Análisis de Payday 3 para PC

Payday 2 es una joya de mi adolescencia. Mis amigos y yo tuvimos la suerte de conseguir una clave gratuita que repartieron allá por el 2016, y desde entonces somos fanáticos. Cuando anunciaron Payday 3, estábamos eufóricos y más aún cuando supimos que iba a estar disponible en el Xbox Game Pass.

Meses más tarde, ahora tengo la oportunidad de analizar este juego e incluso he podido jugar al acceso anticipado. Llevaba esperando mucho tiempo la salida del juego para poder disfrutarlo con mis colegas, y cuando por fin ocurrió el pasado 21 de septiembre, los servidores estaban completamente caídos. Hablemos de ello.

 Un juego de atracos

Tomamos el control de la banda Payday, un grupo de criminales expertos en diferentes campos que se han reunido para realizar contratos y ganar pasta, todo ello como forma de protesta política. Después de los sucesos ocurridos en Payday 2 (os recomiendo veros un resumen, no os decepcionará), toda la banda se separó para que cada uno hiciese su propia vida.

Sin embargo, el cuarteto original, compuesto por Dallas, Chains, Hoxton y Wolf, junto con Joy, el último personaje que sacaron en Payday 2, y Pearl, una nueva integrante, se ven forzados a trabajar juntos de nuevo tras haber sido víctimas de un complot contra ellos. Todo su dinero y cuentas bancarias han desaparecido, por lo que tendrán que darse a la vida criminal para recuperarlo y vengarse de quienes hicieron esto.

Con la muerte de Bain, la mente maestra de la banda, su cargo lo ocupa Shade, una nueva benefactora que promete a la banda volver a su antigua gloria. Con su ayuda, volveremos a aceptar misiones de los contratantes, tanto completamente nuevos como caras ya conocidas. Estas misiones incluyen diferentes tipos de misiones, desde el típico atraco al banco, hasta un asalto a un camión blindado. Al venir directos de Payday 2, con sus más de 70 misiones, los 10 contratos se pueden llegar a quedar algo cortos. Pero con cuatro DLCs ya anunciados y la fama de la saga, podemos estar seguros de que esa cifra no tardará en empezar a subir.

Tuve la suerte de probar el juego antes del «gran apagón», por lo que pude experimentar esa emoción del primer día. Pero mis amigos nunca lo harán.

Cuando empecemos un nuevo contrato, deberemos decidir entre realizar un asalto o hacerlo en sigilo. En la mayoría de misiones, ambas opciones son válidas pero requerirán de cooperación y comunicación con tu equipo.

En caso de que queramos hacer una misión en sigilo, Payday 3 nos trae nuevas mecánicas para refrescar la dinámica. Nunca fui muy fan del sigilo en la anterior entrega, ya que un solo error implicaba empezar de nuevo. Y aunque no es muy diferente esta vez, las diferentes rutas que podemos tomar y los nuevos objetivos han hecho que sea más disfrutable. Entre ellos estará pegarte a gente para hackearles el móvil, buscar puntos de conexión para abrir puertas o maniatar a personas VIP y obligarlas a utilizar escáneres retinales.

Si en cambio decidimos tomar la ruta de la fuerza bruta o cuando inevitablemente nos pillen yendo sigilosamente, tendremos que vigilar bien cada esquina y refinar nuestra puntería porque pronto habrá más enemigos que balas. En cuanto la alarma suene, oleadas inmensas de policías y SWATs vendrán a por nosotros enseguida. Escoge tu arma principal de confianza entre metralletas, escopetas y rifles y ponte a sacar rápido ese dinero antes de que un Cloaker te tumbe de una patada voladora.

 En la sombra de su antecesor

Sacar un juego tan popular y longevo como Payday 2 es una maravilla para los desarrolladores, pero a la hora de sacar una secuela es una pesadilla. ¿Por qué debería la gente jugar a Payday 3 en vez de a su precuela si tiene muchas menos misiones, armas y contenido? Es una pregunta válida que muchos consumidores van a hacerse antes de pagar el precio completo del juego, y no demasiados van a ser capaces de justificarlo.

No reinventa nada de la fórmula original, pero no creo que nadie pidiera eso.

Si te gustó Payday 2, puedes esperarte un poco perdiéndote en sus lobbies como has estado haciendo todo este tiempo hasta que la secuela tenga más contenido y sea más barato. Y si no lo hiciste en su momento, quizás te merezca la pena hacerlo ahora.

Y no es que Payday 3 no sea merecedor del título de secuela. El nuevo motor le sienta como un guante, mejorando tanto los gráficos como la inteligencia de los enemigos. Además, los nuevos elementos que han añadido hacen que el gameplay sea bastante emocionante, independientemente del estilo que escojas. Las nuevas pruebas de sigilo hacen que las misiones se hagan más profundas e interesantes; mientras que las nuevas armas Overkill, unas armas pesadas que podremos pedir después de aguantar un rato el asalto policial, permite que los asaltos sean más caóticos.

Sin embargo, es cierto que se queda pobre de contenido rápidamente. Las diez misiones disponibles ahora mismo se quedan cortas, ya no solo comparado con las doce misiones que traía Payday 2 de lanzamiento, sino también respecto a la variedad entre ellas. Y de las emocionantes armas Overkill solo tenemos dos disponibles, lo cual es algo decepcionante.

Está claro que esto es solo el principio, pero ahora mismo vivimos en una época en la industria de los videojuegos en la que el día de lanzamiento tiene mucha importancia. Es el momento en el que tu juego va a estar en el centro de atención, y tienes que darlo todo para captar a jugadores que se queden jugando. La comparación con su hermano mayor ya hace que esta situación sea horrible para Payday 3. Sin embargo, no es lo peor que le ha pasado.

 La tragedia de un juego siempre online

Nadie pudo jugar a Payday 3 el día de lanzamiento. Esto es una tragedia para cualquier videojuego actual, y más aún si tu modelo de negocio va a estar basado en actualizaciones periódicas. Mucha gente se quedó con las ganas de jugar, y no han podido hacerlo hasta cuatro días después. Si tenías suerte te podías colar en algún lobby entre medias, pero no había ninguna garantía de que te quedaras mucho tiempo.

Esto es inequívocamente culpa de la decisión de hacer que Payday 3 sea un juego siempre online. Esto significa que cualquier jugador, aunque esté echándole un ojo a su inventario o practicando una misión en sigilo por su cuenta, debe de estar conectado a los servidores, con su consecuente carga en ellos. Con esa extraña decisión también alienas a todos tus jugadores con mala conexión, incluido aquellos que jueguen en plataformas portátiles como Steam Deck.

Es cierto que este problema no ocurre ahora mismo, pero ha causado dos consecuencias muy graves para el desarrollo de este juego. La primera es la reputación. Si ha ocurrido una vez, puede volver a pasar. Ya hemos visto con Cyberpunk 2077 que esta mala fama se puede limpiar (más o menos), pero les costará mucho tiempo volver a ganarse la confianza de sus jugadores, tiempo del que quizás no dispongan. Y la segunda fue perder la oportunidad de empezar a construir una base de jugadores.

Conforme escribo este artículo, estoy pensando en qué cosas super guays puedo contarle a mis amigos para que le den una oportunidad a Payday 3. «Puedes usar un lanzagranadas contra la poli». «El sigilo está más chulo». «Vlad aparece de nuevo». Pero sé que me va a costar convencerlos. Tuve la suerte de probar el juego antes del «gran apagón«, por lo que pude experimentar esa emoción del primer día. Pero mis amigos nunca lo harán. Y como ellos, decenas de miles de jugadores. Y eso es una tragedia.

 Conclusiones

Realmente, todo el mundo sabe cómo va a ir esta historia. En redes sociales ya empiezan a verse personas defendiendo a muerte el juego, como si nunca hubiera pasado nada malo y llamando «haters» a quienes lo critiquen. En YouTube aparecerán centenares de vídeos aprovechando el tirón para hablar del lamentable lanzamiento. Y en unas semanas, la gente se habrá olvidado y se irán a ver qué pasa con el siguiente juego.

Entonces, después de dos o tres expansiones, si Deep Silver lo hace bien, el juego estará en un buen estado que dará a los jugadores más razones por las que volver a meterse. Puede que incluso se hable de una «historia de redención«, con la imprescindible mención a Cyberpunk 2077. Y quizás en ese momento, pueda disfrutar de este juego como se merece. Pero una vez más, nos tenemos que esperar.

Payday 3 está bien. No reinventa nada de la fórmula original, pero no creo que nadie pidiera eso. Mejora lo suficiente para que se sienta como algo nuevo y añade los suficientes elementos para estar emocionados por lo que introducirán en el futuro. Si tenéis el Xbox Game Pass, dadle una oportunidad. Si os gustó Payday 2, vais a pasarlo en grande. Sin embargo, si no tienes amigos interesados con los que jugar, el juego pierde bastante. Y a ver cómo conseguimos convencerlos después de todo esto.