La moda de mezclar RPG con juego de granjas es algo que lleva ya muchos años. Nos ha dado obras como Stardew Valley, que si bien no entraría exactamente en lo que es un RPG, hay combate y podría llegar a rozarlo. También la saga Rune Factory, en la cual tenemos un entorno más fantástico y con un desarrollo de su parte RPG más complejo. Estos juegos en su mayoría son bastante interesantes, aunque en algunos casos casi parecen «come-horas» destinados a crear la sensación de aportar muchas horas, cuando éstas realmente están vacías.
En este caso y por suerte para mí, hoy os traigo uno de los ejemplos buenos de esta clase de juegos. Un RPG con granja, interesante, bonito y bastante decente, que sabe medirse a sí mismo y saber hasta dónde llegar. Estoy hablando del precioso Kitaria Fables (que además llega en formato físico gracias a Meridiem Games), un juego que aunque no es para nada perfecto, me ha retrotraído a momentos de mi infancia, cuando descubría juegos nuevos alquilándolos y sin saber qué me iba a encontrar.
La historia de siempre, pero con toques
El argumento de Kitaria Fables posiblemente no está todo lo trabajado que podría estar, ya que en términos generales se acoge a una serie de clichés muy típicos del rol. La historia en sí nos pone en antecedentes de una especie de cataclismo en el cual los monstruos se volvieron violentos, un evento incomprensible que, aunque se solucionó, amenaza con volver a suceder. Dentro de este contexto se nos pone en la piel de un guerrero gatuno llamado Miaurgan Von Wiskers, que siempre va acompañado de su compañero Macarrón, el cual es una especie de dulce o caramelo.

Independientemente de los clichés, una de las mejores cosas que tiene este juego es que su apariencia te pone la guardia baja, aprovechando esto para presentarnos giros argumentales bastante interesantes, que pese a no ser tampoco espectaculares son aceptables. Puede que desde cierto punto de vista me conforme con una serie de mínimos, pero a la hora de la verdad Kitaria Fables sabe contar bien su historia y acaba siendo mucho más interesante de lo que se pude llegar a imaginar, así que prefiero ser positivo. Además, el trabajo de traducción al castellano es bastante bueno, por lo que podremos disfrutar de una historia que, aunque no es la más interesante del mundo, es divertida y con personajes con cierto carisma.
En todo caso, puede que los momentos de granjeo entorpezcan un poco la propia narrativa del juego, ya que crea de manera excesivamente artificial esos momentos de llanura dentro de una historia en los que no pasa nada, haciendo así que inevitablemente perdamos el interés. Un punto negativo por suerte compensado por lo bien que sabe el juego generar unas dinámicas relativamente variadas y sencillas al mismo tiempo, de las cuales hablaremos en la siguiente sección.

Espadas y zanahorias
Normalmente en esta clase de juegos, combinar el combate con el «farmeo» acaba siendo un método de rellenar horas de gameplay, haciendo que se abuse un poco de las mecánicas de cuidar de tus cultivos. Esto suele generar en algunos casos cierto desarraigo o desinterés, que acaba derivando en una mala percepción del juego. Por suerte con Kitaria Fables no estamos ante este caso, aunque esto no es del todo positivo.
Uno de los problemas más notorios de este juego es que intenta tener el cultivo como una mecánica más, quitándole gran parte de la complicación, evidentemente para tratar de evitar los momentos valle que he comentado antes. Algo que, si bien parcialmente surte efecto, acaba dándonos la sensación de que esta parte es totalmente prescindible. Lo cual es una pena, ya que a pesar de que estas mecánicas se hacen muy cómodas y nos permiten conseguir recursos y dinero con facilidad, se reflejan en exceso como un pegote del cual se podría prescindir. Por ello este tipo de mecánicas son en realidad tan arriesgadas, ya que aplicarlas correctamente es difícil.

Como elemento principal del gameplay lógicamente tenemos el combate y en general todo lo que rodea a la parte RPG. En este sentido estamos ante un juego sencillo, con toques muy interesantes, que nos permite crear un personaje efectivo cuerpo a cuerpo, a distancia y con magias. Unas opciones que, aunque no son demasiado complejas, tienen el suficiente encanto y buen tino, como para crear una jugabilidad agradable y divertida. Un gameplay que además puede vivirse en cooperativo local (teniendo lógicamente un segundo mando), dándole así la oportunidad a otra persona de acompañarnos.
Sin entrar a valorar si lo que ofrece es suficiente o no, ya que podría ser debatible, sí que creo que debo destacar un problema general que se siente a la hora de combatir. En esencia es que la animación de combate está hecha para haya una especie de retraso entre nuestro primer golpe o movimiento y la reacción nuestra con el botón, un efecto que a la hora de «sufrirlo» me queda claro que es totalmente intencional. Por lo tanto definirlo como error podría ser relativo, sobre todo teniendo en cuenta que es fácil adaptarse y no afecta en exceso al combate. Además, el hecho de tener distintas habilidades y cierta variedad de objetos hacen que pasear por el mundo y luchar sea muy satisfactorio, por lo que al final el balance incluso teniendo en cuenta las mecánicas de granja en esta ecuación, acaba siendo muy positivo.

La forma y el color, crean una mezcla positiva
Analizando de forma fría Kitaria Fables se puede llegar a distintas conclusiones, todo depende un poco de qué esperamos de él y de cómo encajen las mecánicas y sus dinámicas en nuestra forma de jugar. Pero como todos sabemos un videojuego es un conjunto de elementos, y en este caso el apartado visual y sonoro, si bien no es perfecto, hace que todo encaje de una manera excepcional.

El trabajo de traducción al castellano es bastante bueno, por lo que podremos disfrutar de una historia que, si bien no es la más interesante del mundo, es divertida y con personajes con cierto carisma.
Visualmente no estamos ante ningún portento, aunque sí ante un juego bonito. Los diseños, la variedad de personajes y los monstruos son agradables y bonitos en general. Además, los efectos en combate tienen encanto y hacen de una manera muy inteligente que éste, pese a ser relativamente sencillo, gane la espectacularidad justa como para verse mejor de lo que es. Pese a esto, hay ciertos detalles que no me acaban de convencer; el más claro ejemplo es el efecto de la noche, que básicamente se limita a un filtro azul, con el cual vemos las sombras de los objetos como si fuera de día, dando un poco imagen de juego descuidado, al menos de forma puntual. De todas formas y en general los entornos son bonitos y tienen detalles curiosos como los días de lluvia, los cuales pueden percibirse desde dentro de los edificios por el sonido que lógicamente viene de fuera.
El sonido tiene detalles muy curiosos, ya que los efectos de combate, sonidos de algunos enemigos e incluso el sonido de cuando nos golpean parecen extraídos directamente de Ragnarok Online. Un detalle que lejos de ser percibido como reciclaje, en mi caso, genera cierta familiaridad y agrado. Por otro lado la banda sonora, si bien no es especialmente memorable, es bastante disfrutable y cumple muy bien su función creando ambiente y ayudándonos a adentrarnos en el propio juego.
Conclusiones
Kitaria Fables es un juego con sus más y sus menos, que no destaca de forma aparente, pero sabe tener un encanto en su conjunto que de alguna manera me ha retrotraído a mi niñez, cuando descubría juegos al alquilarlos para jugarlos el fin de semana. No ha sido por nada concreto, ni siquiera por su parecido con algún título, sino por cómo sabe ser sólido dentro de su contexto. La suma de sus partes ha sabido abstraerme de todo y meterme en su propuesta, teniendo que sacar el espíritu crítico expresamente para cumplir mi función.
Estamos ante un juego robusto y consistente, divertido y bonito, que pese a sus fallos funciona muy bien. Un juego que sabe hacerse un hueco en tu memoria, pidiéndote que le dediques un poco de tu tiempo. Sin duda una grata sorpresa que, en lo personal, me ha traído sensaciones muy bonitas del pasado. De cuando los juegos simplemente se disfrutaban y se jugaban como una experiencia más y sin compararlos con nada.
Kitaria Fables
Puntuación Final - 7.5
7.5
Recomendado
Un juego bonito e interesante, que sin ser perfecto ha sabido abstraerme del todo y meterme en su propuesta.