Siempre me han llamado la atención las propuestas que, partiendo de un concepto en apariencia muy simple, son capaces de exprimir dicha idea hasta extremos insospechados. El juego que nos ocupa está firmado por el estudio español Devilish Games (creadores del estupendo Path to Mnemosyne); Kolumno es un curioso título de puzles y habilidad que salió en PC hace ya un par de años, y que ya analizamos en su momento. Ahora llega a la híbrida de Nintendo, lugar donde brilla especialmente gracias a la curiosa jugabilidad de la que hace gala.
Minimalismo y elegancia
Gran parte de la genialidad de Kolumno viene de la variedad de sus 75 niveles en base a una premisa tan sencilla
Kolumno nos propone 75 niveles con una estructura y objetivo similares: tenemos un cilindro con una pelota en su parte de arriba y un agujero en la parte de abajo, y nuestro objetivo será hacer llegar dicha bola al agujero sorteando los obstáculos que haya en la columna.
A nivel de jugabilidad, al principio sólo podremos elegir el momento en el que dejar caer la bola desde arriba, y serán nuestros reflejos y capacidad de atención los que nos permitirán adivinar los patrones de los obstáculos para así sortearlos. No podemos alterar la trayectoria de la pelota ni mover la columna: tendremos que leer bien el desafío que tenemos en cada nivel, siendo un pequeño puzle en sí mismo leer el momento preciso para dejar caer la bola. Si tocamos cualquier superficie en nuestro descenso fracasaremos de forma automática e inmediatamente volveremos a estar en la cima del cilindro para volver a intentarlo.

A medida que avanzamos en el juego descubriremos hasta cuatro habilidades diferentes, cada una de las cuales tendrá su propia batería de niveles para que las dominemos. Una vez hemos aprendido a usar esos cuatro poderes es cuando Kolumno se pone verdaderamente interesante, ya que nos ofrecerá fases en las que nos dejará combinar varias de esas capacidades para superar el reto. No hay capacidad de improvisación, el reto siempre tiene una única solución, así que parte de la dificultad está en averiguar el orden en el que usar nuestras habilidades para hacer que la pelota llegue a su objetivo. Las herramientas que tendremos a nuestra disposición serán parar la bola en el aire unos segundos, hacer que acelere muy rápidamente hacia abajo, convertirla en una bola de demolición de hasta cuatro superficies y reducirla a un tamaño minúsculo para que quepa por ciertas secciones.
Gran parte de la genialidad de Kolumno viene de la variedad de sus 75 niveles en base a una premisa tan sencilla. Es maravilloso ver cómo el equipo de Devilish Games ha elaborado tantos niveles diferentes con un cilindro como único lienzo sobre el que plantear sus particulares puzles. Huelga decir que es una experiencia tan adictiva como desafiante: repetiremos decenas de veces algunos niveles hasta aprovechar, muchas veces de casualidad, el timing correcto para superar el nivel.
Sensaciones polarizadas

Kolumno se presenta como una experiencia bella y relajante a través de su apartado técnico. La suavidad de sus colores, el rítmico movimiento de sus obstáculos, la bella música que nos acompaña… todo lo que percibimos a través de nuestros sentidos nos indica que estamos ante un juego relajante y tranquilo. Nada más lejos de la realidad. La emoción que he sentido al superar algunos niveles de Kolumno son casi similares a las de ganar un combate realmente difícil en un fighting game. No hay penalización, pero la satisfacción que obtienes al lograr que la bola llegue al objetivo en los niveles más difíciles hace que cada intento sea una pequeña apuesta. Es de agradecer que no haya tiempo de espera entre un intento y otro, ya que ayuda a hacer de Kolumno una experiencia más emocionante y adictiva.
Por otro lado, choca mucho de primeras la contraposición de la invitación a relajarse frente a la frustración más absoluta ante la dificultad de algunos de sus desafíos, que como he dicho antes muchas veces acabaremos superando más por una cuestión de suerte y estadística que por auténtica habilidad. Sin embargo, tras pensarlo detenidamente, el envoltorio de Kolumno parece diseñado de esta forma para transmitirnos calma y serenidad con el objetivo de que podamos rendir mejor en el juego; si sus colores o su música fueran más violentos, probablemente el resultado tendría un peor sabor y nos frustraríamos mucho más fácilmente. Una decisión de diseño realmente inteligente para un juego realmente único y original.

No me gusta esa sensación de que algunos de sus retos parezcan diseñados para ser superados por cuestión de probabilidad; hay muchos de sus niveles en los que, una vez desentrañas el momento en el que lanzar la bola y poniendo un poquito de habilidad, sientes que el mérito es puramente tuyo, pero en muchas ocasiones se siente como suerte debido a la precisión milimétrica que debes tener. En esos casos, la satisfacción que obtienes se diluye, no se sienten tan bien… pero si no sientes que te merezcas ese resultado, siempre puedes repetirlo para demostrarte que sí que es gracias a tu habilidad. También hubiera agradecido niveles que permitieran jugar con más elementos, como superficies en las que sí poder apoyarse o en las que girar parcialmente el cilindro; en general, ampliar un poco el esquema del juego, pero supongo que entonces Kolumno no sería Kolumno.
Conclusiones
Kolumno es un juego de habilidad y rompecabezas único, desafiante y original. 75 niveles deliciosamente creativos que explotan al máximo una idea tan sencilla como adictiva. Cuesta 1,99 euros en la e-shop, así que a poco que os llame su propuesta lanzáos a por él.
Kolumno
Puntuación Final - 8.5
8.5
Recomendado
Kolumno es un juego de rompecabezas y habilidad único, desafiante y original. 75 niveles deliciosamente creativos que explotan al máximo una idea tan sencilla como adictiva.