Halo 3: ODST – Análisis PC

Estamos ya en el penúltimo peldaño de Halo: la colección Jefe Maestro de PC. Y, al mismo tiempo, es la última entrega originaria de Bungie, si bien la vuelta es a cargo de 343 Industries, como ha sido costumbre. Halo 3: ODST se planeó como una gran expansión de Halo 3, pero se les fue tanto de las manos que salió como juego aparte, es decir, a precio completo. La decisión no agradó a muchos fans de la saga, más viendo que usaba el mismo motor que el tercer título, pero es cierto que metía una campaña spin-off bastante completa, elementos nuevos de exploración y el modo Tiroteo. Igualmente esto es ya algo anecdótico porque quienes empezamos por The Master Chief Collection lo tenemos de serie, o sea, dejó de ser una “novedad”.

Con la anterior frase quiero recalcar bien que este análisis se centrará en la versión de Halo 3: ODST como parte de Halo: la colección Jefe Maestro en PC, y no como el título original de Xbox 360 o el añadido de Halo: The Master Chief Collection de Xbox One en 2014.

¡Ahora sí, descendamos!

 Soldados de Choque de Descenso Orbital

Abreviado en SCDO, aunque se les conoce más comumente por sus siglas en inglés, ODST. Son grupos de élite de la UNSC encargados de operaciones especiales y caracterizados durante mucho tiempo por tener una alta tasa de muerte por no sorbevivir a la caída en cápsulas. De ahí su otro nombre entre los marines, Helljumpers. A diferencia de los Spartan como Jefe Maestro, no están modificados cibergenéticamente; simplemente son humanos muy bien entrenados, teniendo precisamente con ellos sus más y sus menos por dejarles con las sobras, tanto misiones clandestinas como reconocimiento militar. Y destaco este rifirrafe porque define muy bien lo que significa ser un ODST: una sombra del Spartan.

Este juego nos pone a control de todo un grupo de ODST durante los hechos de Nueva Mombasa en Halo 2, justo cuando la tropa persigue al Covenant a través del portal. El escuadrón se compone del líder Buck, Romeo, Dutch, Mickey y el novato (a quien encarnaremos la mayor parte de la historia), ahora bajo el comando de la coronel Veronica Dare en una misión encubierta para la ONI. Durante el descenso en Nueva Mombasa, los seis se separa por una gran explosión, lo que nos deja primero en el papel del novato, que quedó inconsciente durante varias horas.

 La ciudad casi muda – El nexo

Tras una impresionante cinemátca, la épica belicoespacial torna en algo más triste, más desesperanzador. No es solo que el novato esté ahora mismo solo, sino que Nueva Mombasa ha caído en las garras del Covenant, es el peor resultado posible. Estamos solos salvo por dos cosas: las patrullas enemigas y las balizas, única fuente de información para saber qué ha ocurrido estas últimas seis horas en las que el novato estaba inconsciente. Al recoger una, habrá un salto temporal hacia atrás en donde controlaremos a los diferentes miembros del escuadrón ODST durante la última resistencia de la ciudad africana. Al terminar, volveremos a la línea temporal del novato y sonará esta pieza de piano, violines y un saxofón, acompañándonos durante unos minutos para sentir aún más soledad.

Desde la primera misión, vemos que esta intercuela de Halo es muy diferente al resto, y no hablo solo de su historia fragmentada en tiempos. Halo 3: ODST es el lado más emotivo del género belicoso, una cara poco visible en los FPS. No tenemos nada salvo nuestras armas y el entrenamiento militar para sobrevivir. El término que se me viene a la mente en “melancólico” cada vez que pienso en la sección del novato, y se mantiene así hasta casi el final.

Las secciones de mapa abierto con el novato son lo más inmersivo y de tensión escalable que hay en la saga

Es el primer Halo que incluye el sigilo como elemento clave. Empezamos con pistola y subfusil, armas muy típicas, pero van con silenciador. Además, contamos con un mapa y un visor especial (VISR) que nos guiará y servirá de ayuda para localizar a los grupos Covenant y trazar un plan, ya sea cogiendo una ruta alternativa o haciendo disparos a la cabeza en silencio para no alertar a los demás. Aquí se nota mucho que no eres un Spartan cuando la diferencia numérica importa tanto. También se nota en el gran retroceso de las armas, ya que el ODST no tiene fuerza sobrehumana. En este aspecto, jugar Halo 3: ODST con teclado y ratón es una delicia porque puedes luchar más fácilmente con la pérdida de control al disparar.

La diferencia entre no usar y usar VISR. ¿Cuál se ve mejor?

La inmersión es la otra pieza fundamental que hace tan especial a este título. Si vamos mirando con atención, la ciudad está plagada de detalles, desde una descripción de los pasos para usar un botiquín (¡al fin!, que echaba mucho de menos la barra de vida) hasta la numeración de los barrios por números para facilitar el transporte. También encontraremos puntos con grabaciones de una tal Sadie, reviviendo su historia con audios muy detallados del inicio de la invasión Covenant, descrubiendo una historia totalmente opcional aunque bien trabajada. En mi partida debía reunir de nuevo todas las grabaciones después de cerrar sesión, pero encontrarlas por el mapa no era mucho problema. Más cuando es la propia ciudad la que nos ayuda silenciosa y eficazmente en la tarea. No diré más para no destripar el gran secreto, pero es, a mi parecer, la innovación más espectacular e hilada que introdujo Bungie en su saga. Hablando en plata: te vuela la cabeza.

 La ciudad invadida – La acción

La campaña, sin contar las secciones de exploración y sigilo, se compone de ocho misiones. No son ni tantas ni tan largas como en otras entregas, pero compensa dejando un elenco muy variado, teniendo misiones de defender un punto, asalto frontal, partes pasilleras, zonas de batalla más amplias, pilotar los vehículos principales, etc. Su estructura está en perfecta armonía con los sucesos de nuestros compañeros, logrando unos momentos de anticipación entre misión y misión estupendos. Sin embargo, la libertad de poder escoger la baliza que quieras nos lleva a tener un desorden cronológico, y si se junta con que jugamos con disitintos miembros, hace más difícil seguir el hilo de historia que, realmente, no tiene complejidad ninguna.

El diseño de niveles es bueno, orientado a crear mapas también funcionales para el modo Tiroteo

En cuanto a los personajes, me temo que ninguno es especialmente memorable, especialmente después de conocer la épica historia del Equipo Noble en Halo: Reach. Son un grupo majo de pequeños clichés sin mucho más. En su lugar, cobra más importancia no sus interacciones, sino las situaciones en las que se ven envueltas siendo lo que son, ODST, soldados de élite con un lado más humano y distendido que la del Spartan.

 El feo y el guapo

Sin maldad ninguna, pero es un Halo bastante feo. Su luminosidad, paleta de colores amarronados y contornos excesivamente suavizados dificulta mucho la visión, y eso en un FPS acaba frustrando. La función VISR, un visor que activamos y descativamos a placer con una tecla, nos deja ver en la oscuridad y destaca bien todo aquello de importancia, pero en un punto iba con eso puesto todo el rato, incluso cuando no estaba a oscuras, porque con eso podía diferenciar bien a los enemigos. Esto mismo me pasaba en el modo Tiroteo, cuando es más esencial que nunca localizarles cuanto antes.

Cualquiera que le hubiera echado el guante en su momento a Halo 3: ODST tendrá registradas un buen montón de horas en Tiroteo, estoy seguro. En lo personal, es la función multijugador que más he disfrutado, tanto la rama arcade como la heroica. Es un modo de oleadas tan medido que se te pasan las horas volando.

 Conclusiones

Cuando los fans ordenan sus Halos favoritos, esta intercuela puede ser la que más se mueva en las listas, y entiendo muy bien el por qué. A nivel mecánico no hay mucho que decir salvo que mantiene la misma línea de Halo 3. Quizás eche en falta más armas y los artilugios especiales. Lo especial de este Halo 3: ODST viene por otros derroteros, por su narrativa, por su tono melancólico, por la navegación estratégica en Nueva Mombasa y, en definitiva, apostar por algo nuevo a través de los Soldados de Descenso de Choque Orbital.

Tengo sentimientos encontrados porque la historia y sus personajes no son nada del otro mundo, pero la narración y todo el trasfondo está hecho con mucho mimo. Creo que nunca he disfrutado de unas secciones tan tensas como las del novato en Nueva Mombasa hasta llegar al clímax de la campaña. Además, el modo Tiroteo es divertidísimo con amigos.