema de combate, sus referencias a la serie y, por supuesto, en los memes.

Claro que podría haber alcanzado mayores cotas de calidad con un apartado técnico más potente, una Acusada mejora del diseño de niveles (son básicamente arenas de combate separadas por secciones Oscuras y laberínticas sin ninguna coherencia) o un mayor refinamiento en su sistema de looteo y la Subsiguiente gestión del inventario… pero es que son cosas que apenas afectan a la experiencia global.

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins

Puntuación Final - 8

8

Recomendado

Stranger of Paradise: Final Fantasy Origins es tan extraño y, en ocasiones, desconcertante como divertido y adictivo.

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Alejandro Morillas Tellez

Fisioterapeuta/osteópata de día, hipnoterapeuta cuando es necesario y apasionado jugador de videojuegos por la noche. Los primeros juegos que relaciono como favoritos son Catherine, Vanquish, Overwatch y Kingdom Hearts. Pero siempre estoy disponible para un Tekken, un Vermintide o una maratón de Metal Gear.
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