Hoy analizamos Mayhem in Single Valley, el juego que se estrenó oficialmente en Steam el día 20 de mayo. Al parecer, el juego contaba con una demo, de la que, un servidor, no tenía ni idea. Así que, mi primer contacto con este título ha sido para hacer este análisis, en el que expongo los motivos por los que me parece un buen juego, pero no termina de cuajar del todo.
Mayhem in Single Valley está disponible en la plataforma de Valve, Steam, por 12,49 €. Un precio asequible para un juego con una premisa jugable interesante.
El último día en el pueblo
El juego de Fluxscopic Limited, distribuido por tinyBuild, nos presenta una trama con un objetivo muy simple, y mil veces visto. Salvar el mundo, en resumidas cuentas. Entrando en algo más de detalles, comenzaremos nuestra aventura controlando a nuestro protagonista, Jack, con el que, después de despertarse de un sueño (que sirve como una introducción algo confusa) bastante peculiar, podremos empezar a interactuar con una serie de elementos a priori cotidianos, como coger una lista de tareas, tomarse una pastilla, hablar con tu madre, recoger cacas de un adorable perro o acostar a tu hermanito pequeño. Así daremos nuestros primeros pasos en Mayhem in Single Valley, en lo que, al parecer, es el último día en la ciudad de Jack.
Mayhem in Single Valley se disfruta por su jugabilidad y mecánicas
Lo importante ocurre cuando, mientras realizas tu última tarea doméstica antes de marcharte, descubres que un ser extraño ha vertido sobre el suministro de agua de la ciudad un líquido tóxico que transforma en una especie de zombi a todo el que toca, ya sean animales o humanos. Lo curioso, e inexplicable (aunque a este indie le gusta jugar mucho con lo absurdo y random), es que un vecino que pasaba por ahí afirma que hemos sido nosotros los culpables, así que pretende decírselo a todo el mundo. Eso nos llevará a querer buscar un remedio para intentar salvar, como mínimo la ciudad de Single Valley, la situación y dejar un lugar tranquilo, como ya era, para su familia. Especialmente, para su hermano.
En principio, puede parecer que todo se pone de cara para ser una historia interesante, sin alardes y llena de cosas típicas, pero predispuesta para divertirte. La verdad es que es divertida durante una gran parte del juego, pero el hecho de mezclar tantos clichés y momentos que no conectan entre sí de manera natural, dan la sensación de estar ante una especie de experimento que, en mi opinión, no termina de funcionar con mucha soltura. Como he dicho antes, Mayhem in Single Valley entra en el terreno de lo absurdo, de la parodia, por eso no parece tener problema en contar un argumento inconsistente y que debería de funcionar con la propuesta que plantea, pero creo que no llega a lo que se propone. Tiene momentos bastante graciosos, pero son algunos contados, y cuando podría aprovechar algún momento con más sustancia, incluso emotivo, para enganchar al jugador, tampoco lo hace. Todo esto me dejó claro desde muy pronto que lo importante aquí era la jugabilidad y sus mecánicas, que funcionan bastante mejor, en líneas generales.

Divertido y variado, pero apunta regular
Estamos ante una propuesta que mezcla varias fórmulas de juego. Entre ellas, podemos encontrar la resolución de puzles, plataformas y varias zonas que nos transportan a un metroidvania. Lo que predomina durante gran parte del juego son los puzles, que funcionan muy bien, ya que cada uno propone mecánicas diferentes para resolverlos (y de paso, tachar tareas de nuestra lista). Cierto es que llegando a la parte final del juego, el ingenio va escaseando y se van volviendo más predecibles, pero no empañan para nada unos rompecabezas que son el gran atractivo de este título. Como digo al principio de este párrafo, Mayhem in Single Valley tiene varias zonas en las que las mecánicas que utilizamos para explorar y poder avanzar son las de un metroidvania, algo que combinado con alguno de sus puzles más divertidos puede causar algunos estragos a los que nos orientamos regular, sobre todo si no hay mapa (como es el caso).
Mientras exploramos esos niveles, nos encontraremos varios tipos de coleccionables, que van desde objetos que no aportan prácticamente nada a clones de Jack, que nos dejarán algún objeto que podremos utilizar como moneda de cambio para comprarle explosivos al mercader (nos lo encontramos en todos los niveles, prácticamente). También podemos utilizar esas “monedas” para potenciar una serie de ítems que nos facilitarán la partida, como ampliar el tamaño de nuestra mochila (inventario), cambiar de bambas, lo que nos dará más velocidad; o añadir más tapas de cubo de basura (escudos/vidas), lo que nos dará la posibilidad de recibir golpes en función de las tapas que tengamos. Por ejemplo.

Lo de los escudos es algo importante, ya que es fácil recibir algún que otro golpe, dado que el título nos pone en cada nivel a varios enemigos (y algún que otro obstáculo) que nos complicarán la vida, en ocasiones más de lo normal. Ya que no contamos con mecánicas de ataque como tal, será imprescindible esquivar todas las embestidas de cada uno de esos “zombis”. También podemos utilizar un tirador (el cual podremos ir mejorando, también, y utilizarlo para aturdir a los perseguidores más adelante) para lanzar una serie de objetos que distraerán a los enemigos, siempre teniendo en cuenta que no vale cualquier cosa para todos, lo que te obligará a ir probando lo que funciona con cada uno de ellos. Si no fuese porque a la hora de lanzar los objetos resulta un poco caótico apuntar por la falta de precisión, sería casi perfecto.
Llegado el momento, podremos combinar algunos de esos objetos, o mejor dicho, alimentos; con alcohol (que lo cura todo, en el juego esto es literal) para que cada infectado vuelva a su estado normal. Siempre teniendo en cuenta que a cada ser le atrae uno concreto. La valoración a esta mecánica también se ve condicionada por el apuntado impreciso, aun así, es una gran idea que, en general, aporta una forma diferente de afrontar cada sección.
El juego combina varias fórmulas de juego en su propuesta
Los problemas de imprecisión se perciben en varias funciones que tenemos que llevar a cabo durante el juego. Por ejemplo, cuando vas a cruzar alguna puerta es bastante posible que el muñeco se quede atascado (como si el marco de la puerta le impidiese entrar) y, en principio, no tendría que ser así. Es un fallito tonto y sin mucha importancia por si solo, pero cuando se amontonan un montón de enemigos puede ser un pelín desesperante. De hecho, eso también conduce a otro problema. Puede que, en ocasiones, alguno de esos enemigos traspase la puerta y te espere al otro lado, haciendo que nada más entrar te mate, sin que puedas reaccionar, lo que puede repetirse varias veces. La solución es cargar el último punto de guardado, que, por suerte, son bastante frecuentes. Una lástima que estos fallos, además de los mencionados durante el texto, empañen un juego con un potencial importante.

El píxel, bonito es un rato
Mayhem in Single Valley presenta un apartado artístico pixel art muy pintón, que hace destacar más a sus personajes, pero, sobre todo, sus entornos. Algo que también consigue con un trabajo de iluminación casi perfecto y que hace que cada escenario que visitamos se convierta en un entorno muy satisfactorio para explorar, a pesar de lo dicho antes. La paleta de colores también esta muy bien trabajada; tampoco es algo para volverse loco, pero sabe dar identidad a cada zona en la que transcurre el juego. Algo que siempre gusta, y más en este tipo de juegos. En líneas generales, es el aspecto mejor resuelto del juego, lo que hace que no pueda ponerle pegas. Y eso siempre es algo bueno, muy bueno.
Aporta un muy buen pixel art, además de un gran trabajo de iluminación
El apartado sonoro no se queda muy atrás. El juego trae una variedad de efectos de sonido a lo retro, que podemos apreciar al mover objetos, saltar, entre otras de las interacciones que podemos hacer durante nuestra partida. La verdad es que cumplen su cometido, no creo que pueda dar mucho más énfasis al asunto. Pero, sin duda, lo que mejor funciona de este apartado del título es la música, y no solo funciona por cómo es, también lo hace por la forma en la que conseguimos las diferentes pistas. Con la exploración no solo conseguimos los coleccionables y toda la pesca: además adquirimos los temas que el juego usa como banda sonora, ya que estarán desperdigados por los niveles de Single Valley. Una forma bastante interesante de presentarnos estos temas que tienen un fuerte sabor a retro mezclado con electrónica.
Lo dicho, la BSO del juego funciona de maravilla, un acompañamiento de lujo. Además, si te atascas en un nivel y te cansas de un tema, siempre puedes acudir al menú y seleccionar cualquiera de las pistas que hayas encontrado, de esta forma seguro que no te cansas de ninguno.

Conclusiones
Mayhem in Single Valley es un juego con un poco de plataformas, un poco de metroidvania y un mucho de puzles. Todo ello combinado, forma una mezcla satisfactoria en lo jugable, a pesar de algún que otro problema, que se ve un poco perjudicada por un argumento inconsistente. Y eso que queda claro desde el principio, casi, que el título busca ser una parodia; pero, teniendo eso en cuenta, sigue sin ser muy convincente. Además de confusa.
Lo que acompaña positivamente al apartado jugable es lo visual y sonoro, ya que cuenta con un pixel art muy bien trabajado y unos efectos de sonido y banda sonora que funcionan de maravilla con el tipo de juego.
En definitiva, Mayhem in Single Valley es un juego divertido con un gran potencial al que le faltan pulir algunas cosas para ser uno de los indies a tener en cuenta de este año.
Mayhem in Single Valley
Puntuación Final - 6
6
Interesante
Un juego de puzles y plataformas con algunas secciones a lo metroidvania que, a pesar de ser divertido y variado en sus mecánicas, podría haber sido mejor en su conjunto.