Ya lo he comentado otras veces, pero uno de mis géneros fetiche son los bullet hell. Hay algo hipnótico y épico en esquivar esa lluvia de balas que parece totalmente imposible de superar, y muchos juegos edifican diferentes tipos de jugabilidad alrededor de estas secciones.
En esta ocasión analizamos Project Starship X, desarrollado por Panda Indie Studio, un shooter con elementos de rogue lite y secciones bullet hell que introduce algunas mecánicas interesantes a las fórmulas habituales de este tipo de juegos, pero sobre todo mucho (y estupendo) humor absurdo y referencial acompañado de una banda sonora de las que más he disfrutado en un juego de estas características. Que Swagthullu os acompañe.
Horrores (más o menos) cósmicos
Alejado de la épica de juegos como Jamestown o Ikaruga, de la jugabilidad más estratégica de Pawarumi o del look anime de propuestas como Astebreed, Project Starship X es un soplo de aire fresco para el género gracias a su combinación de disparos y esquivas y a su sentido del humor; su única pretensión es divertir durante mucho tiempo, y por ello se presenta como un juego de tipo rogue lite. Tiene disponibles hasta 14 niveles diferentes, pero se agrupan en runs de cinco, que completaremos de forma aleatoria.
Tenemos varios pilotos para elegir, cada uno con diferentes tipos de disparo y vida. A medida que superemos las diferentes fases iremos comprando potenciadores con monedas que obtenemos derrotando enemigos, además de aquellos que nos encontremos por el camino. Con un aspecto gráfico de 16 bits y una banda sonora chiptune, Project Starship X esconde una sorprendente cantidad de recursos para divertir al jugador bajo esa fachada minimalista. Hay algo parecido a una trama, pero no es ni mucho menos a lo que hemos venido.

Controlaremos la nave en cuestión avanzando de forma incesante hacia delante, derrotando o esquivando a todos los enemigos que encontremos. Además de disparar, acción que podremos mejorar con potenciadores y modificadores como naves externas, podremos utilizar una original mecánica de esquiva. Esta esquiva, que requiere un pequeño tiempo de recuperación antes de volver a usarla, será un recurso defensivo y de avance en los niveles. Pulsándola en el momento justo podremos esquivar casi cualquier ataque enemigo, pero además nos servirá para saltar a diferentes zonas de nivel de forma instantánea a través de diferentes puntos que estarán señalizados para ese fin. Así, una barrera que en un principio parece condenarnos se puede esquivar gracias a esta mecánica de esquiva-salto. Al principio cuesta mucho acostumbrarse a ella, ya que no funciona en todas las direcciones, además de valorar en qué situaciones es de más ayuda. Sin embargo una vez la conocemos mejor, aporta mucho ritmo y dinamismo a las fases.
El espacio es desconcertante
Los niveles ofrecerán una combinación de enemigos con diferentes patrones de ataque, eventos que no podemos esquivar, sucesos aleatorios e inexplicables como un unicornio que lanzará láser en todas las direcciones con aviesas intenciones, e incluso cambios completos de la jugabilidad adoptando la forma de un vehículo terrestre. En este nivel, por ejemplo, en vez de esquivar saltaremos para esquivar placas de pinchos y esconde una estupenda referencia al mundo videojueguil. Otras fases son también bastante curiosas gracias a los efectos continuos con los que debemos jugar, como en una en la que el sol no dejará de atraernos hacia él, por lo que tendremos que contar con esa desviación durante todo el nivel.

Los retos que nos ofrecen los escenarios no serán lo único de lo que debamos preocuparnos, ya que los enemigos serán bastante resistentes, otros ni siquiera podremos vencerlos (los sectarios espaciales invocan brazos verdes que solo podremos esquivar, por ejemplo) y los jefes finales pondrán a prueba nuestros reflejos con sus patrones de ataque tipo bullet hell (además de contar con diferentes fases y barras de vida).
Estos cambios se sienten muy frescos las primeras veces que los jugamos, y siguen siendo divertidos en intentos posteriores, pero pueden perder la gracia tras muchos intentos. Es algo muy personal, pero en esta clase de títulos valoro más el desafío que ofrecen las hordas de enemigos que las que da el propio escenario; eso sí, ojo con los niveles de dificultad más altos, que están hechos como no podría ser de otra forma para hacer perder la cordura al personal.

La mezcla de elementos que vamos desbloqueando a medida que hacemos runs, los hilarantes jefes finales, ese componente rogue lite y las puntuaciones que te pican a superarte constantemente hacen que siempre apetezca volver a Project Starship X para una partida rápida.
En cuanto a su apartado técnico, si bien me gustan los diseños de personajes y jefes finales, no me convence tanto como la banda sonora, que me ha parecido divertidísima y muy acertada. Una maravilla compuesta por Sinoryu sin la que me resulta difícil imaginarme tan enganchado a este juego.
Conclusiones
Project Starship X es un shooter realmente divertido, con mucha variedad de situaciones y un gran sentido del humor. Su mecánica de esquiva y sus componentes rogue lite son todo un acierto, y viene acompañado por una de las bandas sonoras que más he disfrutado en un juego de su género. Además podéis encontrarlo a un precio realmente atractivo para la cantidad de horas de diversión que ofrece.
Project Starship X
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Project Starship X es un shooter realmente divertido, con mucha variedad de situaciones y un gran sentido del humor. Su mecánica de esquiva y sus componentes rogue lite son todo un acierto, y viene acompañado por una de las bandas sonoras que más he disfrutado en un juego de su género