No es muy habitual encontrar juegos pequeños que sorprendan visualmente viendo la cantidad de superproducciones que han llegado últimamente a nuestros equipos o consolas de sobremesa. Y es que la parte visual es algo en lo que se suele trabajar tanto desde los aspectos fotorrealistas que muchas veces olvidamos que existen títulos capaces de ir más allá de ese imaginario y brindarnos de experiencias que se salen de la pantalla, y Little Nightmares -el buque insignia de Tarsier Studios– es, sin lugar a ningún tipo de dudas, uno de esos pocos juegos que aun entran por los ojos y que de un vistazo te pueden justificar su propuesta.
Hoy analizamos la segunda entrega de esta exitosa franquicia, la cual protagoniza este mes de febrero y que nos trae una aventura más sólida y concluyente, pero que peca de más en aspectos que igual, visualmente hablando, no se notan tanto.
Larga noche de vigilia
Para empezar, Little Nightmares 2 recuerda, en determinados momentos, algunas de las mejores características de juegos totalmente icónicos con ICO o LIMBO. La interacción con la IA acompañante, las persecuciones que se ven envueltas en toda esa oscuridad o, simplemente, algunas conceptualizaciones de diversas mecánicas nos hacen recordar a esos momentos en los que íbamos de plataforma en plataforma de la mano de Yorda con una sensación de soledad e inmensidad casi absoluta.

Little Nighmares 2 es una aventura de plataformas sencilla que no va mucho más allá de lo que te puede brindar un botón para agarrar/interactuar y otro botón para ocultarte, sin embargo, hace peripecias para tratar de sacar el mayor partido posible a ambas acciones perdiendo un poco el norte en el intento y dejando de lado algunos aspectos que, personalmente, un servidor acaba echando la falta.

Y con esto me refiero a que Little Nightmares 2 sabe perfectamente de donde viene y como ha conseguido lo que ha conseguido, pero de vez en cuando se intuye que no sabe a dónde va. La escenografía, el envoltorio ambiental y todo lo que ello conlleva en los aspectos más audiovisuales, son de completo sobresaliente y, por ende, sigue siendo espectacularmente atractivo, pero el tratar de meter diversas mecánicas con calzador acaba mostrándonos una serie de tramos frustrantes que no casan con la supuesta intencionalidad del juego, el cual no parece tener pretensiones de ser una experiencia frustrante.

Hablando en plata, mecánicas como la de la linterna no están bien implementadas en un entorno 3D y menos aún el tiempo de espera entre muertes pues, si de algo hay que hablar en el juego, es de la imprecisión que existe en los controles, así como de su input lag y esa especie de cámara lenta que acompaña a las soberbias animaciones de Mono. La frustrante lentitud con la que el juego ejecutará nuestras acciones se sumará a mecánicas no muy entretenidas, así como a algunos momentos del tramo final que, precisamente, no destacan por lo divertidos y espectaculares que son.
Debemos remarcar que, a pesar de algunos de estas desavenencias con lo que yo considero que es la pretensión principal, estamos ante un juego tremendamente notable en todos sus apartados, especialmente en la puesta en escena audiovisual, donde se luce como ningún otro.
Six y Mono
Esta entrega es, según el lore del propio juego, una precuela de lo acontecido en la primera entrega en la que controlábamos a Six y donde también veíamos algunos elementos que estarán presentes en este nuevo título.

La historia comienza con Mono saliendo de un televisor en un oscuro bosque lleno de cadáveres al cual, aparentemente, ha llegado para rescatar a Six, a raíz de esto se sucederán diversos giros en la trama para los que convendrá y será completamente recomendable haber jugado al primer título, sobre todo si queremos hilar la historia con lo anteriormente acontecido. Por otra parte, si buscamos la escalofriante experiencia y obviamos toda la historia que la envuelve, Little Nightmares 2 es un título que se puede jugar independientemente de haber jugado la primera entrega, la cual recomendamos encarecidamente, además de que, así como dato aparte, al que escribe estas líneas le pareció más redonda que lo que se nos ha presentado en esta nueva entrega.
De nuevo volveremos a toparnos con puzles, llaves, jefes finales y persecuciones que, sin duda alguna, son lo más atractivo y gratificante que viviremos en cada una de las etapas del juego.
Conclusión
Al final, lo que sacamos en claro de Little Nightmares 2 es que es un juego bastante trabajado y con un cariño y una sensibilidad atroz en cada uno de sus pequeños y ostentosos detalles. Su particular estilo, continuista pero rompedor, es una completa llamada de atención y un reclamo para muchísima gente que se encontrará con un juego con una propuesta terriblemente perfecta en cuanto a lo audiovisual, pero que presenta diversas ideas en su desarrollo jugable que no acaban de casar.
Bajo nuestro punto de vista, nos encontramos con un plataformas que, si apostase por lo visual y lo contemplativo, debería darse cuenta que no todo tiene porque ser ingenioso en cada detalle y que, en diversos momentos, es más agradable ver donde caes que pensar en cómo vas a hacerlo, y sabemos perfectamente que Tarsier Studios sabe como satisfacer en los momentos en los que hace falta y que con una mayor precisión en su gameplay podría acercarse mucho más a la experiencia cercana a la excelencia.
Little Nightmares 2
Puntuación Final - 8
8
Recomendado
Un título soberbio y redondo en sus mejores apartados, los que son puramente audiovisuales. Podría alcanzar la excelencia si no nos frustrase un control tedioso y algunas decisiones de diseño que pueden llegar a lastrar la experiencia.