Morbid: The Seven Acolytes – Análisis PC

Sé que muchos o la gran mayoría estaréis jugando a Cyberpunk 2077 como locos, y no es para menos la verdad. Tras tantos retrasos por fin ha llegado a PC y consolas, pero no por ello algunos títulos de menor importancia han dejado de tener su pequeño huequecito en este último mes de 2020.

El indie estilo Souls llamado Morbid: The Seven Acolytes, desarrollado por Still Running, llega para alegrarnos o hacernos sufrir una aventura horrorpunk y con una visceralidad única que nos pondrá en más de un aprieto, pero haciéndonos disfrutar de este gran género.

 La última superviviente de Dibrom

La historia nos pone ante la última superviviente de Dibrom, quien tendrá la importante misión de derrotar a los siete acólitos los cuales han sido poseídos por los Gahar. Tenemos una trama oscura con toques horrorosos que gustarán a todos los amantes del mundo lovecraftiano. Eso sí, no es un juego recomendado para los que no les gusten ver cantidades ingentes de sangre.

En cuanto a dificultad solo os puedo decir que depende totalmente de la habilidad del jugador, ya que dependerá de mecánicas tan simples como “timear” nuestros ataques, conocer los ataques de los enemigos y esquivar en el momento correcto. Es por ello que al principio puede hacerse algo complicado, pero conforme avancemos notaremos mejoría. No desistáis porque la sensación de ser cada vez más preciso es bastante satisfactoria.

Por otro lado, la duración la verdad es que está decente. Mientras que para la historia principal tardaremos alrededor de unas diez horitas de juego, luego tenemos unas cuantas misiones extra que aparte de proveernos con mejores equipamientos nos darán ese extra para alargar unas cuatro o cinco horillas más el título.

Los controles en verdad podrían ir ligados a la dificultad, pero quería hablar de ellos individualmente. Al ser un título con vista cenital esperaba que estuviesen mucho peor, pero la verdad es que me lleve una grata satisfacción al ver que el personaje se manejaba con total precisión, muy importante para todos aquellos que quieran pasarse el juego varias veces a modo de speedrun. Mis dieces en este apartado.

 Bendiciones, equipamiento y un pequeño inventario

Juego que todo el mundo que este familiarizado con el género Souls deberá probar

Al poco de comenzar Morbid: The Seven Acolytes nos darán un arma y nos enseñarán a usar el inventario, el cual por cierto me parece bastante limitado y nos obligará a ir deshaciéndonos de armas u otros consumibles a la larga.

Dichas armas las podremos ir mejorando con unas especies de runas administradas en tres rangos, siendo bronce, plata y oro. Las mejoras podrán ir desde añadir ataques elementales a nuestras armas, pasando por hemorragias, veneno e incluso mejoras para que nuestras armas ataquen más rápido, ya que el propio armamento será diferente en función de su tamaño. También es importante destacar que contaremos con consumibles que algunos desaparecerán al usarlos y otros se regenerarán al descansar, algo similar a como pasa con los Frascos de Estus en Dark Souls.

Al llevar un rato jugando también desbloquearemos las bendiciones, estando estas repartidas por todo el mundo y otorgándonos mejoras pasivas bastante útiles como aumento permanente de nuestra barra de vida, que la energía tarde más en agotarse o incluso munición extra para nuestras armas de fuego. Estas bendiciones se pueden mejorar conforme subimos de nivel, aunque os avisamos de que cada vez cuesta subir más de nivel, pero es una parte fundamental del título a la que hay que acostumbrarse.

 Exploración sin mapa, misiones y todo tipo de mini secretos

Si algo vais a notar desde el comienzo de Morbid: The Seven Acolytes es lo laberintico que puede resultar la exploración, dado que no contaremos en ningún momento con un mapa que nos ayude a guiarnos. Aunque no sea un juego muy largo y no tengamos tantas zonas que explorar, sí que se puede volver en algún punto que otro un poco caótico y enrevesado de buscar el camino a seguir.

Haciendo un pequeño paréntesis, me gustaría hablar de nuestro personaje, el cual contará con una interfaz bastante normalita con una barra de salud, una barra de energía que se irá recargando con el tiempo y otra barra de cordura que es sin duda el plato fuerte de este título. Esta barra de cordura parecerá una tontería, pero la verdad es que es más importante de lo que parece, ya que al tenerla baja los monstruos que eliminemos volverán a salir en una especie de forma fantasma, teniendo que eliminarlos una vez más para acabar con ellos del todo. Esta cordura solo se puede regenerar con ciertos consumibles y no al descansar por lo que es importante tenerlo en cuenta.

Volviendo a la exploración nos encontraremos con que los enemigos derrotados de vez en cuando nos podrán soltar armas, consumibles y experiencia para mejorar las ya mencionadas bendiciones. Por otro lado, las misiones aunque sean escasas la verdad es que me han parecido más que suficientes para darnos un extra en el título, con misiones que nos harán derrotar jefes opcionales y disfrutar de muchas de las historias que nos contarán los lugareños.

 Un pixel art horrorosamente llamativo y una OST acorde

Aquí tenemos que ser claros, el pixel art o lo amas o lo odias. Personalmente me ha gustado mucho ver cómo ese mundo lovecraftiano estaba replicado a la perfección en cada enemigo o lugar que nos encontramos. En especial con los jefes finales, los acólitos, los cuales tienen un diseño bastante espectacular y que gustará a todo el mundo. Tampoco le quitamos mérito a los enemigos comunes, que gozan de un diseño bastante bueno.

La OST, por otro lado, tiene ese toque oscuro y tenebroso que casa a la perfección con el mundo al que nos tenemos que enfrentar. Mientras que cuando exploramos sonará una música tranquila, pero oscura, en la lucha contra los distintos jefes cambiará totalmente dándonos esa sensación frenética para afrontar estas peleas.

 Conclusión

Morbid: The Seven Acolytes es un título que muchos lo catalogarán como “otro Dark Souls“, pero personalmente aunque tenga parecidos al género de los Souls (obviamente) creo que añade su pequeño granito de arena para tener su propia identidad. Con un sistema de bendiciones y ranuras en las armas para afrontar nuestro viaje de una manera u otra, un pixel art orientado a un publico muy especifico y una OST que me parece simplemente maravillosa.

Si tuviese que ponerle un pero a este título es sin duda su inventario muy limitado y que hubiese más misiones secundarias para resaltar aún más este gran título, pero por todo lo demás es ese Souls que todo el mundo debería probar aunque se tenga ninguna o mucha experiencia en el género.