Aunque nació como Soul Edge (Soul Blade en Europa), mi primer contacto con la saga Soul Calibur fue cuando leí en una Hobby Consolas la noticia de que un juego de lucha iba a contar con un personaje exclusivo según la consola donde lo jugases. Estábamos en plena guerra de consolas y poder contar con Link en tu versión del juego era un argumento genial para afirmar que la razón la tenías tú y que la consola de los demás era peor… por suerte algunos maduramos y con el tiempo comprendimos que no existe tal guerra y que lo importante es disfrutar de los juegos. Los que no lo comprendieron se mudaron a Twitter.
Volviendo al tema principal, Soul Calibur II fue un estupendo juego de lucha que aprovechó la curiosidad que despertó sus personajes exclusivos para introducirnos a muchos en su saga gracias a una jugabilidad muy depurada y accesible, así como contenido suficiente para disfrutar jugando solos. La tercera entrega salió exclusivamente en Playstation 2, pero refinó el juego lo suficiente como para ser considerada por muchos como la mejor de la saga, además de incluir por primera vez un modo para crear tus propios personajes. Desde entonces han salido dos entregas más y un par de spinoffs, pero nunca se acercaron a los niveles de popularidad y calidad que tuvieron una vez, era necesario por parte de Bandai Namco tomarse un tiempo e intentar volver por la puerta grande.
Esto nos lleva al presente, con un Soul Calibur VI que busca repetir la fórmula que llevó a esta saga a ser considerada una de las mejores en el género de los juegos de lucha. ¿Lo consigue? Ahora lo veremos.
La jugabilidad es su mejor baza
Soul Calibur VI es un juego con suficiente profundidad para que puedas disfrutar jugando independientemente de tu nivel como jugador. Si eres un novato, o hace tiempo que abandonaste la saga, con un repaso al tutorial pronto conseguirás manejar las diferentes mecánicas del juego, mientras que si eres alguien más experimentado encontrarás un depurado sistema de control con suficientes matices para adaptarte a cualquier situación según el nivel de tu rival. Quiero aclarar que yo formo parte del primer grupo, mi única experiencia con juegos de lucha son con esta saga y los Smash Bros de Nintendo; cada vez que intento ponerme a los mandos de un Street Fighter o un Tekken me siento abrumado y rara vez consigo hacer algo útil salvo aporrear botones e intentar perder con algo de dignidad (cosa que no ocurre nunca).
Con Soul Calibur VI he vuelto a creer que realmente podía plantarle cara a mis rivales gracias a la simplicidad de su jugabilidad; tenemos un botón para atacar horizontalmente (rápidos y fáciles de encadenar), otro para los ataques verticales (un poco más lentos pero más poderosos y capaces de expulsar a nuestros rivales del escenario) y otro para las patadas. La combinación de estos con el botón de dirección es lo que nos permitirá ejecutar diferentes ataques según el personaje que utilicemos.
Para cubrirnos podemos utilizar el botón asignado para ello o esquivar el ataque moviéndonos hacia atrás o hacia los lados, mientras que los gatillos quedan relegados a funcionalidades avanzadas. Por un lado tenemos la principal novedad de esta entrega, los Ataques del Revés: ya sea pulsando un botón o mediante un combo que lo active entraremos en un modo en el que nos defenderemos de todos los ataques del enemigo (siempre y cuando su ataque no rompa guardias), para finalizar con una animación a cámara lenta en la que entramos a una versión un poco más compleja de piedra-papel-tijeras. Ambos luchadores deben decidir el ataque del rival, teniendo en cuenta que los verticales vencen a los horizontales, estos a las patadas y un buen golpe tumba los verticales.
También podemos optar por cubrirnos o movernos si no estamos seguros del resultado, ya que a pesar de haber sido nosotros los ejecutores del Ataque del Revés podemos salir perdiendo si nuestro rival vence el minijuego. Se trata pues de una mecánica basada mayormente en el azar que quizá no termine de gustar a todo el mundo pero que ayuda a los jugadores menos experimentados o aquellos que están perdiendo a conseguir un empujón que les devuelva al combate. Si vencemos además de quitarle un segmento a la barra de vida de nuestro adversario conseguiremos una subida extra a nuestra barra de almas, lo cual nos lleva a la otra novedad de Soul Calibur VI.
La barra de energía se puede llenar dos veces ya sea encadenando ataques o recibiéndolos, y la podemos gastar con una simple pulsación de un botón en ejecutar un ataque especial que quitará un buen segmento de la barra de vida de nuestro rival, además de disfrutar de una animación espectacular exclusiva de cada luchador. Soul Calibur VI se distancia así de juegos más exigentes que precisan de combinaciones de botones para poder acceder a estos ataques demoledores. Otro uso para la barra de energía es la de darnos un subidón temporal en el que haremos más daño y podemos acceder a nuevos ataques y, en el caso de un par de personajes, una transformación.
Todas estas funciones junto a un control de los personajes suave y rápido permite tener un juego accesible para todo el mundo y al mismo tiempo exigente para los que les guste exprimir al máximo sus mandos.
Dos modos historia con mucho contenido
Personalmente, donde más resalta para mí el juego es en sus modos historia para un solo jugador. Sí, no se trata de un error a la hora de escribir: el juego incluye no uno, sino dos modos de historia completos. El primero, Balanza del alma, es el más original y completo, pues nos permite crear nuestro propio personaje y embarcarnos en una aventura a través de Europa y Asia interactuando con algunos de los protagonistas del juego y aceptando misiones de aldeanos y similares. Este modo cuenta con pequeños toques de rol en forma de niveles, diferentes armas para equiparnos y la posibilidad de tomar decisiones que afecten a nuestra aventura y que van orientando a nuestro personaje hacia el lado bueno o malo de la historia. Terminarlo puede llevarnos un buen rato en función de lo completistas que seáis, entre unas 10-15 horas, lo que le permite tutear a muchos juegos orientados exclusivamente para un jugador. Es cierto que se trata de un modo que por si solo sería demasiado simple, pero que no está nada mal cuando piensas que se trata de una de las diversas opciones que tiene el juego.
El otro modo para un jugador es las Crónicas del alma, o lo que sería el modo historia más tradicional. En el podemos jugar a la historia principal del juego, protagonizada por Kilik, u otras historias más pequeñas para el resto de personajes. Todos tienen su pequeña campaña de unos seis capítulos, y todas las historias son canon, entrelazadas entre ellas y con el modo Balanza de almas. Al final los dos modos forman una cronología completa de unos tres años en los que podemos saber dónde estaban y qué hacían todos los personajes. El juego funciona como un reinicio de la saga, teniendo solo en cuenta lo ocurrido en Soul Edge, por lo que es una buena forma de introducirse a la saga.
Ambos modos son divertidos, pero podrían haber sido más trabajados
Ambos modos tienen un problema bastante importante para mi, y es su apartado técnico. Detesto que me presenten una historia usando diapositivas, con cuadros de texto e imágenes estáticas, mientras los personajes hablan. Hay veces que se supone que están peleando o algo parecido pero que al final todo el trabajo recae en tu imaginación, ya que hay muy pocas ilustraciones seleccionadas para estos modos… y teniendo en cuenta que tal y como os he dicho estos modos pueden llevaros un total de 20 horas al final terminé muy harto de ellas y optaba por saltarme las escenas que no parecían importantes. Entiendo que en el modo Balanza de almas fuese demasiado costoso por la enorme cantidad de personajes secundarios e irrelevantes que aparecen, pero para el modo Crónica de almas los protagonistas se merecían un pequeño vídeo de 30 segundos o similar una vez terminada su historia, no una simple, aunque bonita, ilustración. En este caso Soul Calibur VI sale perdiendo frente a otros juegos como Injustice, cuyo modo historia ha sido laureado por todo el mundo.
El resto de modos son más tradicionales: tenemos el clásico modo arcade en el que nos enfrentamos a seis adversarios y que nos empuja a intentar mejorar nuestro tiempo. Podemos practicar en el Modo Entrenamiento, o crear nuestros personajes en el modo Creación, el cual nunca había sido tan completo y que ha permitido a la comunidad crear autenticas aberraciones o incluir cualquier personaje que os podáis imaginar. El modo online nos permite jugar en serio para mejorar nuestra clasificación o por el simple placer de pelear contra otros, y el propio juego nos busca rivales de nuestro nivel, por lo que siempre se te queda la sensación de estar jugando más o menos bien independientemente de tu habilidad; Soul Calibur VI es un juego en el que perder puede ser divertido.
Para finalizar el juego tiene una cantidad enorme de entradas en un glosario que nos permite conocer más de los personajes, los lugares o armas que habitan el universo de Soul Calibur.
Gráficos a la altura de su jugabilidad
Técnicamente es un portento, o al menos en cuanto a su iluminación y efectos se refiere. Algunos combates son espectaculares gracias a las líneas que dibujan nuestras armas en el aire y las animaciones fluidas de nuestros personajes, tanto que provoca involuntariamente que el resto de elementos del juego desentone demasiado, como por ejemplo unos escenarios que se antojan vacíos y simples. Lo mismo ocurre con la música, la cual sencillamente cumple con el objetivo de crear una atmósfera épica y medieval, pero que no cuenta con ningún tema que destaque sobre el resto salvo precisamente la única canción que no forma parte del juego, si no de la BSO de The Witcher III.
No quiero terminar sin cuestionar dos decisiones de diseño que son, al menos en mi opinión, bastante cuestionables. Por un lado, a pesar de haber alabado las animaciones de los personajes en general, en el caso de los personajes femeninos se le ha dado demasiado importancia a los pechos, lo cual en una industria que cada vez se está cuestionando más estás prácticas parece algo totalmente fuera de lugar (además hace que me pregunte si los responsables entienden cómo funcionan realmente unos pechos femeninos). Por otro lado el juego cuenta con un personaje descargable de pago, el de Tira, una decisión totalmente inaceptable pues se trata de contenido recortado del juego ya que está completamente terminada e incluso estaba disponible durante la beta. En ambos casos Bandai Namco parece que se ha quedado anclada en 2010 en vez de avanzar como el resto de compañías.
Conclusiones
Resumiendo, se trata de un juego muy recomendable, tanto si te gustan los juegos de lucha como si no eres aficionado pero hace tiempo que te estás planteando hacerte con uno para esos ratos que tienes visita. E incluso si no tienes con quien jugar el modo online es accesible para todo el mundo gracias a sus opciones, además de contar con un modo para un jugador completo y duradero. No es perfecto, pero han sabido centrarse en lo que al final es lo más importante: la jugabilidad.
Soul Calibur VI
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
Soul Calibur VI consigue que la saga vuelva a ser relevante, manteniendo su jugabilidad característica que permite que tanto jugadores noveles como profesionales se diviertan por igual.