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Pharaoh: A New Era – Análisis PC

Un lavado de cara a uno de los mejores city builders

El estudio Impressions Games nos dejó un legado de, lo que muchos consideran, los mejores city builders de la historia. No estamos hablando de juegos a lo Cities Skylines, ya que en ese caso, irían mucho más orientados al diseño, en lugar de la gestión y a la estrategia como es el caso del clásico Pharaoh.

Impressions Games sacó varios juegos del estilo que, en esencia, eran todos copias el uno del otro, pero se ambientaban en diferentes civilizaciones antiguas. Entre ellos existían las justas diferencias como para que cada título tuviera su encanto. Por ejemplo, tuvimos la saga Caesar, ambientada en Roma; Emperor, que nos transladaba a China; Zeus, que llevaba la estrategia a Grecia; y por último, Pharaoh, un juego que nos metía a construir toda la historia del Antiguo Egipto.

Entonces, este Pharaoh: A New Era se trata nada más y nada menos que de un remake del mítico Pharaoh. Es el mismo juego, pero con un lavado de cara a nivel gráfico y jugable. Veremos a ver que tal lo han hecho desde Triskell Interactive y Dotemu, y si este remake está a la altura de uno de los city builders más queridos.

En Pharaoh: A New Era tomaremos el papel de una familia encargada de llevar a la civilización egipcia a su gloria eterna. Pero la tarea no será fácil, pues tendremos que construir, gestionar, comerciar y lidiar con las exigencias de la población.

De todo esto nos encargaremos en el modo campaña, cuyos primeros niveles sirven de tutorial y poco a poco encontraremos una curva de dificultad cada vez mayor, hasta que llegue el punto de tirarnos de los pelos, o de tirarnos por la ventana. Porque si algo tenían estos viejos city builders era una elevada dificultad, y un castigo brutal para el más mínimo despiste.

El némesis de Pharaoh: A New Era parece ser el dinero. Por ejemplo, en los primeros niveles perderemos la partida si tenemos una deuda de -5000, y más adelante, habrá condiciones de derrota aún más exigentes. De todas formas, como ya he comentado, el juego tiene una buena curva de dificultad para todos aquellos recién llegados. Acostumbraos lo primero a manejar el dinero, así como a exportar la producción sobrante.

Si una partida nos sale bien acabaremos teniendo monumentos tan potentes como ese.

Así que, vigilando las reservas de nuestras arcas en todo momento, nos podremos a construir como locos. En primer lugar tenemos las viviendas, que irán subiendo de nivel conforme obtengan más lujos y servicios. Después habrá que construir dichos servicios, que necesitan a los empleados que viven en las viviendas. Y también construir toda la maquinaria industrial para proveer a nuestros ciudadanos de cerámica, cerveza, comida, y todo lo que se os ocurra que cualquier familia del Antiguo Egipto puede necesitar.

Así en este juego todo funciona como una cadena, en la que si un eslabón falla, todo se cae y puede provocar un éxodo de población que a su vez nos conducirá a la ruina. Es una jugabilidad que esconde bastante complejidad, pero resulta de lo más satisfactoria una vez logramos entender el juego, y planificar estrategias de construcción y gestión cada vez mejores y más eficientes.

Al final de la campaña terminaremos con una enorme cantidad de construcciones desbloqueadas, cada una con una función única, así como edificios que desarrollan cadenas de recursos, transformando un material en otro sucesivamente. Y la verdad es que colocarlo todo en el mapa es una tarea realmente difícil, ya que los mapas de Pharaoh: A New Era tienden a tener un tamaño ajustado y nos obligan a que cada misión se sienta como una especie de puzle en el que nosotros mismos decidimos cuáles son sus piezas y dónde colocarlas.

Gestionar la ira de los dioses es fundamental para que no nos manden todo al garete. Ptah es un auténtico cazurro.

Un asunto curioso del juego es la gestión del panorama religioso de la ciudad. Neceistaremos construir templos y santuarios para los diferentes dioses de la mitologia egipcia, y encima debemos tenerlos contentos organizándoles festivales y abarrotando la ciudad con sus santuarios. De lo contrario, pueden cabrearse y lanzar su ira sobre nosotros, un castigo que dependerá de cada dios. Por ejemplo, el que me ha parecido más sucio y perverso es Ptah, al que yo he bautizado como “el dios de la destrucción de edificios“, ya que el tipo te echará abajo media ciudad a la mínima si no le rezamos. Y es un verdadero incordio tener que estar quitando escombros y volviendo a construir.

¿Se nos ha acabado la campaña? Pues no pasa nada, porque tenemos además más desafios y un modo libre para seguir jugando. Así a lo tonto, Pharaoh: A New Era nos puede dar para más de 100 horas de juego sin despeinarse.

En este remake tendremos que tener en cuenta las crecidas del Nilo de cara a las cosechas. Una mecánica interesante pero que se puede “trampear” haciendole la pelota al dios correspondiente.

Bueno, tras explicar qué tal son las mecánicas del juego, que son geniales, vamos a hablar ahora del remake en sí, que es lo que nos interesa en este caso.

Lo primero que nos llama la atención es el apartado gráfico y artístico. Y es que el lavado de cara en este aspecto es total, ya que ahora todos los gráficos están dibujados a mano. Esto es una propuesta de lo más arriesgada de cara al fan de los juegos de Impressions Games, entre los que por supuesto, me incluyo. El antiguo apartado gráfico tenía un aspecto más serio, y ahora, es más cartoon. Aunque sea cuestión de gustos, se debería incluir una forma de volver a la estética antigua, algo así como lo que se ha hecho en Diablo 2 Resurrected. O mejor, ¿que tal remasterizar el juego antiguo para que esos viejos sprites se vean mejor, en lugar de hacer todo un apartado artístico nuevo que no sabes si va a gustar a los fans?

Esto es una zona “industrial” que se gestionaría mucho mejor de tener el minimapa a mano.

Para colmo, la mayoría de los sprites y modelos nuevos adolecen de ciertos fallos gráficos. A veces se montan unos modelos encima de otros, y al hacer zoom, suelen tener un aspecto ligéramente difuminado. Pero bueno, aunque no sea del todo de mi gusto, no se puede negar que de vez en cuando tenga sus momentos bonitos, sobre todo cuando tenemos ya una ciudad bien grande. Y ya con respecto al rendimiento, el juego presenta serios problemas para mostrarse en monitores ultra panorámicos correctamente, así como problemas con la sincronización vertical.

Por otro lado, se echan en falta mejoras significativas con respecto a la calidad de vida. Ya os he hablado anteriormente del dios que echa abajo los edificios, pero esto tambien puede pasar por incendios u otras circunstancias. ¿Por qué no se ha hecho algo para que se reconstruyan automáticamente? De hecho, tenemos una construcción dedicada al mantenimiento de los edificios, pero que no los reconstruye. Creo que algo así no tiene mucho sentido en un remake, ya que es una mecánica tediosa típica de los años 90, cuando apareció el juego original.

El nuevo apartado artístico es bonito, aunque no terminará de convencer a los fans de Impressions Games.

Podemos seguir para bingo con un tema muy grave de todo el asunto. Han eliminado el minimapa y varias de las capas de gestión, como la capa de problemas, que era muy acalaratoria de cara a saber como actuar en determinados momentos de crisis. Este cambio, en un juego con una altísima carga estratégica como es Pharaoh, resulta cuanto menos contraproducente de cara a la jugabilidad, y un auténtico sin sentido. Pero no es solo eso lo que ha afectado a la interfaz, ya que esta se ha rediseñado por completo siendo ahora mucho más confusa que en el juego original, que ya era confusa de por sí.

El juego comienza con una secuencia animada espectacular, una pena que luego no se mantenga el nivel.

Pero el verdadero dolor llega cuando nos damos cuanta de lo que ha pasado con las batallas. Veréis, en el juego original existía la posibilidad de librar batallas que se veían en el mismo mapa, pero ahora ya no. Ahora se han sustituido por un cartel que representa a los guerreros pelearse y se resuelve automáticamente, además de que las batallas navales han sido eliminadas por completo. Esperemos que los desarrolladores se pongan manos a la obra a implementar esta mecánica perdida en las próximas actualizaciones.

Por último, comentar que parecen existir ciertos bugs y, sobre todo, algo de desbalanceo. No es para nada normal que se den situaciones en las que el cartel de “unos ladrones te han robado en la oficina del recaudador de impuestos”, salte casi constantemente teniendo la ciudad petada de policías. Tampoco resulta normal que el subir un 1% los impuestos provoque el éxodo masivo de casi todo la población, entre otros problemas similares.

Una ciudad ya bien crecidita, llegar a este punto en late game es muy complicado y será un desafío para cualquier amante del género.

Pharaoh: A New Era, es el mismo juego que Pharaoh con su expansión Cleopatra, pero con un apartado artístico diferente, sin mecánicas de batalla, una interfaz más confusa, sin minimapa, desbalanceado, bugeado y sin los puntos negativos clave del juego clásico corregidos. ¿Qué forma de hacer un remake es esta? A estas alturas, las críticas Variadas en Steam ya hablan por si solas, y todos hemos coincidido en que este remake necesita otra vuelta de tuerca.

Lo del apartado artístico es cuestión de gustos, pero el resto de asuntos deben arreglarse a golpe de parche, y esperemos que los desarrolladores nos escuchen. Porque creedme, Pharaoh, o al menos el original de Impressions Games, es todo un clásico que se merece un remake en condiciones.

¿Recomendado? Bueno, los fans será mejor que permanezcan en el original, pero los nuevos jugadores pueden optar por este al ser algo más accesible al menos en el apartado visual. Pese a que como remake no esté a la altura, sigue siendo un juego con mecánicas de gestión y estrategia interesantes, adictivas y satisfactorias, que además os dará muchas horas de juego.

Pharaoh: A New Era

Puntuación Final - 5

5

Correcto

Es necesario darle más cariño a este remake para que esté a la altura de lo que espera un fan del clásico Pharaoh.

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Nukem

Ingeniero informático, en el mundo de los videojuegos desde que cogí la escopeta de doble cañón en DooM 2 y muy fan de los First Person Shooter clásicos. System Shock 2 es el mejor juego de la historia.
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