Dentro de muy poco tendremos un mes ajetreado gracias al E3, donde podremos ver los proyectos de las grandes y no tan grandes compañías. Con la llegada del COVID la verdad es que este evento se ha resentido bastante, pero todos tenemos la esperanza de que éste sea un buen año para anunciar títulos esperados y alguna que otra sorpresa.
Los títulos que nadie se espera y que suelen aparecer de la nada son los indies, títulos de “bajo” presupuesto que han sido desarrollados con las mismas ganas que la gran mayoría de triples A y es por ello que estos indies cada vez cobran más fuerza. Gracias a ellos puedo hablaros hoy de Rising Hell, desarrollado por Tahoe Games, quienes nos traen un rogue-lite de plataformeo vertical muy adictivo y que se podría considerar como una gran sorpresa para todos aquellos que lo jueguen.
Del infierno al cielo
La premisa posiblemente es lo que menos nos enganche, ya que para variar los títulos bajo este género no suelen ser la gran cosa. Tendremos una batalla entre ángeles y demonios, donde tendremos que ir ascendiendo desde el mismísimo infierno por una serie de niveles que se generan de manera aleatoria para conseguir ascender y convertirnos en el mejor caza demonios. Una historia normal y corriente que hemos visto en muchas ocasiones, pero que nos hace ponernos manos a la obra para estar horas y horas jugando.
Eso sí, una vez más el factor rejugable hace que la duración sea prácticamente infinita o por lo menos muy elevada. Con cada run que juguemos iremos desbloqueando nuevos talentos que usar en nuestros héroes y no son pocos los desbloqueables precisamente, ya que tendremos que ir subiendo de nivel con cada run. A esto le tenemos que sumar que ya completar la historia nos llevará algo de tiempo, alrededor de unas seis o siete horas, pero después de ello tenemos más cosas que hacer en los distintos modos de juego y que pondrán a prueba nuestras habilidades. Vamos, que aburrirte no te vas a aburrir.

La dificultad, como no, va de más a menos, ya que al principio no contaremos con casi nada y conforme vayamos avanzando y desbloqueando talentos pues la dificultad bajará. Eso en el modo historia, porque en otros modos de juego tendremos que jugar bajo las reglas del juego y esto sí puede ser complicado si pretendemos completar ciertos desafíos.
Por suerte, los controles son muy fluidos y bastante sencillos, con un par de combos terrestres y aéreos, un dash y poco más. Todo un control frenético al que nos acostumbraremos rápido y que hace que sea todo un gusto poder jugar a Rising Hell. En mi caso jugué la mayor parte del tiempo con mando, pero he intentado jugar con teclado y os puedo decir que ambas maneras responden a la perfección.
Conquistando el infierno con diferentes personajes
Antes de hablar de lo que ofrece el juego in game, quiero hablar de los modos de juego, así como de los personajes y los talentos, que son de lo más importante de cara al futuro en el título.
Tendremos tres modos de juego: conquista, que es la historia donde iremos viajando por diferentes reinos del inframundo hasta conseguir ascender. El segundo modo de juego es guantelete, donde iremos completando varios desafíos que nos pondrán a prueba. Entre dichas pruebas tenemos algunas como intentar superar niveles sin recibir daño, pero con todo tipo de trampas de por medio, niveles de parkour donde no podremos tocar el suelo, retos contrarreloj y completar los distintos mundos en una batalla por oleadas.
Para terminar los modos de juego, tenemos el desafío semanal, que es como la parte competitiva del juego donde conseguir la máxima puntuación posible para competir en un ranking global con el resto de jugadores. Como podemos ver los modos de juego son algo comunes, pero con cierta originalidad detrás de ellos y siendo sinceros le viene de perlas para aumentar el tiempo que nos puede llegar a ofrecer.

Después de elegir el modo de juego tendremos que elegir uno de los guerreros que se dividen en tres: Arok, el luchador cuerpo a cuerpo y que es el personaje base, Zelos, el portador de un arma a distancia que hace su función de range, y por último, Sydna, un fantasma que usa orbes a distancia que se pegan a los enemigos y explotan. Aquí es donde cada jugador se puede sentir identificado de una manera u otra porque cada guerrero se juega de una manera, ya que podremos hacerles diferentes builds dependiendo de los artefactos que vayamos consiguiendo. Aunque personalmente con quien más he jugado ha sido con Sydna por su arma a distancia, la verdad es que cada guerrero tiene sus pros y sus contras, así que que no os preocupéis por el tema de que un personaje esté más roto que otro. Todos son igual de efectivos en las fases finales del juego.
Por último, tendremos que elegir nuestro artefacto o talento, que es de vital importancia para orientar una run a una cosa u otra. Todos los personajes empiezan con el arma base “Flagelo del infierno”, pero conforme se va avanzando en la historia y subiendo de nivel obtendremos otros tipos de artefactos. Todos ellos tienen un pro y un contra por lo que es elección del jugador saber que le viene mejor. Por ejemplo, tenemos un artefacto que se llama el cuerno de Satán que reduce la vida de los jefes un 25%, pero por el contrario estos ganarán un 10% de daño y así con cada uno de las ya mencionadas armas.
Derrotando todo tipo de demonios para sobrevivir
Una vez elijamos todo lo necesario pasaremos a la acción empezando por el primer mundo, siendo en total tres y que se generan de manera aleatoria para que cada partida sea diferente a la anterior.
En los niveles deberemos ir escalando mientras derrotamos todo tipo de demonios sin poder volver atrás hasta llegar al mini-jefe y posteriormente al jefe final de la zona. El problema de esto reside es que ambos jefes están casi seguidos y apenas tendremos tiempo para recuperarnos, por lo que es de vital importancia armarse una buena build desde el comienzo.
Un rogue-lite frenético que la gran mayoría de fans del género agradecerán
Para ello, iremos recogiendo talentos al final de cada nivel a cambio de almas rojas, las cuales las sueltan los enemigos una vez los matamos. También podremos conseguirlas al entrar en las salas de la codicia, que son como unas zonas especiales, donde podremos conseguir gran cantidad de estas almas de manera fácil o a veces tras un pequeño reto.
También tendremos un mercader que nos venderá a cambio de más almas rojas diferentes talentos, nos recuperará la vida o nos dará más almas si pagamos con nuestra vida. El único problema es que al principio la diversidad de builds no es que sea muy variada y no llega al nivel de complejidad de otros títulos, pero conforme subamos de nivel después de cada run podremos ir ampliando nuestro arsenal e ir probando varias combinaciones.

Cabe destacar que los niveles al generarse de manera aleatoria nos harán elegir por donde subir y a veces nos puede tocar un desafío algo más complicado que si hubiésemos ido por el otro camino, al final todo es cuestión de suerte. Eso sí, cada vez que terminemos o muramos en el intento de terminar la historia nos darán una puntuación para la clasificación y la plaga recolectada que sirve ni más ni menos que para comprar todos los guerreros y talentos.
Heavy metal como forma de vida
Como no podía ser menos tanto el pixel art y la OST tienen un carácter heavy bastante notable. Por un lado, tenemos el apartado artístico que nos muestra cada uno de los guerreros, los demonios y niveles con un alto nivel de detalle, dándonos la sensación de que estamos en el verdadero infierno. No hay ninguna pega al respecto y yo creo que encaja a la perfección con el título.
Por el otro lado, tras mis anteriores análisis en los que la OST no era lo que más me gustaba por fin he llegado a un título el que su banda sonora me ha gustado en todo momento. Tal vez es porque soy heavy y la música relacionado con ello me atrae mucho más, pero quitando eso la OST nos trasmite esa sensación frenética que necesitamos para estar derrotando demonios durante horas. Ambos apartados casan a la perfección y la mezcla está muy bien cuidada.

Conclusión
Tal vez Rising Hell no es el mejor rogue-lite, pero lo que está claro es que es un título más que recomendado para los amantes del género. Ya sea por su temática heavy o por la gran cantidad de horas que tendremos que echar para sacar todos los artefactos es un título perfecto de los que se catalogan como “come-horas”. Demonios, bestias, un infierno que dominar y una increíble OST al más puro estilo heavy que os mantendrá con los ojos bien abiertos hasta terminar el juego.
Rising Hell
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Si te gustan los rogue-lite con temática heavy y que tienen de por medio una guerra entre demonios y ángeles, sin duda Rising Hell es una buena recomendación.