Le llevo siguiendo la pista a Neon White prácticamente desde que se anunció. ¿Un juego visual novel que es a la vez un FPS speedrun con gran movilidad donde controlas a un alma en pena matando demonios por el cielo? Me tenía ya enganchado en «juego». Ahora por fin está aquí, y ha venido para quedarse.
A Neon White la han llovido las críticas sobresalientes por todas partes. Por lo que voy a innovar un poco, y primero me voy a centrar en los puntos negativos del juego.
- Al menos en la versión de PC, a veces las pantallas de los diálogos cuando cambian de escena se quedan pilladas durante varios segundos, siendo bastante molesto cuando ocurre.
- La trama se alarga un poco más de la cuenta por el final, siendo algunas partes un tanto redundantes.
Y ya está. Eso es todo lo malo que tengo que decir.
¿Y cuáles son los puntos positivos? ¡Todo lo demás! Bueno, quizás me estoy dejando algún que otro detalle. Pero sinceramente, esas son mis mayores críticas del juego. Más allá de eso, solo tengo algunas nimiedades que criticar y la mayoría son subjetivas. Así que sin más dilación, y ahora en serio, veamos cómo es Neon White.
La gloria de los speedrun
El gameplay de Neon White se basa en un FPS en el que iremos avanzando por fases yendo todo lo rápido que podamos. Gran parte de la gracia de este juego reside en la competitividad, ya sea contigo mismo para sacar las mejores puntuaciones de cada nivel o con otra gente para sacar los mejores tiempos en la clasificación global.
Es una experiencia llena de adrenalina y, simplemente, pura diversión.
Esto lo conseguiremos por medio de las cartas que nos encontraremos por los niveles. En mi opinión, una de las mejores mecánicas jamás diseñadas para un juego así. Estas cartas las puedes recolectar en puntos clave de las fases. Cada una representa un arma de fuego diferente, habiendo pistolas, metralletas, lanzamisiles… Pero su uso no se limita a lanzar balas. Podemos consumirlas para activar diferentes habilidades de movimiento. Y es aquí donde Neon White brilla.
Cada arma tiene un poder asociado. Las pistolas dan un doble salto, los rifles dan un impulso horizontal, las metralletas una explosión al puro estilo Demoman de TF2… El sistema de movimiento es fluido y extremadamente satisfactorio. Y lo mejor de todo es que el juego lo sabe, y lo aprovecha al máximo. Escalar montañas a toda velocidad encadenando dobles y triples saltos, atravesar a nuestros enemigos en rápida sucesión mientras nos dan más impulsos, saltar de panel a panel utilizando explosiones a nuestro favor… Un nuevo nivel significa experimentar nuevas situaciones llenas de adrenalina.
Además, el jugador tiene absoluta libertad para completar el nivel. El juego nos incita a ser creativos y utilizar al máximo el potencial de este movimiento. Quizás si somos capaces de hacer un salto justo sin utilizar cartas de movimiento nos permitirá más adelante usarlas para saltarnos gran parte del mapa. O podemos ahorrarnos todos los misiles que podamos para más adelante escalar la torre más alta del mapa y conseguir un coleccionable. Muchas veces he superado niveles de formas totalmente alocadas que estoy seguro de que ni siquiera estaban contempladas en la fase de diseño. Pero nunca me sentía como que hubiese descubierto un glitch ni nada por el estilo. Es el movimiento, que te atrapa y te convierte en una bestia cuando lo dominas.
101 puñales detrás de ti
La historia de Neon White nos pone en la piel de White, un asesino en vida que ha fallecido. Pero lejos de ir al infierno, el Cielo tiene otros planes. Los habitantes del Cielo, llamados los Creyentes, organizan cada año un torneo en el que reúnen a todos los asesinos que hayan fallecido para darles una última oportunidad de redención. La competición consiste en derrotar a la mayor cantidad de demonios, que en esta época del año infestan el Cielo, para conseguir el permiso de quedarse.
Cuando despertamos, White reconoce varias caras familiares de sus días de asesino que forman el elenco protagonista. El relajado bro de White Yellow, la sádica Violet, la acogedora y coqueta Red y el actual campeón de la competición Green. Todos ellos se acuerdan del protagonista en vida, pero White sufre de amnesia, por lo que solo les recuerda vagamente. Esto crea una dinámica muy entretenida en el que el protagonista nunca sabe cuáles son los objetivos de sus compañeros ni si le ocultan detalles de lo que pasó entre ellos cuando estaban vivos.
El estilo artístico que han adoptado es mi debilidad, dándole al cielo unas pinceladas del estilo vaporwave como hizo Paradise Killer a su manera. La historia está narrada en un estilo muy similar a juegos como Danganronpa, con escenas visual novel mezcladas con ilustraciones que describen la acción. Incluso el ciclo de gameplay llega a ser algo similar, centrándose mucho en la historia para luego darte un tiempo libre con el resto de los personajes.
En cada capítulo podremos completar la serie de misiones que nos toque hacer, y en cualquier momento podremos volver a la zona central. Ahí podremos hablar con los personajes y darle los regalos que encontremos en nuestras misiones para avanzar en sus relaciones. Esto nos desbloqueará conversaciones casuales con ellos, en las que podremos disfrutar de la química que hay entre los personajes, misiones secundarias que nos pondrán nuevos retos a superar, coleccionables o recuerdos de qué pasó en la trágica noche en el que todos murieron.
Conclusión
Neon White es un juego de confort, que te permite sumergirte de lleno la velocidad desenfrenada de sus niveles y de la ligera historia que presenta. Llevo mucho tiempo esperando este juego, y sorprendentemente ha superado mis expectativas. Es una experiencia llena de adrenalina y, simplemente, pura diversión.
Neon White
Puntuación final - 9.5
9.5
Imprescindible
Neon White es una experiencia absurdamente divertida que te dejará el cuerpo lleno de adrenalina después de la sesión de juego, que además cuenta con una historia entretenida y un elenco de personajes con mucha química.