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Análisis de Stella of the End para PC

¿Qué significa ser humano?

A estas alturas, el género de las novelas visuales se ha ramificado en una gran cantidad de subgéneros que se diferencian, en ocasiones, hasta radicalmente. Desde mezclarse con otros géneros, como los puzles, el rol por turnos e incluso la estrategia en tiempo real hasta las mecánicas más simples; leer y pasar el texto con un solo botón. Este es el caso de Stella of the End, una novela cinética (una novela visual sin ninguna decisión a tomar por parte del jugador) desarrollada por Visual Arts y Key, bastante distinta a la última novela de la que hablé en esta misma web.

Formando parte de la trilogía robot de Key (título acuñado por los fans), junto a Planetarian y Harmonia, nos llega por fin, en inglés, a través de Steam. Con la desarrolladora que dio vida a la fórmula de los nakige (juegos con una historia emocional que buscan llegar a hacer llorar al jugador), el título no supera las 15 horas de lectura. Dado que se trata de una novela visual sin mecánicas, este análisis trata principalmente de su aspecto narrativo, por lo que es inevitable que haya spoilers en este análisis. Para quienes no les importe conocer los primeros compases, pero no quieran que se revele más sobre el juego, habrá otro aviso en cuanto llegue el momento.

Como ya hemos dicho, Stella of the End se trata de una novela cinética, resultando, a grandes rasgos, en un libro con ilustraciones, voces y música ambiental. Situada en un futuro en donde la humanidad ha perdido la posición como raza dominante del planeta, los últimos resquicios de ésta viven en un mundo arrasado y en ruinas. Aun así, la vida sigue adelante para sus habitantes, trabajando codo con codo en crear comunidades que buscan sobrevivir de la forma que sea.

Aunque la comunicación instantánea a larga distancia ya no sea la norma, estas ciudades mantienen el contacto y el desarrollo gracias a los repartidores; personas que toman encargos para adentrarse en las Zonas Peligrosas, viajando de poblado en poblado. Como bien indica el nombre, estas zonas están plagadas de amenazas, ya sean tribus que han abandonado el pensamiento moral y han regresado a comportamientos más primitivos, o la actual especie dominante, las Singularity Machines.

La mayor parte del tiempo únicamente veremos a Philia y el escenario en pantalla, con el texto pasando por encima.

Esta es la historia de Jude, un repartidor profesional, quien gracias a sus habilidades, consigue realizar contacto con Willem Grosvenor, un científico que asegura tener la clave para que los humanos vuelvan a reinar la faz de la tierra. Con la promesa de una recompensa inimaginable, de no ser por el peligro del encargo, Jude tomará la misión del científico; llevar cierto paquete a su destino. Sin embargo, con el miedo de ser descubiertos, el duque Grosvenor y Jude acuerdan dividir el viaje en múltiples partes, manteniendo todavía incógnitas entre ambos.

Aceptando el encargo de su vida, Jude se pondrá en marcha a unas ruinas cercanas a su posición, primer objetivo de su viaje, donde tendrá que recoger la mercancía. Los androides no son algo tan raro de ver en esta época, sin embargo, de no haber sabido previamente que se trataba de uno, Jude habría confundido a la niña que descansaba en una cámara de hibernación por un humano. Con el simple anhelo de convertirse en un ser humano, Philia, la niña androide, seguirá a Jude hasta el fin del mundo, desconociendo que este únicamente busca completar su encargo y entregarla al duque.

Stella of the End se desarrolla en 19 capítulos, divididos por el progreso que toma el viaje en cada momento. Al principio de cada uno, podremos ver cuantos días llevan nuestros protagonistas desde el inicio del encargo, así como el progreso en su ruta y las coordenadas actuales (un buen guiño para que nosotros mismos busquemos sobre un mapa externo su posición actual). Algunos más cortos, otros más largos, los capítulos tendrán una temática principal, adelantada por el título del mismo. Desde la exploración de una región, hasta el diálogo que resulta de una situación por la que pasan Jude y Philia, la duración de estos capítulos también varía, yendo desde los 15-20 minutos hasta incluso sobrepasar una hora.

En ningún momento se nos revelan los nombres de las localizaciones que visitan Jude y Philia, únicamente sus coordenadas, una buena forma de mantener al jugador interesado con una simple incógnita entre capítulo y capítulo.

En todo momento tendremos acceso al menú, desde donde podremos realizar las acciones habituales de este tipo de aventuras narrativas; guardar, cargar, volver a leer texto que hemos pasado, cambiar el volumen y hasta dejar que el texto avance automáticamente. Como hemos dicho, se asemeja más a un libro, o audiolibro, con ilustraciones puntuales, pues aunque Philia cuenta con un amplio abanico de expresiones que veremos durante el viaje, al leer desde el punto de vista de Jude, sus «apariciones frente a la cámara» serán mínimas. La imaginación también juega un papel importante aquí, pues algunos de los escenarios son bien similares, con poca variación entre «Bosque A» y «Bosque B,» teniendo que poner de nuestra parte en algunos momentos.

Sin embargo, como es norma en el género, en ocasiones tendremos ilustraciones que cubrirán toda la pantalla, pensadas para escenas con cierta importancia. En estas escenas, es posible que la visualización del texto, que de normal se mostrará sobre toda la pantalla y llegará a cubrir las caras de los personajes, pase a posicionarse de forma que podamos admirar el arte, o al centro de la pantalla, para dar mayor significado a las palabras del personaje.

Mientras que la misión de Jude es entregar a Philia para el «plan maestro» del duque, la misión de la androide, y obsesión, que acaba dando lugar a su nombre, es la de convertirse en un ser humano. Con una complexión y una mentalidad similares a las de una niña de apenas 10 años, el viaje de Jude no tarda en encontrar mil y una situaciones que él mismo no esperaba. ¿Qué significa realmente ser humano? ¿Qué diferencia a los humanos de las máquinas? En un mundo y una época donde existen los implantes, y partes del organismo pueden ser sustituidas por metal y tecnología, ¿dónde se dibuja la línea que los separa?

Philia cuenta con una visión idealista, nacida de la inocencia, en donde busca ayudar y rescatar a todo con el que se crucen. Jude no deja de repetirse a sí mismo que esto revela todavía más el hecho de que ella no es más que una simple «máquina,» programada para tener esos pensamientos, nacidos de las tres leyes de la robótica. Sin embargo, múltiples situaciones llevan a Jude a perder la concentración de dicho pensamiento, sobre todo tras ser encargado por el científico que ayude al desarrollo de la androide, como si se tratase de una persona.

A partir de la mitad de la historia, se ve claramente cómo el protagonista ve alterada su percepción sobre la niña. Sus manierismos, la forma de referirse a ella, las duraciones y los contenidos de sus conversaciones y hasta la forma de enseñarle a convertirse en Repartidor como él. Todo cobra peso en desarrollar a ambos personajes, haciendo que uno se abra más y el otro tome mayor precaución. Si bien algunos de estos cambios son un tanto sutiles, los lectores más perspicaces encontrarán en este desarrollo uno de los puntos fuertes del título.

Teniendo en cuenta su duración y el precio del título, es difícil no recomendar Stella of the End a cualquier fan del género. Si bien no destaca en nada especialmente, sobre todo en el apartado técnico, la relación entre el desarrollo de su mundo y sus personajes lleva a pensar que «prácticamente no hay mal texto» entre sus capítulos. En ocasiones agradable y divertido, como es habitual en las producciones de Key, no se corta ni un pelo en mostrar lo peligroso y cruel que puede ser su mundo y sus habitantes, sobre todo en las Zonas Peligrosas.

Acompañado de ilustraciones que saben transmitir la calma e intensidad necesaria para cada situación, y una plácida banda sonora que, en más de una ocasión, nos hará parar de leer y disfrutar de sus melodías, cualquier amante de las novelas visuales encontrará una buena lectura. Sin embargo, para los más noveles, si bien Stella of the End no es la peor forma de entrar en el género, el ritmo pausado y sin prisas de la historia requiere de paciencia, algo que, si no se consigue conectar con los protagonistas, es probable que no se consiga mantener.

Stella of the End

Puntuación Final - 8

8

Recomendado

Una novela cinética que sabe dar la importancia que merece a cada uno de sus momentos a lo largo de un peligroso viaje, donde también hay lugar para la introspección y las emociones.

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Vic

Profesor de idiomas y fanático de las "japonesadas." Me gustan los JRPG, los juegos de lucha y los indies que proponen nuevas ideas, además de las historias rebuscadas y las que llegan a la patata.
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