Quizás más de uno se esté preguntando, ¿pero este juego no había salido ya? En su momento, hubo bastantes medios que cubrieron el early access del juego, así que es normal pensar eso. Yo mismo me sorprendí al verlo anunciado de nuevo. Pero tras las duras críticas que se llevó en su primer lanzamiento, me picó la curiosidad y le di una oportunidad. Y después de una semana absorbido por este encantador mundo, puedo decir que Ooblets es un fantástico juego si sabes lo que te esperas.
El mundo de los Ooblets
Nuestro protagonista empieza la aventura mudándose a la ciudad de Badgetown desde su tierra natal en busca de darle sentido a su vida y, sobre todo, por los Ooblets. Estas son unas simpáticas criaturitas que habitan nuestro mundo en pleno contacto con los humanos y que nos alegra la vida con sus divertidos bailes.
No puedo ser objetivo con estos pequeños bichitos. Son demasiado monos.
Nada más llegar a la isla, nos damos cuenta de que nuestros vecinos son la mar de peculiares. Todos los vecinos parecen ser primos de Ned Flanders, utilizando palabros raros y con personalidades extravagantes. Sin ir más lejos, la primera persona que nos encontramos, la alcaldesa Tinstle, no parece tener mucha idea de lo que está haciendo. Y es que, a cambio de darnos una parcela con una casa, nos pide ayuda para solucionar problemas de la ciudad.
Estas misiones son las que nos motivarán a progresar en el juego. La mayoría tienen como objetivo entregar una serie de objetos, como los cultivos que hagamos crecer en la granja o productos manufacturados. Pero también tenemos la línea principal de la historia, por llamarlo de alguna forma, que consiste en conectar Badgetown a la Oobnet.
Para ello, deberemos viajar a diferentes localizaciones alrededor de la isla para alcanzar unas torres de comunicación. En nuestro camino a las torres, nos podremos encontrar Ooblets exóticos así como una serie de retos que nos impiden el paso. Ayuda a la ciudad de Badgetown y hazte amigo de todos los Ooblets que te encuentres por el camino.
Plantando la semilla de la diversión
En esta ciudad, hay tres elementos que ocuparán la mayor parte de nuestro tiempo: la granja, la recolección y los titulares Ooblets.
Ooblets es una experiencia llena de endorfinas en un juego que rezuma estilo y personalidad.
Antes de nada, quiero dejaros claro que este juego no es como Stardew Valley. La parte del simulador de granja es importante, sí. Pero si queréis min-maxear hasta el infinito buscando los mejores cultivos que plantar en cada momento para sacar el mejor beneficio, no lo encontraréis en Ooblets.
Es muy fácil optimizar nuestra plantación al máximo. A los pocos días ya tendremos acceso a los mejores aspersores del juego, necesitando solamente haber llegado a la primera zona fuera de Badgetown para construirla. Incluso podremos pedirle ayuda a nuestros Ooblets con los cultivos. Estaremos más limitados por las semillas disponibles al principio del juego más que otra cosa, necesitando avanzar en la historia para desbloquear más.
También tendremos que explorar la ciudad para conseguir recursos. En este apartado, Ooblets tampoco se parece mucho a sus hermanos de género. Tendremos que ser pacientes, pues estos materiales están limitados por la suerte. A veces tendremos que esperarnos al siguiente día a que aparezcan más setas que queramos, o incluso esperarnos a eventos como la lluvia o el granizo para conseguir lo que buscamos.
Y dentro de las cosas que podemos encontrarnos están las recetas. Y es que si queremos desbloquear nuevas comidas para nosotros o nuestros Ooblets, tendremos que ganarlas en torneos de baile (más sobre ello más adelante) y encontrando piezas de receta. Así que una vez más, si queremos una comida en concreto, deberemos ser pacientes.
¡A bailar!
Y por fin llegamos a la parte que todos estábamos esperando. ¡Los Ooblets! Para empezar, los Ooblets son las pequeñas criaturitas que nos encontraremos durante nuestro viaje que no paran de bailar. Todos vienen con un diseño distintivo y muy cuco e incluso con rarezas que harán que cambien de color.
Para hacernos amigos suyos, primero deberemos cumplir con sus peticiones. Cada Ooblet te pedirá algo antes de empezar a bailar con ellos, normalmente comida que deberemos fabricar. Si queremos a un Ooblet en concreto, deberemos preparados los materiales que nos hagan falta para que, cuando lo veamos, no nos pille desprevenidos. Una vez le cumplamos sus caprichos, deberemos ganarles en un duelo de baile.
En estos duelos deberemos formar un equipo con nuestros Ooblets para retarnos con el equipo contrario. Nuestro objetivo será llegar a una meta de puntos utilizando cartas en un sistema de turnos. Cada turno estaremos limitados por los beats, que funcionan como un sistema de maná dentro de este mundo. Lanzaremos nuestras cartas para marcar puntos, conseguir potenciaciones, estorbar a los rivales o conseguir más recursos.
Cada Ooblet tiene una serie de cartas especiales que podremos robar durante nuestros combates si forman parte de nuestro equipo. El sistema de combate es bastante simple, pero podemos hacer combinaciones interesantes con nuestro equipo. E incluso a veces necesitaremos Ooblets en concreto para contrarrestar la estrategia de nuestro rival.
Aquí os voy a ser sinceros, y es que no puedo ser objetivo con estos pequeños bichitos. Son demasiado monos. Solo con verles bailar en sus pantallas de perfil hacen que genere muchas endorfinas. Y lo mejor es que son customizables. Podremos conseguir accesorios con los que vestir a nuestros Ooblets y hacerlos aún más monos. No hay sensación mejor que te den una pajarita como recompensa de una misión y empezar a pensar a quién le sentaría mejor.
Conclusiones
Quizás Ooblets no sea una experiencia para todo el mundo. Para empezar, está completamente en inglés, y como además ya he comentado, utilizan palabras que complican aún más la traducción.
Pero es que sobre todo, en este juego reina la tranquilidad. Olvídate de dibujar planos y patrones complejos para aprovechar al máximo la parcela ni rutas óptimas teniendo en cuenta la rutina de los vecinos. Habrá veces que el Ooblet que quieras no salga, quizás el material que necesitabas no ha salido en la ciudad, o a lo mejor el cultivo que necesitas va a tardar un día más en crecer. Y eso está bien.
Este ritmo más pausado es a la vez su peor debilidad y su mayor fortaleza. Los días pasan mucho más despacio que en otros farming simulator y el sistema de energía es mucho más piadoso. Desde mi punto de vista, Ooblets se acerca más a juegos como Time on Frog Island que a sus hermanos de género. Y es que si quieres una experiencia intensa y profunda, no lo encontrarás en Ooblets. Pero si por el contrario le das una oportunidad, te encontrarás una experiencia llena de endorfinas en un juego que rezuma estilo y personalidad.
Aunque eso sí, pensáoslo dos veces antes de comprar la versión de Switch. Por un lado está bien la comodidad que da la consola, pero el rendimiento deja que desear. Con pantallas de carga más largas de lo que deberían ser y con bajadas de frames, puede llegar a arruinar un poco la experiencia.
Ooblets
Puntuación final - 8
8
Recomendado
Ooblets es un juego tranquilo y genuinamente entretenido, que aunque no sea tan complejo como otros juegos del género, te dará una experiencia llena de personalidad y alegría.