AnálisisSwitch

River City Girls Zero – Análisis Switch

Kunio y Riki han vuelto para repartir caña

Clasicazos como Double Dragon, Golden Axe, Teenage Mutant Ninja Turtles son juegos que, por mi edad, no pude llegar a disfrutar en todo su esplendor. Sin embargo, gracias a mi padre se colaron en mi infancia de todas formas. Aún me acuerdo de tirarme tardes enteras jugando al juego de Los Simpsons para llegar hasta el Señor Burns…

Los beat em’ up o «Yo contra el barrio» son uno de los géneros más icónicos de la historia de los videojuegos. Pensábamos que se habían quedado atrás en el tiempo, pero en una nueva corriente que demuestra lo respetado que es el género hoy en día podemos ver cada vez más juegos nuevos readaptando y reinterpretándolo. Streets of Rage se renovó con su cuarta entrega hace poco, Teenage Mutant Ninja Turtles: Shredder’s Revenge está a la vuelta de la esquina y Sifu reinventó el género la semana pasada. Con toda esta carne fresca, ahora llega River City Girls Zero, un port de Shin Nekketsu Kōha: Kunio-tachi no Banka que nos trae en una máquina del tiempo una pequeña dosis de cómo era el género hace unas décadas.

Ya hemos mencionado juegos que han revivido el género de los beat em’up, y uno de los más destacables de los últimos años es River City Girls. Después de seis años desde el último juego de la saga, esta entrega supuso un cambio radical en la serie, y es la razón principal por la que este port existe siquiera. De repente, los protagonistas no eran el dúo formado por el titular personaje Kunio y su compañero Riki, sino sus parejas Misako y Kyōko, y con ellas se le dio un lavado de cara a esta entrega. Un nuevo estilo artístico, mecánicas nuevas y un tono completamente diferente que recuerda a obras como Scott Pilgrim vs The World: The Game. Fue tal su éxito que, tres años después, Wayforward nos trae un port de Shin Nekketsu Kōha: Kunio-tachi no Banka, un juego que salió para la Super Nintendo en 1994 exclusivamente en Japón.

Carátula original de Shin Nekketsu Kōha: Kunio-tachi no Banka a la que podemos acceder desde el menú de extras.

Hay que tratar este juego como lo que es: una forma de hacer que la gente que ya haya jugado a River City Girls vayan abriendo apetito para la secuela que está a punto de salir, y para los que no se puedan enganchar a la saga. Esto se hace obvio nada más mirar a la carátula. El título original Shin Nekketsu Kōha: Kunio-tachi no Banka sitúa a Kunio como el personaje protagonista de la saga, pero renombrándolo como River City Girls Zero se hace una clara declaración de intenciones de situar al dúo femenino en el foco a partir de ahora. Además, la selección de este juego en concreto no se ha dejado al azar. A pesar de ser la cuarta entrega de la saga Kunio-kun, esta es la primera vez que Misako Kyōko aparecen como personajes jugables.

Todo esto sitúa a River City Girls Zero como una plataforma para hacer avanzar más la saga y como un port muy necesario para el juego original. De cierta forma, es un caramelito para hacer más amena la espera hasta el próximo juego.

En este juego seguimos la historia de Kunio y Riki, dos estudiantes de secundaria que son encarcelados por un crimen que ellos no cometieron. Después de fugarse de prisión, descubren que fueron víctimas de una falsa acusación orquestada por un personaje que se parece mucho a Kunio. Mientras tanto, en la ausencia de nuestros protagonistas, este personaje ha tomado el control de la ciudad. Es nuestro trabajo devolver todo a la normalidad y encontrar al culpable. La historia sigue un desarrollo típico de las obras de los 90. Es una historia de yakuzas, control de las calles y de poder. En algunos puntos puede llegar a estar muy exagerada, a veces rozando el punto en el que parece una parodia. Hay presos que después de darles una paliza se vuelven instantáneamente amigos tuyos, un instituto que es completamente derribado por unos estudiantes, un líder de la mafia con una obsesión insana con Kunio… Pero todo esto, a mi parecer, no es algo malo. A veces uno simplemente quiere sentarse a escuchar historias simples y típicas para desconectar un rato.

Al ser la cuarta entrega de la saga, hay varios detalles que no se llegan a entender a la primera. Detalles como personajes recurrentes que se da por supuesto que ya los conoces o conversaciones sobre los acontecimientos de anteriores juegos. Sin embargo, en mi experiencia no he llegado a necesitar mucho más contexto del que te da la historia para entender lo que estaba pasando.

Uno de estos personajes recurrentes es Misuzu, una bully enorme que nos sonará de algo si hemos jugado a River City Girls.

Con respecto a la jugabilidad, cuando cogí el juego me esperaba encontrarme con mecánicas injustas, combates desbalanceados y todos los tropos que tenían los juegos antiguos para alargar su duración. Pero sorprendentemente, no ha sido así. Shin Nekketsu Kōha: Kunio-tachi no Banka ofrece una jugabilidad que sigue siendo aceptable incluso por los estándares modernos. Aunque también esto es en parte debido a pequeños cambios que han hecho en esta edición.

El juego es del género beat em’up, en el que iremos avanzando por fases de scroll lateral venciendo a los enemigos que nos van viniendo en peleas callejeras. Estas fases resultan bastante únicas, algunas presentando gimmicks especiales como terremotos ocasionales en los que tienes que engancharte a objetos colgando para evitarlos o una noria en la que tienes que ir saltando de cabina en cabina para pelear contra los enemigos. Con respecto a la IA del juego, es fácilmente explotable para los enemigos normales una vez les pillas el truco. Pero los jefes resultan lo suficientemente complejos como para que puedas organizar una estrategia para vencerlos pero que no te vaya a asegurar la victoria. Hay jefes que tienen ataques a distancia, otros te hacen amagos y otros son simplemente muy duros. En general, la dificultad resulta desafiante pero en ningún momento insultante.

También hay una serie de fases a lo largo del juego en el que uno de nuestros personajes se subirá en moto y tendremos que avanzar por una autopista mientras nos persiguen nuestros enemigos. Al principio, estas fases resultan algo frustrantes ya que si te chocas contra una pared es muerte instantánea. Pero después de un rato le pillas el tranquillo y resultan bastante desafiantes e incluso excitantes. Tendrás que controlar tu velocidad para no chocarte en las curvas y a la vez mantenerte al mismo nivel que el enemigo para tirarle de la moto. Resultan una buena adición que rompen con la monotonía del juego.

En estas fases los enemigos son obstáculos que tendremos que derribar para no estamparnos.

Con respecto a los personajes, en este juego controlamos a Kunio y Riki durante todo el juego, y a sus parejas Misako Kyōko durante gran parte de él. Si jugamos en modo 1 jugador, podremos rotar entre los cuatro personajes y si jugamos en modo cooperativo cada jugador podrá controlar a una pareja. Cada personaje tiene varios movimientos especiales que lo hacen lo suficientemente diferentes entre sí como para que llegues a estar más cómodo con ciertos personajes que con otros. Además, cada uno tiene una barra de vida que cuando se acaba, independientemente de lo sanos que estén el resto de personajes, ese jugador ha muerto. Todo esto contribuye a una parte de estrategia que te fuerza a pensarte dos veces antes de controlar a un personaje ya que, si tu personaje favorito es herido por los enemigos normales, no podrás usarlo al 100% contra el jefe de la zona.

Si tuviese que definir la emulación de River City Girls Zero en una palabra sería: suficiente. Hace lo mínimo para emular bien el juego. Durante nuestra sesión de juego, tendremos acceso a un menú overlay que nos deja acceder a las opciones de emulación.

El juego original tenía un sistema de guardados por contraseñas. Para los que no estén acostumbrados a su uso, cada fase del juego tenía asociada una contraseña que podías verla al acceder a ellas. Esas contraseñas podías apuntarlas en una sección del manual de instrucciones del juego y luego introducirlas en la pantalla del título para «cargar tu partida». En este port, desde el menú overlay puedes acceder a un sistema de save states en el que puedes guardar y salir de la partida, creando una función de guardado muy similar a las que conocemos ahora paralela a las contraseñas. Aunque tengo que decir, es bastante inconveniente que tengas que salirte de la partida para guardar. Un simple botón de guardar hubiera sido una buena opción. Además, no hay ningún tipo de guardado automático por lo que hay que tener cuidado con no perder nuestro progreso.

También tenemos una traducción completa del juego en varios idiomas, incluyendo el español. Esto es muy importante porque, como ya he mencionado, este juego era exclusivo de Japón. Hay algunas pequeñas faltas de ortografía aquí y allá, pero no son patadas al diccionario, por lo que es tolerable. Sin embargo, tanto las cinemáticas del principio como del final, que las protagonizan las chicas de River City Girls, solo están en japonés y en inglés, por lo que por esa parte nos tenemos que aguantar.

Las cinemáticas muestran la divertida química que hay entre Misako y Kyōko

Añadidos como la adaptación de los botones adicionales de la Switch dentro de la configuración de los botones, el filtro retro y los extras que te muestran cómo era la carátula y el manual de instrucciones originales del juego son buenas adiciones que justifican la existencia de este producto. Los extras incluso te dejan ver el cartucho y la caja del juego en un visor 3D. También, desde el menú overlay, puedes acceder a unos diseños de marcos para ponerlo en los laterales de la pantalla y embellecer un poco la resolución 4:3 del juego. Aunque hablando de la resolución, por algún extraño motivo, han decidido dejar un hueco negro debajo de la pantalla del juego que resulta más obvio con el uso de los marcos. Simplemente agrandando un poco más la pantalla o habiéndola centrado se hubiera podido lidiar con ese hueco tan desagradable.

En el apartado de la emulación, se nota que lo han hecho con mucho cariño, y los extras que añade hace que esta edición sea una buena adición para los más fanáticos. Pero estas pequeñas faltas de atención en aspectos técnicos te dejan con un sabor de boca raro mientras lo juegas. Además, hubiese estado bien haber tenido más opciones como el suavizado del pixel art o la configuración de los botones.

River City Girls Zero es un juego que sirve de aperitivo hasta la llegada de River City Girls 2. El objetivo de su existencia es dar a conocer más la saga y que la gente vaya teniendo hype por su salida. Pero esto no significa que sea un juego puramente comercial. Podrían haber hecho un port con cuatro opciones nuevas y haberlo lanzado al mercado con un precio renovado. Pero ahora, aparte de haber hecho disponible por primera vez en occidente un clásico del género beat em’up, le han dado un nuevo opening que cuadra con la estética de los animes de los 90, le han dado contexto dentro de la historia de River City Girls de una forma divertida y han rebalanceado el juego para que sea más accesible por los estándares que tenemos hoy en día. Lo que quiero decir con esto es que en esta situación, muchas empresas hubieran optado por lanzar un emulador de un juego antiguo y punto. Pero desde Wayforward nos llega una edición con mucho cariño que trata con respeto su legado y que justifica más que de sobra su existencia.

En resumen, River City Girls Zero es una edición de un juego clásico que, ya sea porque eres fan de la saga o del género, te deja con una buena experiencia y un montón de pequeños extras que se agradecen. Si estáis interesados, sin duda le echaría un ojo.

River City Girls Zero

Puntuación final - 8

8

Recomendable

River City Girls Zero es un buen port que, aunque tenga pequeños fallos que lo mantienen lejos de ser perfecto, se siente cuidado y te deja una sensación de nostalgia cuando lo juegas.

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topocart

Estudiante de Ingeniería Informática. Algún día me gustaría formar parte del proceso creativo detrás de los videojuegos, pero por ahora me contento con analizar y disfrutarlos como hobby.
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