El mundo de los juegos de gestión está cada vez abarcando más temáticas, y las movidas espaciales están, de hecho, tomando mucho protagonismo en ellos. Ixion, desarrollado por Bullwark Studios es justamente uno de estos ejemplos. Una obra que nos pondrá en la piel del administrador de una enorme estación espacial encargada de preservar los últimos vestigios de la raza humana.

A la deriva en el espacio

Normalmente, los juegos de gestión suelen correr el mismo destino que un FPS clásico en lo que a trama se refiere, es decir, si hay algo de historia, está ahí solo de puro adorno. Sin embargo, este no es el caso de Ixion, que de hecho, en este aspecto acaba sorprendiendo bastante.

Tomaremos el papel del administrador de la Tiqqun, una estación espacial construida por la compañía DOLOS para salvar a la humanidad de un desastre ecosistémico. La tierra es ya inhabitable, así que habrá que buscarle un nuevo hogar a la raza humana a base de vagar por el espacio.

Se ha liado parda y hay que tomar una decisión importante. Algunas de estas afectarán a los próximos acontecimientos.

El juego solo consta de un modo campaña donde viviremos toda esta historia, durante la cual tendremos una bestialidad de diálogos y tomas de decisiones que pueden ir conduciendo la trama y los siguientes acontecimientos por caminos diferentes. Eso sí, la cosa tarda en arrancar, ya que el juego se desarrolla a lo largo de una serie de capítulos que se van superando cumpliendo objetivos, y justamente los primeros capítulos vienen a servir más bien de tutorial.

La duración del título puede variar más o menos según nuestras habilidades estratégicas, quizás alguien nuevo en el género pierda muchas veces y tarde unas 30 horas, mientras que alguien más acostumbrado a estos juegos tarde 15 o 20. El caso es que sea como sea, el título resulta rejugable, y la posibilidad de experimentar diferentes caminos de la trama en un juego de gestión es algo bastante innovador.

El poder del administrador

Ixion ofrece mucho equilibrio entre su narrativa y sus mecánicas, ya os he comentado que en lo primero el juego está bastante bien, pero ahora habrá que ver lo segundo.

Pues la mayoría de las mecánicas del juego no resultan nada nuevo. Tendremos que construir estratégicamente para aprovechar el espacio disponible (que será muy escaso), gestionar la población, conseguir recursos, investigar nuevas tecnologías y explorar, concretamente en este caso, el espacio.

Nosotros, como administradores estamos al mando de todo este follón, y perderemos la partida si la población no está contenta con nuestra forma de hacer las cosas, pero podemos cargar el guardado anterior. Así que habrá que andarse con ojo ya que no tardaremos en darnos cuenta de que aquí puede pasar de todo. Puede haber accidentes en el trabajo, cortes de energía, gente sin comer, huelgas y un sinfín de problemas que, de vez en cuando, pueden suponer un serio quebradero de cabeza.

No obstante tardaremos bastante en conocer el potencial del juego, así que si os hacéis con él, tened paciencia. Esto ocurre justamente por su desarrollo en capítulos, y el hecho de que los primeros sirvan de tutorial. Así que al principio tendremos la impresión de que realmente no estamos haciendo nada por nosotros mismos, y que el juego es un coñazo, pero dadle un par de horas y arrancaréis que da gusto.

La Tiqqun

La estación espacial Tiqqun, donde el juego se desarrolla, merece una mención especial, porque es un punto clave de la jugabilidad.

Resulta que esta estación está dividida en un total de seis sectores, en los cuales tendremos que construir todo lo necesario y gestionar a la población y los recursos. Pero ojo, hay que hacerlo de manera independiente. Es decir, que si por ejemplo en el sector 1 tenemos 80 de hierro, este recurso solo está disponible para el sector 1, y lo mismo con la comida, los edificios residenciales y prácticamente todo. ¿Quién pensó que esto iba a ser fácil?

A la izquierda el sector 1 que ya casi no puede más, a la derecha el sector 2 recién inaugurado. Gestionar los sectores es fundamental para el éxito de la misión.

Y es justamente en ese aspecto donde radica el mayor factor estratégico del título, y también es donde más fallaremos hasta acostumbrarnos, pero resultará muy satisfactorio tener cada sector perfectamente organizado en las tareas que nos interesan. De todas formas la cosa no queda ahí, ya que también tenemos que gestionar la Tiqqun por fuera, pero aquí el juego se queda algo corto, ofreciendo muy pocas posibilidades de construcción con respecto al interior de la estación, también se echa de menos alguna fantasía en temas de personalización. Eso sí, acordaos de mantener estable la integridad del casco, o ya os podéis imaginar el destino que os espera…

No puede faltar un buen árbol tecnológico, el de Ixion está bastante completo, y además las tecnologías están sujetas a futuras mejoras.

Otro de nuestros objetivos durante la partida es la exploración espacial, así que tocará mover la Tiqqun de sistema en sistema solar y de planeta en planeta. Esto será crucial para avanzar en la trama, ya que lanzado naves científicas y sondas para desvelar secretos, o recogiendo recursos con naves mineras y cargueros, desvelaremos eventos importantes que tenemos que cumplir. Y será en estos eventos donde la narrativa del juego y la toma de decisiones se desata.

Pero esto último también ocurrirá en el interior de la Tiqqun, ya que esto más que una estación espacial parece un ecosistema en sí mismo. Con gente que reaccionará contra ti en función de sus preocupaciones, teniendo que cumplir determinados requisitos para ellos en un tiempo concreto si no queremos que se nos echen encima.

Gráficos y ambientación

Como buen juego de ciencia ficción, Ixion cuenta con una ambientación a la altura que satisfará a todos los fans del género. De hecho, se ve sorprendentemente bien, con un apartado técnico no de última generación, pero que sí resulta agradable a la vista, siendo acompañado además de una banda sonora acorde a los acontecimientos que van sucediendo.

Tendremos además alguna que otra cinemática bastante vistosa por ahí, pero a mí lo que más me han gustando son las ilustraciones que aparecen durante los diálogos y las tomas de decisiones. Me han recordado a muchos comics de ciencia ficción de los 80 y 90, y pese a que no estamos ante animaciones ni cinemáticas, resulta que un buen dibujo acompañado de un buen texto puede ser, a veces, hasta más estimulante para nuestra imaginación.

Me hubiera gustado poder personalizar un poco la Tiqqun por fuera. Mas allá de poner placas solares e instalar motores, el juego podría destacar mucho en este aspecto.

Si tengo que poner una pega en este apartado es respecto a cómo se ven los habitantes de la Tiqqun, que son meras animaciones que se mueven sin cesar sobre los caminos. A algunos os parecerá un pego, pero a mi me chirria bastante. El motivo es que uno de los puntos fuertes de estos juegos es disfrutar del proceso, y eso se consigue con el placer de ver como los monigotes se mueven haciendo sus tareas diarias, haciéndonos sentir que no pueden escapar de nuestro control. Pero bueno, como dicen, la perfección no existe.

Conclusiones

Pues estamos ante un fantástico juego de gestión, que además nos trae una buena trama acompañada de diálogos y toma de decisiones, con un reto que crece en dificultad gradualmente y tan solo algunos fallos por ahí, pero que tampoco afectan demasiado al conjunto.

Quizás se echen de menos más modos de juego, concretamente estaría bien algún tipo de modo roguelite, que seguiría estando acorde con la narrativa del juego y su temática. Pero lo dicho, el juego solo consta de un modo campaña, aunque rejugable.

Así que para terminar, si os gustan las historias de ciencia ficción y los juegos de gestión y estrategia, Ixion es una buen candidato a tener en cuenta.