Hace poco comentaba en el análisis de Soulstice lo mucho que subestimamos el coger ciertos elementos de algo que funciona para darle identidad propia. Esta actitud es especialmente reprochable a aquellos títulos que son más exigentes con el jugador, ya sea a nivel narrativo, jugable o, como en el caso que nos ocupa, ambos. Efectivamente, esta descripción coincide bastante bien con la propuesta de los soulslike, y es que Moonscars coge de ellos precisamente esas dos características: una narrativa fragmentada y que requiere una enorme participación activa por parte del jugador para reconstruir su lore y una jugabilidad exigente donde las haya. Junta todo eso con un metroidvania en 2D y toques de roguelite, y tendrás la extraña amalgama que supone la obra de Black Mermaid y Humble Games. Un juego que puede satisfacer a los fans de este tipo de aventuras de acción, sobre todo a aquellos que disfrutaran propuestas como Blasphemous, pero que tiene demasiados roces con el jugador como para poder recomendarlo libremente.

Otra alma perdida en un mundo roto
Controlaremos a la fiera guerrera Irma la Gris que, tras haber perdido a todos sus conocidos, se despierta con el único objetivo de encontrar al Escultor, una entidad responsable del estado actual del mundo e imprescindible para reconstruir el misterio del pasado de Irma y el significado de su inmortal existencia actual. Por el camino iremos encontrando diferentes personajes, a cuál más enigmático y críptico, de cuyas interacciones encontraremos las piezas que recompondrán las decisiones que hemos ido tomando hasta este momento. Si bien la historia se sigue con interés, en parte gracias a los atractivos diseños de sus personajes, no ha sido fácil recomponerla, como nada en este juego.
Moonscars es un metroidvania 2D con espíritu de souls y elementos de roguelite. Todas sus partes, como os podéis imaginar, implican dificultad, exigencia y esfuerzo para superar su reto. Avanzaremos por diferentes escenarios derrotando a hordas de enemigos cada vez más fuertes y con mecánicas más complejas. Sin embargo, la fiereza de Irma se deja sentir en su visceral sistema de combate. Tendremos un ataque rápido y otro fuerte que podemos combinar, y cuyas combinaciones podemos acabar con un empuje, muy útil de cara a empalar a los enemigos con elementos del escenario (una mecánicas a la cual se le saca mucho más partido de lo que hubiera esperado). Tendremos la posibilidad de saltar y atacar en el aire, hacer un dash y la posibilidad de hacer parry si pulsamos el botón en el momento adecuado.

Irma se mueve muy ágilmente, pero la mayoría de nuestros enemigos también. Teniendo en cuenta que nos enfrentaremos casi siempre a más de un enemigo, cada uno con sus propios patrones, las contiendas se sienten tan frenéticas y exigentes como satisfactorias. La mayor parte del tiempo, el sistema de combate de Moonscars funciona sorprendentemente bien.
Contaremos además con una barra que hace las funciones de magia. Con ella, podremos recuperar parte de nuestra salud y efectuar hechizos (una gran variedad de ellos, de hecho, ya que funcionan a modo de árbol de habilidades) que iremos aprendiendo usando las “almas” del juego. Por supuesto, tenemos el asimilado sistema de “si mueres dos veces, pierdes todo” que tan buenos réditos ha dado a la industria en los últimos años. Además, los puntos de control y de viaje rápido que encontramos están representados con un espejo; en su interior nos esperan los personajes que vayamos encontrando, incluyendo algunos con los que podremos comerciar con los elementos que encontremos. Moonscars está lleno de secretos, paredes falsas, caminos opcionales y demás convenciones del género que harán las delicias de sus aficionados.

Un fuerte desequilibrio
El problema con el sistema de combate de Moonscars es que no parece haber espacio para que el jugador experimente dentro de su exigente premisa
Aunque soy un amante de las experiencias difíciles y de los desafíos, he de decir que he sentido Moonscars como una experiencia algo injusta en ocasiones. A pesar de que su sistema de combate funciona realmente bien, llega un momento en el que debemos y querremos depender de los hechizos; algunos de ellos son bastante útiles y espectaculares, además de funcionar mejor con ciertos enemigos. El problema es que no parece que Moonscars anime al jugador a experimentar y utilizarlos; sus combates son demasiado punitivos como para experimentar, algo que acaba dañando la experiencia, obligando al jugador a depender de su combo básico de toda la vida y sus reflejos.
Por si fuera poco, los hechizos consumen mucha magia con cada uso, siendo recursos que podemos utilizar una o dos veces a lo sumo (sobre todo al principio, ya que luego encontramos objetos que elevan nuestras stats de forma permanente); por si fuera poco, compartimos barra de magia para curarnos y lanzar hechizos, así que no hay una gestión real que hacer con un recurso tan excepcional. Sí, hay objetos que alteran el consumo de magia o su potencia, pero sus desventajas son demasiado grandes como para, de nuevo, animarte a probar.
En esta misma línea encontramos los elementos roguelite. En ocasiones, al llegar a ciertos espejos generaremos a una doble nuestra con la que luchar. Si la vencemos, obtendremos un alma alternativa capaz de alterar el estado de los enemigos y darnos un bonus… que perderemos al tiempo si morimos varias veces. Este es otro de esos elementos que podrían haberse suavizado, ya que son armas muy lentas y técnicas que dejan muy vendido al jugador; su uso, así como el de su bonus, no suponen un elemento desequilibrante a priori para el reto que ofrece el juego. Con un sistema que fuera más amable con el uso de la magia para integrarla de una forma real al combate, el juego ganaría muchos enteros. Es cierto que en el tercio final de la aventura (que me ha llevado cerca de diez horas completar, con muchísimas muertes a mis espaldas), si has explorado debidamente y con los objetos adecuados, esta sensación se diluye bastante, siendo esa experiencia capaz de unificar esos elementos de su sistema de combate de una forma coherente; pero llegar hasta ese punto supone un esfuerzo bastante grande de confianza para el jugador.
Mención aparte merece su excelente apartado artístico, con un pixel art precioso con un efecto de pintura de acuarela para representar su oscuro y sobrio mundo, acompañado de una banda sonora igualmente evocadora y acertada. Además, el título viene traducido al castellano de una forma estupenda, algo que siempre es de agradecer.
Hemos podido jugar el juego en su versión de Nintendo Switch y, lamentablemente, hemos encontrado algunos errores técnicos dignos de mención. Aunque no es algo que rompa el juego, sí que hay bastantes momentos en ciertos combates en los que la imagen se pausa durante un segundo aproximadamente, apareciendo después los personajes en diferentes posiciones, como si el tiempo sí hubiera transcurrido; en ciertos combates, como podéis suponer, es un auténtico incordio. Además he tenido unos cuantos crasheos espontáneos en diferentes puntos del juego. El resto del tiempo, el juego se mueve sin problemas, pero es cierto que son fallos que en una experiencia tan tensa y exigente pueden causar una frustración innecesaria. Me consta que en la versión de PC estos errores no pasan, así que puede ser algo exclusivo de la híbrida de Nintendo. De todas formas, desde Black Mermaid ya ha publicado el primer parche, que arregla algunos de sus problemas en consolas (en PC ya se publicó hace unos días), y no me cabe duda de que seguirán trabajando en pulir esta versión.
Conclusiones
Moonscars es un entretenido juego de acción en 2D con un enfoque que mezcla elementos de soulslike, metroidvania y roguelite. Su frenético y divertido sistema de combate, sin embargo, no siempre casa bien con la exigencia inherente a este tipo de juegos, condenando al jugador a no explorar todo el potencial de sus posibilidades si quiere avanzar. Su excelente apartado artístico luce maravillosamente bien en Switch, pero hay algunos bugs y errores técnicos que pulir aún en esta versión del título.
Sin la pretensión de aportar nada nuevo, Moonscars puede suponer una buena alternativa para los fans de propuestas como Blasphemous; además, podéis encontrarlo tanto a precio reducido como en Xbox Game Pass.
Moonscars
Puntuación Final - 6.5
6.5
Interesante
Moonscars es un entretenido juego de acción en 2D con un enfoque que mezcla elementos de soulslike, metroidvania y roguelite.