Pacer – Análisis PC

Los buscadores de emociones fuertes encontrarán su respuesta en las carreras futuristas de Pacer, título inspirado en la querida Wipeout. De hecho, toma tanto que el propio equipo desarrollador, R8 Games Limited, cuenta con miembros que trabajaron en la saga, y se nota en el absoluto frenetismo, la fantástica sensación de control con mando, la puesta en escena arcade y la música electro cañera de esta propuesta indie.

 Carreras anti-gravedad mortales

Imagina el año 2075: el Campeonato Mundial PACER se ha convertido en la nueva cúspide de carreras antigravedad y combate. Corporaciones a lo largo y ancho del mundo compiten con el objetivo de ganar el campeonato y lograr la victoria patrocinando a las estrellas del automovilismo más emocionante (y mortal) del momento. Y aunque no lo imaginaras poco importaría, porque si algo hace Pacer es dirigir al jugador a lo que de verdad importa, a las prácticas y competiciones de velocidad punta… pero no veía mal comentar un poco el contexto.

En el modo Carrera tendremos un entrenamiento y varios Grand Prix y pruebas en bloques de cuatro que irán aumentando exponencialmente de dificultad, desde F3000 hasta Élite. Según los resultados podremos hacer acuerdos con diferentes compañías, beneficiándonos de su apoyo material a cambio de ganar siempre el oro.

Hay solo cinco tipos de carruaje, pero una gran variedad de ajustes y cosmetización desbloqueable con créditos, los cuales obtendremos superando carreras en cualquier modo de juego. También desbloquearemos circuitos y variaciones de las mismas, consiguiendo un total de 14, cada uno situado en una parte del mundo y adaptados a las carreras aerodeslizantes, en las que hacer un looping se siente como si fuera lo más normal del mundo. De hecho, las altas velocidades no siempre te permiten admirar el meditado esfuerzo detrás del diseño de las pistas, y se nota que han trabajado mucho en las tres dimensiones y ofrecer recorridos diferentes y de alta calidad.

 Jugabilidad suave y sin fricción

Juego muy vistoso que puede llamar al streaming

Depende de la aceleración KERS y las mejoras del vehículo, se pueden alcanzar cifras de más de 600 km/h, que aunque parezcan altas, Pacer las transforma en el punto álgido de las carreras con un control que responde a tiempo y lleva una curva de aprendizaje magnífica de «fácil de entender, difícil de dominar». Gracias a todo el conjunto de opciones, el juego de R8 Games ofrece una experiencia competitiva digna de un sucesor espiritual, aunque sin perder del todo una línea propia.

Además de Carrera, hay opciones de Partida Rápida individual y multijugador En Línea, y en las están disponibles los 7 modos de juego, cada uno enfocado a un aspecto distinto. Los que más han disfrutado han sido la vuelta rápida, un clásico, Flowmentum, una carrera en solitario contra el tiempo que requiere precisión, y Tormenta, una especie de Battle Royale chiquitito que se basa en la supervivencia, combate y mantenerse en una esfera de seguridad. En este último es donde más aprecié el detalle que hace tan especial al juego, y es que, por primera vez, no siempre pensaba en adelantar y ya, sino a quién derribar y cuándo, pero al mismo tiempo no sirve con frenar para evaluar: toda estrategia debe formularse manteniendo el momentum, decelerando si acaso, porque los parones son un enormemente castigados.

Y para dar ese sabor arcade a la par de estratégico, los coches cuentan primero con una barra de defensa y luego otra de vida. Si llega a cero, kaput. Para evitar el kaput, los circuitos reparten tres tipos de cápsulas: Turbo (azul), para tener un boost de velocidad, Barrera (morado), para reponer defensas, y Arsenal (amarillo), que permite accionar una vez nuestras armas. ¡Cierto! ¿Cómo no he hablado aún de las armas?

 La supervivencia en la pista

Las Carreras PACER no son mortíferas solo por las velocidades de infarto; Se ve que al público del futuro no les parecían suficiente los accidentes de las competiciones tipo NASCAR porque pensaron que añadir armas a los bólidos anti-gravedad estaría guay. En concreto, podremos personalizar ambos lados de la coche con dos de entre 11 arsenales muy variados de serie, y que a su vez se pueden personalizar todavía más con una mejora extra.

Estas preciosidades letales se añaden en el Taller, desde el menú principal, y luego, antes de la carrera, se selecciona el coche «tuneao». Cada uno puede beneficiarse de invisibilidad, una barrera protectora, metralletas, rayos que succionan defensa del contrario, bolas explosivas, minas… Insisto, de verdad hay un amplio abanico del que cada uno seguro encontrará la fórmula que más le guste.

Al principio no estaba muy seguro de la implementación de las armas, más que nada por la frustración de quien pueda buscar carreras en las que no sea la suerte sino la habilidad pura lo que determine la victoria, pero resultó ser un elemento indispensable para disfrutar aun más de las carreras de Pacer. Por un lado combinan bien con los efectos de las cápsulas, haciéndolas más importantes para que el jugador les preste atención en caso de necesidad, y por otro no sirven para detener el avance del contrario, como en Mario Kart por ejemplo, sino que se enfocan en dañar, fastidiar momentáneamente o protegerse. De este modo, si el coche explota o caemos en una trampa, el fallo no se siente injusto, sino como un fallo humano que te inspira a mejorar. En pocas palabras, es un giro ingenioso para evitar la frustración que acostumbraron otros títulos en la misma línea.

 Conclusiones

Creo que R8 Games ha encontrado un buen balance de las cosas que se piden a las carreras tipo arcade: Jugabilidad dinámica, capacidad de ofrecer partidas tanto casuales como competitivas, escenarios bien planificados y modos de juego suficientemente entretenidos. Personalmente, he pasado unas horas muy gratas incluso sin ser un gran aficionado del género de conducción. Precisamente por esta razón es que el juego guarda muchos trucos que los más experimentados podrán aprovechar para marcar la diferencia en las carreras en línea, como elevar o bajar la altura del carro dependiendo de la inclinación de un tramo.