El estudio francés Darjeeling, responsable de obras conocidas como Homo Machina y Californium, ha llevado a cabo la adaptación de los conocidos libros de Pierre the Maze Detective, del autor Hiro Hamigaki. De la mano del publisher Pixmain Games, nos traen Labyrinth City; un título en el que han reinterpretado los laberintos de Pierre trabajando directamente con el propio autor.
La premisa de Labyrinth City es sencilla: el malvado y misterioso Sr. X ha robado la Piedra del Laberinto, un artefacto mágico del museo que convierte cualquier lugar en un laberinto. Nuestra misión será perseguirlo por todo Opera City y atraparlo. Con la ayuda de nuestra inseparable Carmen recorreremos esta pintoresca ciudad a lo largo de diez niveles de laberintos.
Cada nivel de Labyrinth City está precedido por una escena que nos introduce el siguiente desafío de Carmen y Pierre. Unas sencillas cinemáticas que, como si de un cómic se tratase, nos narran los sucesos acontecidos entre cada nivel del juego con un toque de humor. Si bien estas introducciones nos aportan el contexto narrativo, suponen una ruptura con la estética y la dinámica general del juego que podría obviarse y no afectaría al resultado.

Dotando de interactividad a un libro
La mayor virtud de Labyrinth City reside en su capacidad de dotar de vida e interactividad a las ilustraciones originales de Hamigaki. Entre sus curiosos escenarios encontramos un museo, un bosque, la mansión de un vampiro o un castillo; todos ellos repletos de infinidad de detalles y elementos interactivos. Un estilo artístico que, ya desde los libros originales, recuerda tanto a las aventuras de Buscando a Wally.
El diseño de cada uno de los escenarios ha sido adaptado, reinterpretado respecto a la obra original y animando cada uno de los rincones de los niveles. Si bien es cierto que estos ofrecen una gran cantidad de personajes y objetos con los que interactuar; ninguno aporta nada a la narrativa base de la historia. Son simplemente meros figurantes de estas ilustraciones que han cobrado vida.
No es la historia la mejor cualidad de Labyrinth City, sino en el diseño de niveles. La reinvención de Pierre The Maze Detective juega a la perfección con la confusión de posibles caminos usando los elementos expuestos en los propios escenarios. Pese a que el recorrido principal hasta nuestra meta está señalizado por flechas, e incluso otras indicaciones más evidentes que nos muestran en la camino en caso de que hubiera alguna duda.
Encontrar nuestro camino principal no resulta ser un gran reto. Sin embargo, uno de los alicientes del juego de Darjeeling son los coleccionables que podemos encontrar en cada nivel: estrellas ninja, cartas y notas del mismísimo Sr. X y cofres verdes. Es aquí donde nos enfrentamos a una complejidad mayor que hará que el tiempo dedicado a cada nivel aumente considerablemente.

Controles algo toscos y demasiado dirigidos
Por supuesto, Labyrinth City tiene claro cuáles son sus objetivos y proponer un reto altamente complicado no es uno de ellos. Pierre The Maze Detective busca el entretenimiento contemplativo de sus imágenes en movimiento; la búsqueda de todos los pequeños detalles que se esconden en sus laberintos y están esperando a que los descubramos.
Para completar cada nivel se necesitan aproximadamente entre treinta y cuarenta minutos, en función de la cantidad de coleccionables que encontremos. Lo que supone un total de entre cinco y seis horas de juego. Una duración que, salvo por el afán de encontrar algún coleccionable perdido o de perderse en sus recovecos, no tiene mucha posibilidad de rejugabilidad.
A la misión principal y a los ítems repartidos por los escenarios, se suman pequeños rompecabezas o misiones que dotan de un mayor dinamismo y profundidad a los niveles. Todo ello plagado de un humor que, aunque en ocasiones resulte algo infantil, cumple las veces de gracieta fácil; un humor sencillo pero efectivo. Un humor que queda plasmado en los diálogos con los NPC, en los disparatados sucesos de los que somos testigos y en las propias cinemáticas.

Imagen y sonido cautivadores
En el estilo único de Labyrinth City reside una de sus mejores características; no obstante, estos entornos animados no tendrían tanta vida de no ser por el magnífico trabajo de sonido que hay detrás. Y es que, recorriendo sus laberintos, nos introducimos en los escenarios de lleno y podemos sentir como si estuviéramos caminando junto a Carmen y Pierre.
En contrapunto, las piezas musicales pueden tornarse algo repetitivas tras varias horas de juego. Si bien esto no quiere decir que la alegre y animada melodía que nos acompaña, en su mayoría a ritmo de jazz, no sea perfecta para los entornos que recorremos. Pero sí podría gozar de una mayor variedad.
Lo que sí está claro es que Labyrinth City nos hará sentirnos niños de nuevo en busca de Wally, si bien en este caso se trata del Sr. X y de un mundo de fiesta que está patas arriba. Cinco horas de contemplación durante las que relajarte y descubrir todos los detalles ocultos que este juego nos tiene guardados.
Labyrinth City: Pierre the Maze Detective
Puntuación Final - 7
7
Interesante
Labyrinth City: Pierre the Maze Detective adapta magistralmente las ilustraciones originales, dotando sus laberintos de una interactividad y vida que nos hace formar parte de sus escenarios. Entretenido y contemplativo, su arte y diseño de niveles son su punto fuerte. En contraposición, la falta de reto y unos controles algo zafios pueden echar para atrás a más de uno.