Como buen joven en una sociedad que me ha dejado en una situación precaria y un futuro desesperanzador, adoro huir de mis problemas. A veces todo te supera y solo quieres correr, evitar todo, no pensar en ello. Con esa propuesta en mente llega el primer juego de Gusarapo Games, un pequeño estudio español de tan solo dos personas con un apartado artístico que es, simplemente, precioso. Pero además de su indudable sobresaliente estilo, ¿Qué más nos ofrece este pequeño plataformas?
El autoscrolling como mecánica
Odio los niveles autoscroll. Me encanta ir rápido por los juegos de plataformas, siempre con prisa, intentando llegar cuanto antes a la meta. Por eso estos niveles suelen ponerme de los nervios, y se han convertido en los niveles más odiados cuando juego. Una vez aclarado esto, hablemos de Running of Magic, cuyo niveles son completamente autoscroll.
Me ha gustado. Gusarapo Games ha logrado que me guste un juego que se basa exclusivamente en el autoscroll. Y esto es gracias a cómo están enfocado sus niveles y mecánicas.
En primer lugar, el uso de recursos de Running of Magic está muy bien llevado. No solo tenemos una barra de vida que nos cubre de hasta tres golpes antes de tener que empezar de cero, sino que también contamos con una barra de magia. Esta última nos permite aturdir a enemigos y realizar un doble salto con planeo incluido. Pero para conseguir magia deberemos ir recogiéndola a lo largo del nivel, siendo a veces difícil debido que se encuentran en un punto arriesgado que podría costarnos la vida. Tener que gestionar estos recursos y planificar rápidamente como lograr los que tenemos más adelante provoca que no estemos simplemente esperando a que el nivel avance, el primer problema de los autoscroller.

En segundo, los niveles están generados al azar en diferentes «partes», lo cual implica que cada vez que tengamos que muramos nos encontraremos con otra serie de obstáculos. Gracias a esto se soluciona el otro gran problema de los autoscrollers, saber que hay a continuación y que la rejugabilidad sea demasiado repetitiva.
Una historia en movimiento
Si no me esperaba que un juego autoscroll fuera a gustarme mucho, menos aún esperaba que tuviera algo que decirme. Pero Running of Magic aprovecha su única jugabilidad para contar una historia que, aunque no es revolucionaria, encaja muy bien con el resto del juego.
A lo largo de nuestra aventura nos encontraremos con un simpático esqueleto con el poder de teletransportarse (aunque este no tiene debilidad por los juegos de palabras). Este autoproclamado amigo nos otorga poderes mágicos y nos pide que paremos para hablar con él durante un momento. Obviamente lo ignoramos, y seguimos corriendo hacia el horizonte sin mirar atrás.
No quiero fastidiar ninguna de las pequeñas sorpresas que se desvelan a lo largo de la corta historia de Running of Magic. En principio porque fastidiar un final en un análisis es algo un poco feo y también porque este apartado ayuda mucho a combatir esa monotonía de los autoscrollers. En cada nivel el simpático esqueleto interactuará con nosotros en eventos únicos, que hacen que saquemos una sonrisa mientras recorremos un nuevo escenario.

Recorriendo un precioso mundo
Tener que gestionar estos recursos y planificar rápidamente como lograr los que tenemos más adelante provoca que no estemos simplemente esperando
Pero sin lugar a dudas, lo que más llama de Running on Magic es su increíble apartado artístico. Normalmente cuando hablamos de juegos muy pequeños también hablamos de aspectos visuales bastantes mediocres. Un ejemplo es el adictivo Vampire Survivors, que de salida era difícil de procesar y solo recientemente esta actualizando sus sprites para que sean más agradables a la vista.
En cambio en el caso de Gusarapo Games parece ser que este fue su principal atención. No es de extrañar cuando averiguas que ambos devs, Inma M. Lobo y David G. Vaquero, han aportado al apartado artístico. En especial cuando hablamos de los escenarios y fondos que encontramos que son, simplemente, bonitos.
Cada nivel en Running on Magic ocurre en un lugar diferente. A través de cinco mundos recorreremos varios escenarios, desde unas verdes llanuras a lo profundo del océano, cada nivel esta compuesto de unos fondos pixel-art que podrían quitar el hipo a cualquiera, haciendo que sea una delicia pasear por estos mundos. Y aquí entra un factor muy importante de Running on Magic: La calma.
Aunque el juego cuenta con varios niveles de dificultad, siendo los superiores bastante complejos y donde tendremos que tener cuidado en cada pisada, Running on Magic también tiene momentos para respirar. Cuando juegas por primera vez en la dificultad normal (o fácil), la velocidad no es muy alta, y se trata más de la planificación que de los propios reflejos. Esto, junto a los trozos de historia donde solo tenemos que escuchar y no estar atentos de los obstáculos, dan lugar a situaciones de calma.
Momentos donde simplemente disfrutamos del escenario. Donde nos reímos con los diálogos. Y donde parece que no existen problemas. Una sensación que pocos juegos son capaces provocar, y menos aún en este género.
Conclusiones
Running on Magic ha sido una grata sorpresa. Puede que no revolucione nada, pero es un juego muy corto (en una hora podéis completar la dificultad normal sin muchos problemas) con opciones de rejugabilidad y un apartado artístico alucinante. Por su ridículo precio de 5€ cuesta no recomendarlo a fans de las plataformas o alguien que simplemente quiera disfrutar del arte del mismo.
Su modo de juego infinito incluso puede contentar a los más exigentes, y los diferentes modos de dificultad pueden hacer que sudes bastante para lograr todos los logros que ofrece en Steam. En definitiva, si queréis un ultimo juego perfecto para el verano antes de que acaben estas vacaciones, Running on Magic es un gran candidato.
Running of Magic
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
La sencillez de Running of Magic, su arte y sus mecánicas hace que sea un pequeño juego muy refrescante y entretenido, más aún con su bajo precio-