Desde hace tiempo existe una corriente de juegos indies que se dedican por completo a hacer pasar a la persona que lo juega un rato agradable, entretenido, sin presión, relajante y que te deje con una sonrisa en la cara al finalizarlo. Unpacking, A Short Hike, Donut County o Paradise Marsh son algunos ejemplos de una larga lista de juegos feel good a la que ahora se une Lil Gator Game, la fantástica aventura indie protagonizada por un cocodrilo aventurero que nos enseña que podemos seguir siendo adultos sin perder al niño que llevamos dentro.
Todo héroe tiene un nombre
En Lil Gator Game manejamos, obviamente, a un cocodrilo que trata de recuperar su relación con su hermana mayor, con la que ha perdido algo de contacto por culpa de los estudios universitarios de esta. Para ello, nuestro héroe sin nombre (al que podremos bautizar como queramos) y sus amigos más cercanos deciden montar un juego de aventuras al más puro estilo RPG clásico con gran inspiración de Zelda en dos islas: una pequeña y otra gigantesca. De ambas conseguiremos misiones secundarias y decenas de nuevos amigos, todo para impresionar a nuestra ocupada hermana y volver a jugar con ella a los héroes como antaño.

En estas islas no encontraremos enemigos a los que combatir… o, al menos, no como estamos acostumbrados. Nos «pelearemos» con rivales de cartón, hechos por nuestros amigos y repartidos por cada rincón de todas las zonas. Estos nos darán confeti, la moneda del juego, que usaremos para personalizar al héroe y completar diferentes acciones y misiones.
Una isla muy viva
La primera de las dos islas es pequeñita y nos sirve como presentación de la historia y de los personajes, así como de tutorial para las mecánicas y acciones que puede llevar a cabo el héroe, mientras que la segunda es inmensa y tiene algo para ofrecernos en todo momento. Desde una carrera a un desafío, pasando por una misión secundaria, todo lo que hagamos tiene el mismo nexo común: unos personajes carismáticos que acaban siendo el alma del juego.
Nos encontraremos con personajes tan variopintos como patos que solo saben decir CUACK para hacerse los chulos, gatos aficionados a tomar el té, tiburones miedosos o koalas que trabajan recogiendo basura. Ellos serán los encargados de darnos nuestras tan ansiadas recompensas en forma de atuendos y objetos que usaremos para darle alguna que otra vuelta de tuerca a la jugabilidad.


Armadillo hasta los dientecillos
Nuestro héroe tiene cuatro casillas de equipamiento: cabeza, arma, escudo y especial. Mientras las tres primeras son meramente decorativas para poder personalizarlo con lo que queramos la ranura especial tiene objetos que podremos colocar en los botones L y R respectivamente. Algunos de estos artefactos son una piedra que podremos lanzar al agua para que rebote o para romper a los enemigos de cartón, globos que nos servirán para flotar o una cámara para usar un Modo Foto que nos permitirá capturar imágenes tan bonitas como estas:



El cuidado por los detalles
El humor y la parodia son clave para esta aventura en la que todos sus personajes y escenarios están cuidados al más mínimo detalle. Los diálogos son culpables de muchas de las sonrisas que nos sacará el juego, ya que los amigos que iremos conociendo por las islas son tan idiotas que es imposible no cogerles cariño. Cada vez que hablen, en su cuadro de diálogo se mostrará como fondo la huella que dejaría ese animal correspondiente.
Y es que hasta las opciones nos dejan varios detalles muy importantes para disfrutar de Lil Gator Game como queramos. ¿Notáis que la cámara está demasiado cerca del protagonista? Te deja modificar sin problema el FOV o campo de visión. ¿Queréis elegir entre un juego más detallado a nivel visual o algo un poco más pixelado como hacen otros indies como Paradise Marsh? Podréis elegir entre dos opciones visuales para ello.
Conclusiones
Playtonic Games y MegaWobble firman una aventura carismática y relajante en la que lo wholesome toma protagonismo. Un pequeño juego divertido, cercano, sincero y muy entretenido para despejarte de la vida por un buen ratito. Y, sobre todo, sonreír con sus protagonistas y secundarios, que nos enseñan que por hacernos mayores no debemos perder al niño que llevamos dentro o privarnos de pasárnoslo bien.
Lil Gator Game
Puntuación Final - 7.5
7.5
Recomendado
Una historia sobre hacerse mayores sin perder al niño que llevamos dentro envuelta en un mundo precioso repleto de personajes divertidos y originales que nos sacarán más de una sonrisa.